Eva Palacio es madre de niños en edad escolar. La apertura del curso académico y el rebrote de contagios de Covid-19 que amenazaba ya a principios de septiembre con una nueva situación de alarma, le ha producido una enorme preocupación como madre responsable. No solamente por el hecho de un posible contagio de sus hijos, sino también por la transmisión del virus que se pudiera producir en su domicilio conyugal a las personas convivientes.

Eva participa en una plataforma de padres que están embargados por la misma preocupación. El tono general de sus participantes en las reuniones es el de escepticismo respecto a la oportunidad de haber iniciado el curso en esas condiciones. No obstante, los padres que se han conocido compartiendo esta inquietud admiten que pueda haber mucha gente que por razones laborales o, simplemente, por considerar prioritaria la escolarización de sus hijos, acepten y defiendan que los centros educativos estén abiertos pese a la pandemia.

Eva Palacio, como el resto de los miembros de su grupo, cree que a nadie se le ha de obligar a llevar a sus hijos al colegio si no se ofrecen suficientes garantías de que no se van a producir contagios. Pero los datos que día a día se van sucediendo indican lo contrario, que el número de aulas que se cierran por penetración del virus va en aumento, con indicios claros de generalizarse.

¿Por qué se resiste a aceptar una escolarización obligatoria en esta situación de pandemia? ¿Ve riesgos preocupantes para ustedes? ¿Cuál es la razón?

Desde luego que veo un gran riesgo para nuestra familia. Primero, por la propia salud de Aratz, ya que es asmático y no sabemos las consecuencias que puede sufrir ante una infección de Covid, y por otra parte, yo misma padezco una enfermedad pulmonar crónica, por lo que ambos corremos ese riesgo. Por lo tanto, no podemos enviar a Aratz al colegio. Están juntando a 300 niños sanos con un número indeterminado de enfermos, sin respetar las medidas de seguridad que se imponen en otros lugares públicos. No puede ser seguro.

¿Aceptarían la escolarización obligatoria si se asumieran otras condiciones de protocolos de seguridad?

En esta situación, con un gran número de contagios, no creo que se pueda garantizar la salud de nuestro hijo.

¿Qué criterio debe prevalecer?

Salud, vida y educación; los tres elementos son compatibles. No nos pueden poner en la tesitura de elegir entre la vida y la educación, teniendo en cuenta que nos hallamos en una situación atípica de una pandemia a nivel mundial. Tienen que tener en cuenta la protección de los niños y sus núcleos familiares.

Hay muchas familias que no pueden asumir el riesgo de lo que ellos denominan “nueva normalidad”.

¿Debe prevalecer el criterio de la Administración educativa o la libertad de los padres para, debidamente justificada su posición, determinar si sus hijos deben o no asumir el riesgo, y llevarles al colegio o no?

Por supuesto, debe prevalecer el derecho de los padres, siempre que sigan preocupándose de la educación de los niños.

¿Entienden que puede haber un punto intermedio de acuerdo? ¿Hay posibilidad de alcanzar una posición intermedia de acuerdo entre vuestra postura y la de la Administración educativa?

Nosotros pensamos en las clases telemáticas, ya que funcionaron muy bien durante el confinamiento del pasado mes de marzo y nos fueron impuestas por el Gobierno. Creemos que debería ser la solución ahora para nuestro caso y en el de otros padres. Es la opción más responsable y adecuada, ya que el Covid-19 sigue afectando a la población a día de hoy sin que exista un tratamiento o vacuna que nos proteja de este coronavirus.

Eva Palacio explica finalmente que “nos están sometiendo a una presión psicológica enorme por parte de las Administraciones; a muchas familias nos acusan de practicar un absentismo que está más que justificado. Hemos tenido que tomar una decisión muy dura, que en la vida hubiéramos pensado tener que adoptar: no llevar a nuestros hijos al cole, por protegerles y protegernos en nuestros núcleos familiares. Están jugando con nosotros, con nuestros hijos, su educación, su vida, y la nuestra. Solo pedimos protección. Nos tienen abandonados a nuestros hijos y familias. Pero vamos a seguir luchando por los derechos de nuestros hijos y los nuestros”.