Torquemada Siglo XXI
El falso progresismo, en realidad involucionismo, ha dado un paso más sustituyendo el título de una obra clásica "Diez Negritos", eliminando la segunda palabra; vemos con desazón cómo un tsunami inquisidor y mojigato va arrasando con paso firme toda manifestación cultural que según ese movimiento sea tachada de racista y/o machista. Películas, pinturas, esculturas, obras literarias son arrojadas a un fuego todavía metafórico, pero cuyas llamas son tan vivaces como las del fuego real; alguien debe poner coto a esta pauperización cultural que pretende crear un mundo feliz, inculto y pacato, convirtiendo la sociedad en un rebaño ovejuno, pastueño, en el que todos vivamos estabulados y lobotomizados con una mente acrítica como consecuencia de las anteojeras que sin darnos cuenta nos obligan a llevar. La amenaza magistralmente narrada en "Fahrenheit 451" pende de nuestras cabezas cual espada de Damocles. Europa como civilización y aporte cultural en todos los aspectos no puede ser secuestrada como la princesa que le dio su nombre. Es hora de que toda la clase política del continente, y la española, dejen de manosear el término cultura y lo defiendan con uñas y dientes. De lo contrario, nos espera un futuro muy negro, nigérrimo.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
El falso progresismo, en realidad involucionismo, ha dado un paso más sustituyendo el título de una obra clásica "Diez Negritos", eliminando la segunda palabra; vemos con desazón cómo un tsunami inquisidor y mojigato va arrasando con paso firme toda manifestación cultural que según ese movimiento sea tachada de racista y/o machista. Películas, pinturas, esculturas, obras literarias son arrojadas a un fuego todavía metafórico, pero cuyas llamas son tan vivaces como las del fuego real; alguien debe poner coto a esta pauperización cultural que pretende crear un mundo feliz, inculto y pacato, convirtiendo la sociedad en un rebaño ovejuno, pastueño, en el que todos vivamos estabulados y lobotomizados con una mente acrítica como consecuencia de las anteojeras que sin darnos cuenta nos obligan a llevar. La amenaza magistralmente narrada en "Fahrenheit 451" pende de nuestras cabezas cual espada de Damocles. Europa como civilización y aporte cultural en todos los aspectos no puede ser secuestrada como la princesa que le dio su nombre. Es hora de que toda la clase política del continente, y la española, dejen de manosear el término cultura y lo defiendan con uñas y dientes. De lo contrario, nos espera un futuro muy negro, nigérrimo.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria