Numerosos estadounidenses creen que la creación y la difusión de noticias falsas están causando un daño significativo a la nación, según una nueva encuesta del Centro de Investigación Pew realizada entre el 19 de febrero y el 4 de marzo de 2019 con la participación de 6.127 adultos.

Los ciudadanos norteamericanos consultados creen que las informaciones inventadas son un problema más grave para el país que el terrorismo, la inmigración ilegal o el racismo. Además, casi siete de cada diez adultos de EE.UU. (68%) dicen que las noticias e información inventadas tienen un gran impacto en la confianza de los estadounidenses en las instituciones gubernamentales, y aproximadamente la mitad (54%) dice que están teniendo un gran impacto en la confianza mutua de los ciudadanos.

Los adultos estadounidenses culpan a los líderes políticos y activistas mucho más que a los periodistas por la creación de noticias inventadas con la intención de engañar al público. Pero creen que es principalmente responsabilidad de los periodistas solucionar un problema que, mayoritariamente, piensan que empeorá en el futuro.

La gran mayoría de los estadounidenses dicen que con frecuencia se encuentran con noticias falsas y que, de hecho, esta situación les ha obligado a cambiar su forma de acercarse a la información. La información manipulada y mentirosa preocupa especialmente a los ciudadanos conservadores, a quienes tienen una una mayor conciencia política y a los de más edad.

El público señala a dos grupos de personas como las principales fuentes de las noticias inventadas: líderes políticos y grupos activistas (oenegés). Cerca de seis de cada diez adultos estadounidenses (57%) dicen que los líderes políticos y sus equipos crean muchas noticias inventadas, y aproximadamente la mitad (53%) dicen lo mismo de los grupos activistas.