4.000 simpatizantes de ETA viajan a Barcelona para ponerse a las órdenes de la extrema-izquierda catalana
Un ejército de casi 7.000 proetarras, anarquistas, comunistas y antisistema comienza a instalarse en Cataluña para ponerse a las órdenes de la extrema izquierda y de los independentistas catalanes
Un ejército de casi 7.000 proetarras, anarquistas, comunistas y antisistema comienza a instalarse en Cataluña para ponerse a las órdenes de la extrema izquierda y de los independentistas catalanes
Fuentes policiales han revelado a La Tribuna del País Vasco que casi 4.000 proetarras, miembros de las organizaciones políticas, grupos y grupúsculos que orbitan alrededor de la banda terrorista ETA, viajarán este fin de semana a Barcelona para ponerse a las órdenes de la extrema izquierda independentista de la CUP.
Las fuerzas de seguridad tienen constancia de que la autodenominada “izquierda abertzale” ha fletado un total de 40 autobuses que partirán hacia la capital catalana al módico precio de 40 euros. De este forma se desplazarán casi 2.000 personas, pero los expertos policiales consideran también totalmente seguro que otros tantos “activistas” llegarán a diferentes puntos de la región catalana en grupos y en vehículos (especialmente furgonetas) particulares.
Entre los viajeros se encuentran centenares de hombres y mujeres curtidos durante los últimos años en múltiples actividades de “kale borraka” y terrorismo callejero, especialistas en sembrar el caos en cualquier ciudad a través de una utilización indiscriminada, pero estratégicamente calculada, de la violencia.
Además, los golpistas catalanes independentistas y de extrema izquierda, que ya han recibido el apoyo explícito de la banda terrorista ETA, se verán acompañados en sus “razzias” y algaradas por no menos de 2.500 “antifascistas”, anarquistas, comunistas y antisistema que han llegado a Cataluña desde diferentes lugares de Europa dispuestos a convertir las principales ciudades catalanas en un infierno en el caso de que el referéndum ilegal no pueda llevarse a cabo.
Esta extrema izquierda europea, originaria, sobre todo, de Alemania, Francia, Italia, Grecia y los países nórdicos, tiene, de hecho, más peligro para el orden público que los proetarras que se desplazarán desde el País Vasco y Navarra. “Los jóvenes que vengan desde el norte de España están muy bregados en la colocación de barricadas, lanzamientos de bombas incendiarias, cortes de vías públicas y ataques a la policía”, explica un experto de la Guardia Civil, “pero nuestra preocupación es mayor aún en relación a los radicales que llegarán desde fuera de España, ya que, de hecho, algunos de ellos pueden contar con armamento pequeño de fácil traslado, que ya han utilizado en otras algaradas”.
La inquietud fundamental de las fuerzas de seguridad estriba en cómo frenar disturbios de diferente gravedad que puedan estallar “de una forma coordinada” en múltiples puntos de las principales capitales catalanas y, sobre todo, cómo evitar consecuencias dramáticas que puedan producirse en las intervenciones policiales. “La muerte accidental de un manifestante o de un ‘activista’ daría a los independentistas, a la extrema izquierda y a las instituciones golpistas catalanas un mártir, que es lo que más pueden desear en este momento”.
Fuentes policiales han revelado a La Tribuna del País Vasco que casi 4.000 proetarras, miembros de las organizaciones políticas, grupos y grupúsculos que orbitan alrededor de la banda terrorista ETA, viajarán este fin de semana a Barcelona para ponerse a las órdenes de la extrema izquierda independentista de la CUP.
Las fuerzas de seguridad tienen constancia de que la autodenominada “izquierda abertzale” ha fletado un total de 40 autobuses que partirán hacia la capital catalana al módico precio de 40 euros. De este forma se desplazarán casi 2.000 personas, pero los expertos policiales consideran también totalmente seguro que otros tantos “activistas” llegarán a diferentes puntos de la región catalana en grupos y en vehículos (especialmente furgonetas) particulares.
Entre los viajeros se encuentran centenares de hombres y mujeres curtidos durante los últimos años en múltiples actividades de “kale borraka” y terrorismo callejero, especialistas en sembrar el caos en cualquier ciudad a través de una utilización indiscriminada, pero estratégicamente calculada, de la violencia.
Además, los golpistas catalanes independentistas y de extrema izquierda, que ya han recibido el apoyo explícito de la banda terrorista ETA, se verán acompañados en sus “razzias” y algaradas por no menos de 2.500 “antifascistas”, anarquistas, comunistas y antisistema que han llegado a Cataluña desde diferentes lugares de Europa dispuestos a convertir las principales ciudades catalanas en un infierno en el caso de que el referéndum ilegal no pueda llevarse a cabo.
Esta extrema izquierda europea, originaria, sobre todo, de Alemania, Francia, Italia, Grecia y los países nórdicos, tiene, de hecho, más peligro para el orden público que los proetarras que se desplazarán desde el País Vasco y Navarra. “Los jóvenes que vengan desde el norte de España están muy bregados en la colocación de barricadas, lanzamientos de bombas incendiarias, cortes de vías públicas y ataques a la policía”, explica un experto de la Guardia Civil, “pero nuestra preocupación es mayor aún en relación a los radicales que llegarán desde fuera de España, ya que, de hecho, algunos de ellos pueden contar con armamento pequeño de fácil traslado, que ya han utilizado en otras algaradas”.
La inquietud fundamental de las fuerzas de seguridad estriba en cómo frenar disturbios de diferente gravedad que puedan estallar “de una forma coordinada” en múltiples puntos de las principales capitales catalanas y, sobre todo, cómo evitar consecuencias dramáticas que puedan producirse en las intervenciones policiales. “La muerte accidental de un manifestante o de un ‘activista’ daría a los independentistas, a la extrema izquierda y a las instituciones golpistas catalanas un mártir, que es lo que más pueden desear en este momento”.