Grandes empresas de EE.UU. y Europa también son beneficiadas
La economía bolivariana de Nicolás Maduro enriquece a los agricultores y granjeros estadounidenses
Los agricultores y granjeros estadounidenses están de suerte pues, paradójicamente para el Gobierno venezolano, están siendo los primeros y grandes beneficiados de las medidas de socialismo económico puestas en marcha en su momento por Hugo Chávez y reforzadas por el actual presidente del país, Nicolás Maduro.
Desde hace más de 15 años, las estrategias económicas bolivarianas implementadas en Venezuela por Chávez primero, y ahora por Maduro, se han convertido en auténticas máquinas de hacer dinero para los productores rurales estadounidenses. Decisiones que se han tomado en Venezuela, “para beneficiar a los pobres”, como la nacionalización de granjas, la redistribución de las tierras cultivables o el control estricto del precio de los alimentos, han convertido a este país que antes era, por ejemplo, un fuerte exportador de arroz, en un claro importador de este cereal. De hecho, en 2013, las ventas norteamericanas de este grano a Venezuela se incrementaron en casi un 70%, según datos del Departamento de Agricultura.
Hay otro dato sumamente revelador que pone de manifiesto cómo la economía bolivariana se está empobreciendo y está pasando a depender, cada vez más, del resto del mundo: en el año 2000, Venezuela importaba bienes por un valor anual de 15.000 millones de dólares; en 2012, las importaciones venezolanas ascendían a 60.000 millones de dólares. En el caso concreto de Estados Unidos, las exportaciones desde este país a Venezuela se incrementaron un 16% entre 2011 y 2012.
Pero es que, además, quienes más se han beneficiado durante los últimos años de las decisiones económicas del dúo Chávez-Maduro han sido algunas empresas multinacionales que representan a la perfección todo lo que el socialismo bolivariano dice “odiar” del capitalismo occidental: la siderúrgica estadounidense Alcoa; la anglosuiza Gleoncore Strata PLC, o la constructora brasileña Odebrech, entre otras.
Otro dato. El pasado mes de mayo, las autoridades venezolanas anunciaron la compra de 50 millones de rollos de papel higiénico para paliar la carencia de este producto en los supermercados del país: el proveedor fue la firma estadounidense Kimberly-Clarck.
Más información sobre este tema en "The Wall Street Journal"
Los agricultores y granjeros estadounidenses están de suerte pues, paradójicamente para el Gobierno venezolano, están siendo los primeros y grandes beneficiados de las medidas de socialismo económico puestas en marcha en su momento por Hugo Chávez y reforzadas por el actual presidente del país, Nicolás Maduro.
Desde hace más de 15 años, las estrategias económicas bolivarianas implementadas en Venezuela por Chávez primero, y ahora por Maduro, se han convertido en auténticas máquinas de hacer dinero para los productores rurales estadounidenses. Decisiones que se han tomado en Venezuela, “para beneficiar a los pobres”, como la nacionalización de granjas, la redistribución de las tierras cultivables o el control estricto del precio de los alimentos, han convertido a este país que antes era, por ejemplo, un fuerte exportador de arroz, en un claro importador de este cereal. De hecho, en 2013, las ventas norteamericanas de este grano a Venezuela se incrementaron en casi un 70%, según datos del Departamento de Agricultura.
Hay otro dato sumamente revelador que pone de manifiesto cómo la economía bolivariana se está empobreciendo y está pasando a depender, cada vez más, del resto del mundo: en el año 2000, Venezuela importaba bienes por un valor anual de 15.000 millones de dólares; en 2012, las importaciones venezolanas ascendían a 60.000 millones de dólares. En el caso concreto de Estados Unidos, las exportaciones desde este país a Venezuela se incrementaron un 16% entre 2011 y 2012.
Pero es que, además, quienes más se han beneficiado durante los últimos años de las decisiones económicas del dúo Chávez-Maduro han sido algunas empresas multinacionales que representan a la perfección todo lo que el socialismo bolivariano dice “odiar” del capitalismo occidental: la siderúrgica estadounidense Alcoa; la anglosuiza Gleoncore Strata PLC, o la constructora brasileña Odebrech, entre otras.
Otro dato. El pasado mes de mayo, las autoridades venezolanas anunciaron la compra de 50 millones de rollos de papel higiénico para paliar la carencia de este producto en los supermercados del país: el proveedor fue la firma estadounidense Kimberly-Clarck.
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