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Martes, 15 de Septiembre de 2020 Tiempo de lectura:
"Características inusuales del genoma del SARS-CoV-2 que sugieren una sofisticada modificación en laboratorio en lugar de una evolución natural"

La viróloga china refugiada en EE.UU. publica las pruebas de cómo el Covid-19 fue creado en un laboratorio de alta seguridad de Wuham

Las manipulaciones del mismo habrían hecho que el virus del SARS-CoV-2 "se convierta en un patógeno altamente transmisible, de aparición oculta, letal, con secuelas poco claras y masivamente disruptivo".

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La viróloga hongkonesa Li-Meng Yan ha hecho público el informe que anunció hace un mes en el que se incluyen las pruebas que demuestran que el Covid-19 salió de un laboratorio de máxima seguridad de Wuham dirigido por el Partido Comunista chino (PCCh).

 

Los datos han sido publicados en la revista científica Zenodo en un documento presentado originalmente en inglés y titulado Características inusuales del genoma del SARS-CoV-2 que sugieren una sofisticada modificación en laboratorio en lugar de una evolución natural.

 

El texto está firmado también por otros tres científicos y avalado por la 'Rule of Law Society', una organización fundada por el magnate chino Guo Wengui, quién se encuentra exiliado en Estados Unidos. La viróloga Li-Meng también ha huido a este país para refugiarse de las amenazas de muerte que recibía en China. 

 

Los autores del estudio, que puede leerse y descargarse íntegramente en este enlace, señalan que "a pesar del impacto del Covid-19 en todo el mundo, causando no solo estragos sanitarios sino también económicos y sociales, el origen del SARS-CoV-2 sigue siendo misterioso y controvertido". En su opinión, "la teoría del origen natural, aunque ampliamente aceptada, carece de apoyo sustancial, ya que el SARS-CoV-2 muestra características biológicas que son incompatibles con un virus zoonótico natural". En el informe, se describe "la evidencia genómica, estructural, médica y de la literatura que, cuando se considera en conjunto, contradice fuertemente la teoría del origen natural", defienden.

 

Tal y como ya adelantara en su momento el biólogo francés Premio Nobel Luc Montaigner, este descubrimiento revelaría según Li- Meng Yan y su equipo que el Covid-19 es un producto de laboratorio "creado utilizando los coronavirus de murciélago ZC45 y / o ZXC21 como plantilla y / o columna vertebral".

 

"Sobre la base de la evidencia, postulamos además una ruta sintética para el SARS-CoV-2, lo que demuestra que la creación en laboratorio de este coronavirus es factible y se puede lograr en aproximadamente seis meses", sostienen. Añaden que “el motivo de unión al receptor (RBM) dentro de la proteína Spike del SARS-CoV-2, que determina la especificidad del huésped del virus, se parece al del SARS-CoV de la epidemia de 2003 de una manera sospechosa". En este sentido, la evidencia genómica sugiere que la RBM "ha sido manipulada genéticamente”. Por último, los investigadors subrayan que "el SARS-CoV-2 contiene un sitio de escisión de furina único en su proteína Spike, que se sabe que mejora enormemente la infectividad viral y el tropismo celular”. Este sitio de escisión "se halla completamente ausente en esta clase particular de coronavirus cuando se encuentran en la naturaleza", por lo que puede que "no sea el producto de la evolución natural y podría haberse insertado en el genoma del SARS-CoV-2 artificialmente".

 

Los mismos autores del informe advierten de que su teoría está "estrictamente censurada en revistas científicas revisadas por pares". "Nuestro trabajo enfatiza la necesidad de una investigación independiente sobre los laboratorios de investigación relevantes". También abogan por una mirada crítica a ciertos datos publicados recientemente, que, "aunque son problemáticos", se utilizaron para respaldar y afirmar un presunto origen natural del Covid-19. En su opinión, las publicaciones científicas existentes que apoyan la teoría del origen natural se basan en gran medida en un coronavirus de murciélago previamente descubierto llamado RaTG13, que comparte una identidad de secuencia de nucleótidos del 96% con el SARS-CoV-218. Pero, para Li Meng-Yan esta no es una evidencia suficiente porque “los genomas virales pueden ser diseñados y manipulados con precisión”.

 

En resumen, Yan y su equipo citan, concretamente, tres líneas de evidencias que respaldan su teoría:

 

1) “La secuencia genómica del SARS-CoV-2 es sospechosamente similar a la de un coronavirus de murciélago descubierto por laboratorios militares en la Tercera Universidad Médica Militar (Chongqing, China) y el Instituto de Investigación de Medicina del Comando de Nanjing (Nanjing, China)".

 

2) “La unión al receptor (RBM) dentro de la proteína Spike de SARS-CoV-2, que determina la especificidad del huésped del virus, se asemeja al del SARS-CoV de la epidemia de 2003 de una manera sospechosa. La evidencia genómica sugiere que la RBM ha sido manipulada genéticamente”.

 

3) “El SARS-CoV-2 contiene una escisión de furina único en su proteína Spike, que se sabe que mejora enormemente la infectividad viral y el tropismo celular”, algo que según los autores del informe no es natural.

 

Las manipulaciones del mismo habrían hecho que el virus del SARS-CoV-2 "se convierta en un patógeno altamente transmisible, de aparición oculta, letal, con secuelas poco claras y masivamente disruptivo".

 

Según ha narrado en varias entrevistas, Yan trabajaba en la Universidad de Salud Pública de Hong Kong, un centro de investigación de enfermedades infecciosas de la Organización Mundial de la Salud, cuando comenzó a investigar el brote de Covid-19 en Wuhan. Relató que comenzó a estudiar el virus en diciembre y estuvo en contacto con otros virólogos quese encontraban en China continental y tenían más información del virus.

 

Supuestamente averiguó que el virus se estaba transmitiendo muy rápido entre personas, algo que todavía se desconocía, e informó de sus hallazgos al doctor Leo Poon, un contratista de la OMS que ocultó su investigación y le pidió que guardara silencio, dejando entrever que podría perder la vida si continuaba hablando y haciendo preguntas sobre ese tema. Por este motivo, Yan huyó de China en un vuelo con destino a Los Ángeles a fines del pasado mes de abril. Hace unas semanas, y desde Estados Unidos, Yan adelantaba ya algunas de las conclusiones del estudio ahora publicado: "El coronavirus proviene de un laboratorio en Wuham, y en Wuham todos los laboratorios están controlados por el Gobierno comunista de China"

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