Destination Finale: Saint Sébastien
La ciudad trata de recuperar poco a poco lo que ha sido hasta hace unos meses y el penúltimo espaldarazo para lograrlo son ellos, oui, los franceses.
El Topo llega a su destino final, Amara-Easo, las puertas se abren y los andenes quedan inundados por una abigarrada y parlanchina muchedumbre que se desparrama por la ciudad; tienen un nexo, ils parlent fran¢ais; a su vez, cientos de vehículos buscan afanosamente una plaza de aparcamiento, todos ellos llevan en la matrícula la letra <<F>> que identifica su origen.
Las calles, paseos y, por supuesto, la Parte Vieja reciben por doquier a esa multitud ávida de empaparse de la ciudad y ansiosa por consumir de todo con gran regocijo por parte de hosteleros, comerciantes y Ayuntamiento, que ven como gracias a ello sus respectivas cajas registradoras, la recaudación, se animan al son de la Marsellesa. Oh la la. Cuando se van, cada uno de ellos se lleva algo de la ciudad que dará a conocer al llegar a su lugar de residencia lo que hará que otros se animen a venir y así suma y sigue. Es una partida en la que todos ganan.
Una siniestra y suicida campaña ha ido tomando cuerpo, no mucho, durante los últimos años mediante la cual se protestaba por la venida de tantos visitantes y se les invitaba a no hacerlo. ¿Se habrán alegrado sus promotores al comprobar que durante un largo trimestre las calles de la ciudad con prácticamente todo cerrado a cal y canto se asemejaban a las de los cementerios en las que solo se oye un silencio sepulcral?. Bastante tenemos con un virus como para alentar y padecer otros.
Quien habla de la capital donostiarra lo hace por extensión también de Irún, la zona de Behobia, y por supuesto de todo el territorio guipuzcoano. Ansiamos regresar a la normalidad de siempre, la auténtica y genuina normalidad de una alegre y enriquecedora Torre de Babel sin restricciones salvo un comportamiento cívico.
Recuerdo con cariño y nostalgia un comercio pionero en San Sebastián, todavía existe, que en la parte superior central de su puerta exhibía el siguiente rótulo: "Au rendez vous des fran¢ais" acompañado de la bandera tricolor.
Las fronteras vuelven a abrirse y San Sebastián, Donostia, La Bella Easo, Saint Sébastien, es eso, " la cita de los franceses". Bienvenus chez vous, Bienvenidos a su casa.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
La ciudad trata de recuperar poco a poco lo que ha sido hasta hace unos meses y el penúltimo espaldarazo para lograrlo son ellos, oui, los franceses.
El Topo llega a su destino final, Amara-Easo, las puertas se abren y los andenes quedan inundados por una abigarrada y parlanchina muchedumbre que se desparrama por la ciudad; tienen un nexo, ils parlent fran¢ais; a su vez, cientos de vehículos buscan afanosamente una plaza de aparcamiento, todos ellos llevan en la matrícula la letra <<F>> que identifica su origen.
Las calles, paseos y, por supuesto, la Parte Vieja reciben por doquier a esa multitud ávida de empaparse de la ciudad y ansiosa por consumir de todo con gran regocijo por parte de hosteleros, comerciantes y Ayuntamiento, que ven como gracias a ello sus respectivas cajas registradoras, la recaudación, se animan al son de la Marsellesa. Oh la la. Cuando se van, cada uno de ellos se lleva algo de la ciudad que dará a conocer al llegar a su lugar de residencia lo que hará que otros se animen a venir y así suma y sigue. Es una partida en la que todos ganan.
Una siniestra y suicida campaña ha ido tomando cuerpo, no mucho, durante los últimos años mediante la cual se protestaba por la venida de tantos visitantes y se les invitaba a no hacerlo. ¿Se habrán alegrado sus promotores al comprobar que durante un largo trimestre las calles de la ciudad con prácticamente todo cerrado a cal y canto se asemejaban a las de los cementerios en las que solo se oye un silencio sepulcral?. Bastante tenemos con un virus como para alentar y padecer otros.
Quien habla de la capital donostiarra lo hace por extensión también de Irún, la zona de Behobia, y por supuesto de todo el territorio guipuzcoano. Ansiamos regresar a la normalidad de siempre, la auténtica y genuina normalidad de una alegre y enriquecedora Torre de Babel sin restricciones salvo un comportamiento cívico.
Recuerdo con cariño y nostalgia un comercio pionero en San Sebastián, todavía existe, que en la parte superior central de su puerta exhibía el siguiente rótulo: "Au rendez vous des fran¢ais" acompañado de la bandera tricolor.
Las fronteras vuelven a abrirse y San Sebastián, Donostia, La Bella Easo, Saint Sébastien, es eso, " la cita de los franceses". Bienvenus chez vous, Bienvenidos a su casa.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria