La salud dental constituye un aspecto sumamente importante en la vida de todas las personas. El cuidado va mucho más allá de la higiene, debido a que diversas enfermedades bucales pueden agravarse y complicar la vida de quien de las padece.

Desde pequeños, siempre ha sido necesario crear conciencia sobre lo vital que es tener una buena salud bucal. Acudir a una clínica dental debe estar en la agenda de todos, con el fin de mantenerse sano.

Descuidar la salud bucodental conlleva una serie de riesgos y enfermedades que, tarde o temprano aparecerán. Entre los problemas más comunes se encuentran:

Caries

En el  problema número uno. La caries es un problema dental que afecta a niños y adultos por igual. Su principal motivo es el tipo de alimentos que se consumen, además de una falta de higiene adecuada.

Las caries son una enfermedad en la que los dientes se van destruyendo debido a una necrosis de su tejido. Básicamente se van creando agujeros o cavidades hasta el punto de que el diente se cae o deja de servir.

Afortunadamente este es un problema que puede tratarse. Al acudir al odontólogo, este es capaz de reparar la caries y, con ello, el diente afectado.

Gingivitis

Se trata de un problema dental que afecta a las encías y que, de no tratarse a tiempo, puede crear consecuencias en el hueso.

La gingivitis ocurre cuando se acumula un exceso de bacterias alrededor de los dientes. Estas aparecen cuando los restos de las comidas no son eliminados con una limpieza adecuada y periódica. A la larga este problema ocasiona que las encías comiencen a sangrar y se inflamen.

Según cifras, aproximadamente el 59,8 % de los españoles padece de este problema. El tratamiento es simple: una limpieza dental por parte del odontólogo y mejorar los hábitos personales de higiene.

Bruxismo

El bruxismo es una afección, generalmente involuntaria, que consiste en hacer rechinar los dientes. Es común que ocurra durante los momentos de mayor estrés, aunque su principal manifestación sucede al dormir.

Si bien este problema dental no tiene consecuencias excesivas, puede ser síntoma de otras afecciones mayores. El bruxismo está relacionado con la ansiedad, la depresión y el estrés. Puede generar desgaste de los dientes, debido a que están en constante roce.

Las malas posturas dentales, los hábitos no adecuados de sueño, e incluso la mala alimentación pueden ocasionarlo. Su tratamiento principal es el uso de protectores dentales.

Periodontitis

Es lo que ocurre en caso de que no se trate una gingivitis. La inflamación y el sangrado que antes aparecía en una parte de las encías se extienden, e incluso llegan a esa sección que se encarga de sostener al diente y daña al hueso. El resultado es la caída de la pieza dental.

La periodontitis afecta a más del 25 % de los españoles. Tiene diversos tipos y formas de tratamiento. Sin embargo, lo ideal es atenderla cuando aún es posible salvar al diente.

Halitosis o mal aliento

Esta enfermedad tiene su origen en una higiene no adecuada de la boca. La limpieza constituye una de las principales maneras de evitarla, aunque cuando esta es mayor, lo ideal es acudir a un odontólogo para que realice un tratamiento profundo.

La halitosis, al igual que los dientes descolocados, está muy ligada a la estética. No obstante, en algunos casos pueden ser los síntomas de enfermedades mayores, como el cáncer bucal o deficiencias que afecten a los riñones o el hígado.