Podemos: Viaje al país de nunca jamás
Estos nuevos-viejos políticos son como aquellos galos: Astérix y Obélix están encarnados en Iglesias y Montero. Mejor dicho, Catedrales y Cordillera. Algo locos puede que estén. Además tienen esa picardía propia del personaje hispano. Se han creído sus propias mentiras. Están tratando de sorprendernos con su "ingenio" a lo Rinconete y Cortadillo. Dicho en román paladino: han creído que los demás nos hemos caído de un guindo -en Galicia, un eucalipto-.
No sólo tienen la verdad, ellos son la verdad. No sólo tiene la manija del rumbo; ellos son el rumbo. No sólo son los mejores predicadores, ellos son el espíritu santo. No sólo representan al pueblo, es que sin ellos no hay pueblo...
¿Qué hay de lo mío?. La cuestión era entrar a ser ministro, con cartera, soldada, pompa y asesores. Estaban dispuestos a jurar lealtad inquebrantable al jefe, si les daba sillón en la curia del poder gubernamental. Pero cuidado. A los elegidos. No valía cualquiera. Lo que sólo puede explicarse por tres conductos. El altísimo concepto que tienen de ellos/as mismos. Las necesidades personales e intransferibles que pretenden corregir. El desprecio absoluto a los demás que sólo son mariachis en la serenata.
Cuando se ha hecho público el documento de las pretensiones del partido morado, hasta los más lerdos lo han entendido. Se trata de formar un Gobierno dentro del propio Gobierno. Así que no se trata de una coalición, se trata de un gobierno bicefálico. O algo así como aquel acuerdo entre Castilla y Aragón de los Reyes Católicos, donde "tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando". Pero a pesar de la ingeniosa fórmula para hacer a la señora Cordillera, lideresa, faraona, presidenta bis, mater et magistra, los socialistas con 140 años de experiencia les han visto la patita y no les mola el diseño.
Algo sí hemos aprendido. No sabíamos a que venía lo de cambiar unidos por unidas. Está al descubierto. Lo único que une a los morados, en todo el Estado de las autonomías, es la legítima lucha por la igualdad de las mujeres con respecto a los hombres. Lo demás, por libre. Cada maestrillo/a en su comunidad, ayuntamiento, parlamento y círculo, tiene sus propias aspiraciones, creencias y prácticas socio-políticas. ¡Ahí es nada!. Amén de aguantar a la joven Cordillera y sus montañas, habrá que negociar con todas y todos los que conforman el plantel de adheridos a los círculos que votan vía Internet, si bien cada vez son menos.
Siempre hemos sostenido que la convivencia es el secreto mejor guardado de la humanidad. Es ciencia o arte, requiere de mucha madurez, pero sobre todo lealtad, una virtud escasa. Podemos pretende gobernar para tocar poder. Podemos quiere tocar poder para ganar votantes. Podemos sabe a ciencia cierta que tras los acontecimientos que ha protagonizado, está cuesta abajo y perdiendo la confianza de todos los románticos que nos llegamos a creer que iban a cambiar el mundo. Nuestro mundo. Pero sólo querían cambiar su mundo. Vivir mejor. Ser importantes.
Pero una vez, en el peor de los casos, que hubieran adquirido las condición de ministros/as, además de vigilar la confección de sus nóminas, me asaltan otras duda de "menor cuantía". ¿Seguirán diciendo que en España hay presos políticos?. ¿Seguirán justificando el referéndum para Cataluña y su derecho a la autodeterminación?. ¿Qué postura institucional adoptarán cuando se haga pública la sentencia de los golpistas a inventario de la República en Cataluña?.
Por lo demás. No aportarán nada. Se ha visto que como pronosticó Marx, cada hombre o mujer tiene un precio. Y es que me imagino a Doña Cordillera, para poder aplicarle las frases del marxismo -Groucho Marx- "Si eres capaz de hablar sin parar, al final te saldrá algo gracioso, brillante e inteligente". "Nunca pertenecería a un club que admitiera como miembro a alguien como yo".
Pero las faltas de respeto a los ciudadanos también se han dado por la derecha. ¿Qué pinta el señor Maroto tratando de acceder al Senado de España en representación de las Cortes de Castilla y León?. ¡Qué poca vergüenza!. Primero, le sacuden en Álava. Después trata de convencer a los de su PP que la culpa y los errores en la campaña fueron de uno que pasaba por allí. Pero a la fuerza ahorcan. Hay que ganarse el pan, y no con el sudor de la frente. Basta con usar la democracia y usurpar el espacio representativo a los castellanos. No creo que se atreva a ponerse en el balcón de la Virgen Blanca en su Vitoria natal para recibir a Celedón. Ha renunciado a su ciudadanía alavesa por un plato de lentejas.
Pero volvamos a Podemos. ¡Se acabó la conquista de los cielos!. Los días de Catedrales están contados. Ahora tras frenarle en seco la huida hacia delante deberá explicarle a sus bases todos los desaguisados en que ha convertido aquella formación de jóvenes universitarios, a los que Cordillera se ha encargado de irles segando la yerba de los pies para dejarla a ella como santo y seña de unidas.
El debate previo a la votación definitiva para la presidencia del Gobierno de España, ha dejado dos mensajes directos o subliminales: Podemos no es de fiar. Podemos es poder. Me recuerda a un hombretón que veraneaba en mi pueblo. Se llamaba Pacón. Y explicaba que tal nombre significaba poder activo con orientación natural.
Todo indica que Iglesias se ha suicidado políticamente. Todo indica que Sánchez, por tercera vez, ha consumado su venganza. Primero fue regresando al PSOE y obligando a irse a los que le habían echado en aquella fatídica reunión de la calle Ferraz en Madrid. Segundo fue encabezando la moción de censura que terminó con la carrera política de Rajoy. Tercero ha sido la trampa que le ha preparado a Iglesias, quien había tenido la tentación de sustituir al PSOE que acaba de cumplir 140 años. Y es que ¡Roma no paga traidores!.
Estos nuevos-viejos políticos son como aquellos galos: Astérix y Obélix están encarnados en Iglesias y Montero. Mejor dicho, Catedrales y Cordillera. Algo locos puede que estén. Además tienen esa picardía propia del personaje hispano. Se han creído sus propias mentiras. Están tratando de sorprendernos con su "ingenio" a lo Rinconete y Cortadillo. Dicho en román paladino: han creído que los demás nos hemos caído de un guindo -en Galicia, un eucalipto-.
No sólo tienen la verdad, ellos son la verdad. No sólo tiene la manija del rumbo; ellos son el rumbo. No sólo son los mejores predicadores, ellos son el espíritu santo. No sólo representan al pueblo, es que sin ellos no hay pueblo...
¿Qué hay de lo mío?. La cuestión era entrar a ser ministro, con cartera, soldada, pompa y asesores. Estaban dispuestos a jurar lealtad inquebrantable al jefe, si les daba sillón en la curia del poder gubernamental. Pero cuidado. A los elegidos. No valía cualquiera. Lo que sólo puede explicarse por tres conductos. El altísimo concepto que tienen de ellos/as mismos. Las necesidades personales e intransferibles que pretenden corregir. El desprecio absoluto a los demás que sólo son mariachis en la serenata.
Cuando se ha hecho público el documento de las pretensiones del partido morado, hasta los más lerdos lo han entendido. Se trata de formar un Gobierno dentro del propio Gobierno. Así que no se trata de una coalición, se trata de un gobierno bicefálico. O algo así como aquel acuerdo entre Castilla y Aragón de los Reyes Católicos, donde "tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando". Pero a pesar de la ingeniosa fórmula para hacer a la señora Cordillera, lideresa, faraona, presidenta bis, mater et magistra, los socialistas con 140 años de experiencia les han visto la patita y no les mola el diseño.
Algo sí hemos aprendido. No sabíamos a que venía lo de cambiar unidos por unidas. Está al descubierto. Lo único que une a los morados, en todo el Estado de las autonomías, es la legítima lucha por la igualdad de las mujeres con respecto a los hombres. Lo demás, por libre. Cada maestrillo/a en su comunidad, ayuntamiento, parlamento y círculo, tiene sus propias aspiraciones, creencias y prácticas socio-políticas. ¡Ahí es nada!. Amén de aguantar a la joven Cordillera y sus montañas, habrá que negociar con todas y todos los que conforman el plantel de adheridos a los círculos que votan vía Internet, si bien cada vez son menos.
Siempre hemos sostenido que la convivencia es el secreto mejor guardado de la humanidad. Es ciencia o arte, requiere de mucha madurez, pero sobre todo lealtad, una virtud escasa. Podemos pretende gobernar para tocar poder. Podemos quiere tocar poder para ganar votantes. Podemos sabe a ciencia cierta que tras los acontecimientos que ha protagonizado, está cuesta abajo y perdiendo la confianza de todos los románticos que nos llegamos a creer que iban a cambiar el mundo. Nuestro mundo. Pero sólo querían cambiar su mundo. Vivir mejor. Ser importantes.
Pero una vez, en el peor de los casos, que hubieran adquirido las condición de ministros/as, además de vigilar la confección de sus nóminas, me asaltan otras duda de "menor cuantía". ¿Seguirán diciendo que en España hay presos políticos?. ¿Seguirán justificando el referéndum para Cataluña y su derecho a la autodeterminación?. ¿Qué postura institucional adoptarán cuando se haga pública la sentencia de los golpistas a inventario de la República en Cataluña?.
Por lo demás. No aportarán nada. Se ha visto que como pronosticó Marx, cada hombre o mujer tiene un precio. Y es que me imagino a Doña Cordillera, para poder aplicarle las frases del marxismo -Groucho Marx- "Si eres capaz de hablar sin parar, al final te saldrá algo gracioso, brillante e inteligente". "Nunca pertenecería a un club que admitiera como miembro a alguien como yo".
Pero las faltas de respeto a los ciudadanos también se han dado por la derecha. ¿Qué pinta el señor Maroto tratando de acceder al Senado de España en representación de las Cortes de Castilla y León?. ¡Qué poca vergüenza!. Primero, le sacuden en Álava. Después trata de convencer a los de su PP que la culpa y los errores en la campaña fueron de uno que pasaba por allí. Pero a la fuerza ahorcan. Hay que ganarse el pan, y no con el sudor de la frente. Basta con usar la democracia y usurpar el espacio representativo a los castellanos. No creo que se atreva a ponerse en el balcón de la Virgen Blanca en su Vitoria natal para recibir a Celedón. Ha renunciado a su ciudadanía alavesa por un plato de lentejas.
Pero volvamos a Podemos. ¡Se acabó la conquista de los cielos!. Los días de Catedrales están contados. Ahora tras frenarle en seco la huida hacia delante deberá explicarle a sus bases todos los desaguisados en que ha convertido aquella formación de jóvenes universitarios, a los que Cordillera se ha encargado de irles segando la yerba de los pies para dejarla a ella como santo y seña de unidas.
El debate previo a la votación definitiva para la presidencia del Gobierno de España, ha dejado dos mensajes directos o subliminales: Podemos no es de fiar. Podemos es poder. Me recuerda a un hombretón que veraneaba en mi pueblo. Se llamaba Pacón. Y explicaba que tal nombre significaba poder activo con orientación natural.
Todo indica que Iglesias se ha suicidado políticamente. Todo indica que Sánchez, por tercera vez, ha consumado su venganza. Primero fue regresando al PSOE y obligando a irse a los que le habían echado en aquella fatídica reunión de la calle Ferraz en Madrid. Segundo fue encabezando la moción de censura que terminó con la carrera política de Rajoy. Tercero ha sido la trampa que le ha preparado a Iglesias, quien había tenido la tentación de sustituir al PSOE que acaba de cumplir 140 años. Y es que ¡Roma no paga traidores!.











