El origen del problema
Antonio Robles es un histórico luchador contra el fundamentalismo nacionalista en Cataluña, sobre todo en la enseñanza. Su libro “Historia de la resistencia antinacionalista en Cataluña” es una referencia imprescindible.
El profesorado, una vez depurado y moldeado a los gustos nacionalistas, totalmente politizado e indigno de tan alta función como es la educativa, es el baluarte, el pilar fundamental para lograr el cambio de cosmovisión y llevar a alumnos y sus padres a la cosmogonía nacionalista. Es un verdadero lavadero de cerebros formado por comisarios al servicio de los poderes caciquiles nacionalistas para configurar a las masas, para lograr la subversión del estado natural de las cosas y lograr desestabilizar todo un Estado, para poner a España contra las cuerdas y lograr las pulsiones nacionalistas. Si no, es incomprensible que tanta gente se muestre favorable al independentismo, por ser algo suicida y destructivo, y no soportar el mínimo rigor de análisis. Además, ha quedado demostrado que ese sector en Cataluña es el más politizado en la línea independentista de todos los ámbitos laborales.
Ese profesorado actúa de ariete, es el más concienciado en la travesía hacia el nirvana, hacia el paraíso prometido, en lugar de actuar en su función con la asepsia, la objetividad y la búsqueda de la verdad que es el principio esencial para producir el hecho educativo. Actúa, pues, como elemento adoctrinador por antonomasia.
La semana pasada escribí sobre una situación que me ha manifestado una madre: un hecho de clara actuación de proselitismo en un centro educativo a favor de una idea determinada; un relato sectario de nuestra historia próxima.
Ese profesorado actúa con un arma poderosa. Esa arma se llama currículo oculto, es decir, lo que no está escrito en los materiales didácticos pero que es el conjunto de relaciones sentimentales y lazos afectivos que hacen que el profesor se convierta en un líder ideológico si ese es su propósito.
La situación en Cataluña no tiene diferencias sustanciales con la evolución que han tenido los sindicatos nacionalistas en las elecciones sindicales en las Vascongadas. La falta de política propia de los partidos no nacionalistas y de estrategia política para frenar el independentismo se ha traducido en una inversión de resultados directamente proporcional al crecimiento del nacionalismo secesionista. Como el artículo de Antonio Robles en el que se refleja la realidad de las cosas de hoy en día, extraigo una cita que es la mejor prueba de lo que digo Transcribo literalmente la misma, pues yo no haría de otra forma que copiar lo que él dice. Mejor reproducir la fuente:
“Los sindicatos independentistas arrasan en la escuela catalana. Quizás el más significativo sea el de la Intersindical CSC, liderada por el exterrorista indultado de Terra Lliure y asesino del empresario Bultó. Pasa de cero representantes a 47. Y las gana Ustec-STEs, el sindicato mayoritario en la enseñanza pública no universitaria, cuyo ADN independentista propugna convertir el catalán en lengua oficial única de Cataluña. Pasa de 150 representantes a 162. Por el contrario, bajan todos los constitucionalistas. La infección indepe ha cuajado en la escuela.
Para hacerse una idea de la debilidad de los sindicatos no nacionalistas: CSIF (2), ANPE (2), USOC (4), CGT (24) y AMES (ni siquiera se presentó) suman entre todos 32 representantes, mientras que los secesionistas declarados –Ustec-STEs (162) e Intersindical-CSC (47)– o encubiertos –Aspepc-SPS (43), CCOO (58) y UGT (22)– suman 332. Los encubiertos, aunque no se declaren independentistas, participan de su relato y legitimación, y colaboran activamente en la imposición de la inmersión, en la imposición del catalán como única lengua oficial de las instituciones, en las multas lingüísticas, en la exclusión de la lengua española de la rotulación de la escuela, en el adoctrinamiento nacionalista, en la defensa de la campaña amarilla dentro del recinto escolar, en considerar a los políticos procesados por rebelión como "presos políticos", en exigir el indulto a los acusados, etc. Es decir, de todo lo que garantiza la desaparición del Estado en Cataluña.
Sólo la escasa participación (42,80%) relativiza la legitimación de unos sindicatos nacionalistas que tendrán a 332 maestros y profesores liberados para dedicar las 24 horas al activismo independentista en la enseñanza.”
Es, exactamente la misma situación que en las Vascongadas. Es casi mimético, lo mismo lo que ocurre aquí. ¿Por qué será? Lo he escrito tantas veces que no lo repito.
Y es que tienen más culpa los que lo permiten y no han hecho discursos políticos y doctrinales coherentes, lógicos, que nos representen a la absoluta mayoría de los ciudadanos. Aquellos cuyo único objeto es disfrutar del oropel del poder, de las prebendas, pero que poco hacen para atajar la carcoma, el cáncer que hace desmoronarse el cuerpo de nuestra Nación. Ellos son los verdaderos causantes. Los nacionalistas llevan el ADN de la separación en sus células. Ellos van a lo que van. A piñón fijo. Los rajoys, zapateros y demás ejemplares conniventes son los responsables.
El profesorado, una vez depurado y moldeado a los gustos nacionalistas, totalmente politizado e indigno de tan alta función como es la educativa, es el baluarte, el pilar fundamental para lograr el cambio de cosmovisión y llevar a alumnos y sus padres a la cosmogonía nacionalista. Es un verdadero lavadero de cerebros formado por comisarios al servicio de los poderes caciquiles nacionalistas para configurar a las masas, para lograr la subversión del estado natural de las cosas y lograr desestabilizar todo un Estado, para poner a España contra las cuerdas y lograr las pulsiones nacionalistas. Si no, es incomprensible que tanta gente se muestre favorable al independentismo, por ser algo suicida y destructivo, y no soportar el mínimo rigor de análisis. Además, ha quedado demostrado que ese sector en Cataluña es el más politizado en la línea independentista de todos los ámbitos laborales.
Ese profesorado actúa de ariete, es el más concienciado en la travesía hacia el nirvana, hacia el paraíso prometido, en lugar de actuar en su función con la asepsia, la objetividad y la búsqueda de la verdad que es el principio esencial para producir el hecho educativo. Actúa, pues, como elemento adoctrinador por antonomasia.
La semana pasada escribí sobre una situación que me ha manifestado una madre: un hecho de clara actuación de proselitismo en un centro educativo a favor de una idea determinada; un relato sectario de nuestra historia próxima.
Ese profesorado actúa con un arma poderosa. Esa arma se llama currículo oculto, es decir, lo que no está escrito en los materiales didácticos pero que es el conjunto de relaciones sentimentales y lazos afectivos que hacen que el profesor se convierta en un líder ideológico si ese es su propósito.
La situación en Cataluña no tiene diferencias sustanciales con la evolución que han tenido los sindicatos nacionalistas en las elecciones sindicales en las Vascongadas. La falta de política propia de los partidos no nacionalistas y de estrategia política para frenar el independentismo se ha traducido en una inversión de resultados directamente proporcional al crecimiento del nacionalismo secesionista. Como el artículo de Antonio Robles en el que se refleja la realidad de las cosas de hoy en día, extraigo una cita que es la mejor prueba de lo que digo Transcribo literalmente la misma, pues yo no haría de otra forma que copiar lo que él dice. Mejor reproducir la fuente:
“Los sindicatos independentistas arrasan en la escuela catalana. Quizás el más significativo sea el de la Intersindical CSC, liderada por el exterrorista indultado de Terra Lliure y asesino del empresario Bultó. Pasa de cero representantes a 47. Y las gana Ustec-STEs, el sindicato mayoritario en la enseñanza pública no universitaria, cuyo ADN independentista propugna convertir el catalán en lengua oficial única de Cataluña. Pasa de 150 representantes a 162. Por el contrario, bajan todos los constitucionalistas. La infección indepe ha cuajado en la escuela.
Para hacerse una idea de la debilidad de los sindicatos no nacionalistas: CSIF (2), ANPE (2), USOC (4), CGT (24) y AMES (ni siquiera se presentó) suman entre todos 32 representantes, mientras que los secesionistas declarados –Ustec-STEs (162) e Intersindical-CSC (47)– o encubiertos –Aspepc-SPS (43), CCOO (58) y UGT (22)– suman 332. Los encubiertos, aunque no se declaren independentistas, participan de su relato y legitimación, y colaboran activamente en la imposición de la inmersión, en la imposición del catalán como única lengua oficial de las instituciones, en las multas lingüísticas, en la exclusión de la lengua española de la rotulación de la escuela, en el adoctrinamiento nacionalista, en la defensa de la campaña amarilla dentro del recinto escolar, en considerar a los políticos procesados por rebelión como "presos políticos", en exigir el indulto a los acusados, etc. Es decir, de todo lo que garantiza la desaparición del Estado en Cataluña.
Sólo la escasa participación (42,80%) relativiza la legitimación de unos sindicatos nacionalistas que tendrán a 332 maestros y profesores liberados para dedicar las 24 horas al activismo independentista en la enseñanza.”
Es, exactamente la misma situación que en las Vascongadas. Es casi mimético, lo mismo lo que ocurre aquí. ¿Por qué será? Lo he escrito tantas veces que no lo repito.
Y es que tienen más culpa los que lo permiten y no han hecho discursos políticos y doctrinales coherentes, lógicos, que nos representen a la absoluta mayoría de los ciudadanos. Aquellos cuyo único objeto es disfrutar del oropel del poder, de las prebendas, pero que poco hacen para atajar la carcoma, el cáncer que hace desmoronarse el cuerpo de nuestra Nación. Ellos son los verdaderos causantes. Los nacionalistas llevan el ADN de la separación en sus células. Ellos van a lo que van. A piñón fijo. Los rajoys, zapateros y demás ejemplares conniventes son los responsables.