Un lugar donde no se tolera la discrepancia
La Asociación entregará el Premio a la Tolerancia a Inger Enkvist, tras una larga relación de amistad y en una conmemoración de lujo por tratarse del VIGÉSIMO premio.
Víctimas e intelectuales se unen contra la impunidad de ETA de la mano de COVITE; entre sus valedores, destacó Mario Vargas Llosa. Están Vds. invitados a sumarse. La otra noticia destacable de la semana ha sido el gesto de la izquierda abertzale de sacudirse el peso muerto de la reivindicación de amnistía. Las organizaciones proetarras cambian y se suceden unas a otras, como es el caso de Herrira nacida para apoyar los presos de ETA, con ella colaboró Pablo Iglesias, a quien UPyD critica con severidad. El País da aliento a Urkullu en su estrategia frente a ETA. Ignacio Camacho acierta con dos conceptos que habría que memorizar: la ‘despenalización moral retroactiva’ de ETA y el estado de ‘guerra fría’ de la memoria.
Dos artículos contrapuestos han aparecido esta semana en Economía Digital ¡a propósito de lenguas! Es curioso porque uno, que critica ‘la lengua del imperio’, es insultante, falaz y, sobre todo, apolillado, mientras que el otro, que defiende el bilingüismo, encarna los valores de la mejor tradición catalana: la moderación, la tolerancia, el pactismo y el amor a la verdad. La web del Ayuntamiento de Barcelona se estrenó el lunes cercenando información importante en castellano. El PP pidió al alcalde Trias que cumpla la ley (qué sarcasmo) y rotule las señales también en español. En todas partes cuecen habas, porque la Xunta no permite a los profesores entregar las memorias de final de curso en español y Uriarte, en la CAV, entiende el trilingüismo como un sistema de contrapesos en el que sale perdiendo el español. Por último, la administración de justicia parece que se resiste a la normalización (o eso dicen, para justificar otra vuelta de tuerca).
Societat Civil Catalana se personó en el Palacio de la Generalitat a cantarle las cuarenta a Mas, se conoce que la noticia debió sentar mal, porque al día siguiente la televisión pública se lanzó sobre ellos a degüello, y que es esto es un régimen, en el que no se tolera la discrepancia. Por más que presuman, esto no es un país normal. UPyD editorializa sobre el ocultamiento de una forma de desigualdad, la territorial, y para muestra un botón de asimetría de banderas. Esta semana hemos tenido varias lecciones magistrales: el debate monarquía/república no define ya la forma de estado, y hay que estar muy atento a no aliarse con aquellos que lo que se valen del mismo para destruir el estado. La izquierda, en lo tocante al nacionalismo, siempre ha estado subida en el guindo. Y hay otras cuestiones inquietantes, ¿vivimos en una democracia secuestrada? ¿volvemos a los años treinta? ¿el voto popular lo legitima todo? En cualquier caso, ajenos a todo debate intelectual, las huestes de la ANC, armándose de excusas hipotéticas, diseñan ya la ‘marina catalana’ (que no es una habanera, como podría pensarse) y avergüenzan hasta a los más convencidos y provocan chirigota. Suerte que Miquel Sellarès pone las cosas ‘en su sitio’. El CGPJ pide cuentas a los jueces secesionistas. Se constata la imposibilidad de la reforma de la Constitución y, aparte, el fracaso del separatismo en Europa. Se formulan opiniones moderadas que nadie parece escuchar. Se deja sin voto para el 9N a los catalanes que viven en el resto de la península (por si estuvieran contaminados). Y, a todo esto, el gobierno catalán derrochando a manos llenas, mientras Cataluña agoniza.
La Asociación entregará el Premio a la Tolerancia a Inger Enkvist, tras una larga relación de amistad y en una conmemoración de lujo por tratarse del VIGÉSIMO premio.
Víctimas e intelectuales se unen contra la impunidad de ETA de la mano de COVITE; entre sus valedores, destacó Mario Vargas Llosa. Están Vds. invitados a sumarse. La otra noticia destacable de la semana ha sido el gesto de la izquierda abertzale de sacudirse el peso muerto de la reivindicación de amnistía. Las organizaciones proetarras cambian y se suceden unas a otras, como es el caso de Herrira nacida para apoyar los presos de ETA, con ella colaboró Pablo Iglesias, a quien UPyD critica con severidad. El País da aliento a Urkullu en su estrategia frente a ETA. Ignacio Camacho acierta con dos conceptos que habría que memorizar: la ‘despenalización moral retroactiva’ de ETA y el estado de ‘guerra fría’ de la memoria.
Dos artículos contrapuestos han aparecido esta semana en Economía Digital ¡a propósito de lenguas! Es curioso porque uno, que critica ‘la lengua del imperio’, es insultante, falaz y, sobre todo, apolillado, mientras que el otro, que defiende el bilingüismo, encarna los valores de la mejor tradición catalana: la moderación, la tolerancia, el pactismo y el amor a la verdad. La web del Ayuntamiento de Barcelona se estrenó el lunes cercenando información importante en castellano. El PP pidió al alcalde Trias que cumpla la ley (qué sarcasmo) y rotule las señales también en español. En todas partes cuecen habas, porque la Xunta no permite a los profesores entregar las memorias de final de curso en español y Uriarte, en la CAV, entiende el trilingüismo como un sistema de contrapesos en el que sale perdiendo el español. Por último, la administración de justicia parece que se resiste a la normalización (o eso dicen, para justificar otra vuelta de tuerca).
Societat Civil Catalana se personó en el Palacio de la Generalitat a cantarle las cuarenta a Mas, se conoce que la noticia debió sentar mal, porque al día siguiente la televisión pública se lanzó sobre ellos a degüello, y que es esto es un régimen, en el que no se tolera la discrepancia. Por más que presuman, esto no es un país normal. UPyD editorializa sobre el ocultamiento de una forma de desigualdad, la territorial, y para muestra un botón de asimetría de banderas. Esta semana hemos tenido varias lecciones magistrales: el debate monarquía/república no define ya la forma de estado, y hay que estar muy atento a no aliarse con aquellos que lo que se valen del mismo para destruir el estado. La izquierda, en lo tocante al nacionalismo, siempre ha estado subida en el guindo. Y hay otras cuestiones inquietantes, ¿vivimos en una democracia secuestrada? ¿volvemos a los años treinta? ¿el voto popular lo legitima todo? En cualquier caso, ajenos a todo debate intelectual, las huestes de la ANC, armándose de excusas hipotéticas, diseñan ya la ‘marina catalana’ (que no es una habanera, como podría pensarse) y avergüenzan hasta a los más convencidos y provocan chirigota. Suerte que Miquel Sellarès pone las cosas ‘en su sitio’. El CGPJ pide cuentas a los jueces secesionistas. Se constata la imposibilidad de la reforma de la Constitución y, aparte, el fracaso del separatismo en Europa. Se formulan opiniones moderadas que nadie parece escuchar. Se deja sin voto para el 9N a los catalanes que viven en el resto de la península (por si estuvieran contaminados). Y, a todo esto, el gobierno catalán derrochando a manos llenas, mientras Cataluña agoniza.