United Health Professionals (UHP), el colectivo de varios centenares de médicos y de profesionales de la salud de todo el mundo que hace algunas semanas denunciaba en un comunicado rotundo que “el Covid-19 es la mayor estafa sanitaria del siglo XXI”, ha emitido una nueva nota de prensa en la que critica duramente los nuevos confinamientos de la población que están poniendo en marcha países como Francia, Irlanda o España, entre otros. “Son un encarcelamiento criminal de millones de personas”.

Para la UHP, los confinamientos son una “aberración inventada en el año 2020 que no tiene antecedentes en medicina, epidemiología o salud pública y que no basa su eficacia en ninguna evidencia científica”. Estos profesionales recuerdan, por ejemplo, que Argentina ha padecido el confinamiento más largo del mundo (siete meses) y que esto no ha servido a este país para controlar la pandemia. “Los confinamientos son armas de destrucción masiva”, afirman, “ya que influyen en un aumento de los suicidios, en la aparición de nuevos trastornos psiquiátricos y en la parálisis de la trayectoria educativa de los estudiantes”. Además, “provocan la desatención de otras enfermedades (especialmente las crónicas), provocan un aumento de la mortalidad, se incrementa la violencia doméstica, se producen pérdidas económicas, aumentan el desempleo y ponen en riesgo la paz social de los países”.

La nota de prensa emitida por United Health Professionals recuerda que un artículo editorial publicado recientemente por el profesor John Loannidis en el European Journal Of Clinical Investigation denunciaba otros daños provocados por los confinamientos: adopción de medidas extremas no basadas en evidencias, información exagerada sobre la peligrosidad real del virus y difusión de noticias falsas (incluso en las principales revistas).

Para los médicos y profesionales de la salud de la UHP, los confinamientos deshumanizan a las personas y cualquier Gobierno que vuelva a imponer confinamientos a la población está cometiendo “un verdadero crimen de lesa humanidad” y “cualquier médico o profesional de la salud que directa o indirectamente fomente el confinamiento de niños es un criminal de bata blanca”.

En su comunicación, la United Health Professionals (UHP) pide nuevamente a los Gobiernos que “todo debe volver inmediatamente a la normalidad (incluida la reapertura de los servicios hospitalarios, el transporte aéreo, la economía, las escuelas y universidades) y esta toma de rehenes global debe detenerse”.

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