In Memoriam
Parece que sucedió ayer, los recuerdos permanecen indelebles hasta en sus más insignificantes detalles. Iba caminando con su peculiar garbo y marcialidad, con la cabeza bien alta como corresponde a un hombre de bien, a una persona de honor, con la mirada al frente. ¿Qué iría pensando en aquellos sus últimos instantes?. Dos esbirros del Mal se le acercaron por la espalda y el plomo habló por ellos, quienes no contentos repitieron su proeza sobre el cuerpo inerte para así dejar constancia de su RH ideológico marca de la casa. Sobre la acera quedó segada una vida cuya familia fue condenada a perpetuidad, no revisable, a soportar sobre sus hombros la más pesada de las mochilas; ¿Qué dicen acerca de semejante conculcación de los derechos más fundamentales, una más entre tantas, esos inicuos, hipócritas y canallescos foros, redes, artesanos franceses, etc. plañendo a todas horas por los victimarios y sus familiares?. Sucedió en Lasarte, el calendario marcaba lunes, treinta de diciembre de 1985 y el Caído se llamaba Alejandro Sáenz Sánchez. Memoria histórica reciente, sin aditivos, tal cual, que no podemos permitir sea profanada.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
Parece que sucedió ayer, los recuerdos permanecen indelebles hasta en sus más insignificantes detalles. Iba caminando con su peculiar garbo y marcialidad, con la cabeza bien alta como corresponde a un hombre de bien, a una persona de honor, con la mirada al frente. ¿Qué iría pensando en aquellos sus últimos instantes?. Dos esbirros del Mal se le acercaron por la espalda y el plomo habló por ellos, quienes no contentos repitieron su proeza sobre el cuerpo inerte para así dejar constancia de su RH ideológico marca de la casa. Sobre la acera quedó segada una vida cuya familia fue condenada a perpetuidad, no revisable, a soportar sobre sus hombros la más pesada de las mochilas; ¿Qué dicen acerca de semejante conculcación de los derechos más fundamentales, una más entre tantas, esos inicuos, hipócritas y canallescos foros, redes, artesanos franceses, etc. plañendo a todas horas por los victimarios y sus familiares?. Sucedió en Lasarte, el calendario marcaba lunes, treinta de diciembre de 1985 y el Caído se llamaba Alejandro Sáenz Sánchez. Memoria histórica reciente, sin aditivos, tal cual, que no podemos permitir sea profanada.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
