Las siluetas de Platón
(Para el diario digital La Tribuna del País Vasco,
que soporta mis constantes mutaciones poéticas)
Es tan ambiguo este ser,
que si se ve desde fuera,
vuelve a ponerse otra vez
de diferente manera.
Cuando parece evidente,
la duda lo desbarata,
no es pasado ni presente,
cualquier futuro lo mata.
Si el pensamiento organiza
su variedad material,
lo que en el espacio se fija,
el tiempo lo hace variar.
Existe porque se huele,
se toca y es sucesivo,
burlón, astuto y vivo,
no se sabe por qué duele.
Este es el dilema, poeta,
escribes y al escribir,
ignoras si tu decir
tiene más tinta que letra.
Estamos, dijo Platón,
atados en una cueva,
lo que vemos sólo son
siluetas, sólo siluetas.
(Para el diario digital La Tribuna del País Vasco,
que soporta mis constantes mutaciones poéticas)
Es tan ambiguo este ser,
que si se ve desde fuera,
vuelve a ponerse otra vez
de diferente manera.
Cuando parece evidente,
la duda lo desbarata,
no es pasado ni presente,
cualquier futuro lo mata.
Si el pensamiento organiza
su variedad material,
lo que en el espacio se fija,
el tiempo lo hace variar.
Existe porque se huele,
se toca y es sucesivo,
burlón, astuto y vivo,
no se sabe por qué duele.
Este es el dilema, poeta,
escribes y al escribir,
ignoras si tu decir
tiene más tinta que letra.
Estamos, dijo Platón,
atados en una cueva,
lo que vemos sólo son
siluetas, sólo siluetas.