Tras la reunión del Comité Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha anunciado un “Plan de Transición a la Nueva Normalidad”. Se trata de un proyecto que debe ser compartido tanto con el Gobierno español como con las Diputaciones forales y que está condicionado por las limitaciones establecidas por las autoridades sanitarias.

Urkullu ha explicado que su propuesta se asienta sobre la recuperación progresiva de los hábitos que acerquen poco a poco a la normalidad, y deberá respetar tres condiciones:

• Restricción de cualquier tipo de agrupación de personas sin distanciamiento físico de dos metros.

• Uso de mascarillas en situaciones de proximidad física entre personas.

• Mantenimiento de las medidas de higiene personal y de limpieza de espacios compartidos.

“Estas tres condiciones se deberán sostener durante el tiempo necesario para garantizar que la pandemia ha sido completamente superada. Todos deberemos acostumbrarnos a ser responsables y constantes en su mantenimiento”, ha matizado Urkullu.

De este modo, el Lehendakari ha informado que propondrá al Presidente Sánchez que se activen, con carácter prioritario a partir del próximo día 26, varias medidas de descompresión social y económica:

* Permitir de forma escalonada salidas a la calle de menores y adultos pertenecientes a colectivos con necesidades especiales.

* Preparar la apertura limitada y escalonada de comercios y pequeños negocios, con estrictas medidas de seguridad y de distanciamiento físico.

* Autorizar la realización de actividad física de manera individual, en condiciones de limitación de tiempo y prohibiendo de manera estricta la agrupación de personas.

* Establecer un protocolo específico para el ámbito de la Educación, una vez contrastado con la comunidad educativa. 

* Organizar la vuelta progresiva a la normalidad en la propia Administración pública.