Según la felicitación navideña del Ejército de Tierra, esta institución, dependiente de un Ministerio de Defensa que tiene un presupuesto anual que supera los 10.000 millones de euros, se dedica a mantener su presencia en el mundo convirtiéndose en el enfermero y el partero más caro del planeta.

La vídeo-felicitación muestra a un Ejército de Tierra sin armas, convertido en una gigantesca organización hospitalaria, dedicado a ayudar a traer bebés al mundo y orgulloso de ser una monumental oenegé cuyos vicios pagamos todos los españoles.

Mientras Cataluña desafía un día sí y otro también a la democracia española, al mismo tiempo que un Gobierno en funciones bordea cotidianamente el delito de alta traición, mientras las fronteras de España son asediadas continuamente y cuando un soldado español apenas gana 900 euros mensuales, el Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido convertir al Ministerio de Defensa y al Ejército de Tierra en estructuras gigantescas abracadabrantemente nulas que apenas sirven para llevar tiritas a diferentes lugares del mundo.

Si cada español, incluyendo niños, paga anualmente la friolera de 200 euros anuales para, según se observa en el vídeo, mantener a un Ejercito lerdo e inane dedicado a tareas propias de cuelquier pequeña oenegé, es que algo está fallando dramáticamente en el país. Y falla más aún, hasta la vergüenza o el desatino total, cuando, además, el Ministerio de Defensa se enorgullece de difundir públicamente su fatuo quehacer internacional. De escándalo.