Sigue siendo una de las cirugías estrella y su popularidad va en aumento
Datos a tener en cuenta antes de un aumento de pecho
Es el anhelo de muchas mujeres, tener un pecho bonito. Desde hace muchos años el aumento de pecho es la cirugía estética más demandada.
Pero antes de realizar una mamoplastia de aumento hay que plantearse algunas cuestiones muy sencillas pero que son necesarias para que el resultado sea realmente satisfactorio. Lo primero es saber en qué consiste y aquí es importante tener en cuenta que el proceso comienza con una simulación para saber qué es lo que realmente se necesita.
Porque la tendencia, la moda o el tener como referente a una persona conocida no deberían ser el patrón. En mujeres más jóvenes puede tener un resultado más óptimo el implante mamario que consigue unos pechos más grandes, pero en mujeres adultas con una talla tan grande se consigue un efecto menos elegante. La armonía entre la talla y volumen y la proporción con el resto del cuerpo es algo elemental. La belleza es subjetiva y un buen profesional ha de valorar y aconsejar qué es lo más adecuado, teniendo siempre presente el deseo de la paciente.
El segundo punto y no menos importante es elegir un buen cirujano. Ante una intervención así no se puede arriesgar. La técnica y la experiencia van a ser elementales en el resultado. En este sentido también es reseñable tener en cuenta el tiempo del postoperatorio, en el que va a influir la duración de la intervención (mayor inflamación, mayor dolor postoperatorio, etc.). No es lo mismo estar en el quirófano una hora que dos. En cuanto a este postoperatorio hay que preguntar al cirujano todo lo que sea necesario para tener claros los plazos de reposo y los de vuelta progresiva a la normalidad e incluso a la realización de ejercicio.
Las otras preocupaciones que se pueden diluir
Otro de los aspectos que se plantean las mujeres que se enfrentan a una mamoplastia es si se puede producir posteriormente una rotura o incidencia. Y han de saber que la posibilidad existe pero es muy remota. Se trata de un hecho realmente excepcional.
Hay tres formas de realizar la intervención, con sus tres pequeñas cicatrices. El sistema más común por sus excelentes resultados es el submamario, introduciendo el implante mediante una pequeña incisión de tres o cuatro centímetros debajo del pecho. Se trata de una cicatriz que con el paso del tiempo queda bastante disimulada.
Otros accesos posibles son el areolar, por el margen externo inferior de la areola; y el axilar. El cirujano también recomendará si colocar el implante por debajo del músculo pectoral, que es la técnica más usada, o si se aconseja otra opción.
Cuando las mujeres se plantean ser madres
Se escucha mucho en las consultas la inseguridad que presentan las mujeres ante una operación de aumento de mamas si luego tienen la intención de ser madres. En cuestiones puramente estéticas esto depende de cada mujer. Si se trata de alguien que ya tenía anteriormente un pecho pequeño, aunque aumente de volumen durante la gestación después todo volverá a su orden y además no se producirá el efecto de pecho caído.
Diferente es la situación, hay que matizar, cuando la persona ya tiene una talla mediana o relativamente grande porque en estos casos se podría aconsejar esperar a después del parto y la lactancia por si el peso produce una caída del pecho.
Nunca es tarde para plantearse esta intervención que mantiene su éxito a lo largo de los años y que presenta una técnica cada vez más avanzada y segura.
Es el anhelo de muchas mujeres, tener un pecho bonito. Desde hace muchos años el aumento de pecho es la cirugía estética más demandada.
Pero antes de realizar una mamoplastia de aumento hay que plantearse algunas cuestiones muy sencillas pero que son necesarias para que el resultado sea realmente satisfactorio. Lo primero es saber en qué consiste y aquí es importante tener en cuenta que el proceso comienza con una simulación para saber qué es lo que realmente se necesita.
Porque la tendencia, la moda o el tener como referente a una persona conocida no deberían ser el patrón. En mujeres más jóvenes puede tener un resultado más óptimo el implante mamario que consigue unos pechos más grandes, pero en mujeres adultas con una talla tan grande se consigue un efecto menos elegante. La armonía entre la talla y volumen y la proporción con el resto del cuerpo es algo elemental. La belleza es subjetiva y un buen profesional ha de valorar y aconsejar qué es lo más adecuado, teniendo siempre presente el deseo de la paciente.
El segundo punto y no menos importante es elegir un buen cirujano. Ante una intervención así no se puede arriesgar. La técnica y la experiencia van a ser elementales en el resultado. En este sentido también es reseñable tener en cuenta el tiempo del postoperatorio, en el que va a influir la duración de la intervención (mayor inflamación, mayor dolor postoperatorio, etc.). No es lo mismo estar en el quirófano una hora que dos. En cuanto a este postoperatorio hay que preguntar al cirujano todo lo que sea necesario para tener claros los plazos de reposo y los de vuelta progresiva a la normalidad e incluso a la realización de ejercicio.
Las otras preocupaciones que se pueden diluir
Otro de los aspectos que se plantean las mujeres que se enfrentan a una mamoplastia es si se puede producir posteriormente una rotura o incidencia. Y han de saber que la posibilidad existe pero es muy remota. Se trata de un hecho realmente excepcional.
Hay tres formas de realizar la intervención, con sus tres pequeñas cicatrices. El sistema más común por sus excelentes resultados es el submamario, introduciendo el implante mediante una pequeña incisión de tres o cuatro centímetros debajo del pecho. Se trata de una cicatriz que con el paso del tiempo queda bastante disimulada.
Otros accesos posibles son el areolar, por el margen externo inferior de la areola; y el axilar. El cirujano también recomendará si colocar el implante por debajo del músculo pectoral, que es la técnica más usada, o si se aconseja otra opción.
Cuando las mujeres se plantean ser madres
Se escucha mucho en las consultas la inseguridad que presentan las mujeres ante una operación de aumento de mamas si luego tienen la intención de ser madres. En cuestiones puramente estéticas esto depende de cada mujer. Si se trata de alguien que ya tenía anteriormente un pecho pequeño, aunque aumente de volumen durante la gestación después todo volverá a su orden y además no se producirá el efecto de pecho caído.
Diferente es la situación, hay que matizar, cuando la persona ya tiene una talla mediana o relativamente grande porque en estos casos se podría aconsejar esperar a después del parto y la lactancia por si el peso produce una caída del pecho.
Nunca es tarde para plantearse esta intervención que mantiene su éxito a lo largo de los años y que presenta una técnica cada vez más avanzada y segura.