“El Relato de la Verdad”
Una obra de Ibarrola para el futuro Centro Memorial
El Ministerio del Interior ha anunciado que el escultor y pintor vasco Agustín Ibarrola completará con una obra el “Relato de la Verdad” del futuro Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo que tendrá su sede en Vitoria.
El Ministerio ha solicitado la colaboración de Ibarrola por la trascendencia de su obra, pero también “por el valiente compromiso que ha mantenido con las víctimas del terrorismo”. Interior considera que “su intensa implicación en el movimiento cívico contra el terrorismo constituye un valor” que debe tener expresión artística en un Centro Memorial que habrá de hacer visible el valor de la Memoria “como garantía de que la sociedad española y sus instituciones no olvidarán a los que fueron asesinados, sufrieron heridas físicas o psicológicas o vieron sacrificada su libertad como consecuencia del terrorismo”.
Agustín Ibarrola es uno de los principales artistas españoles de los que surgieron a la luz pública a mediados del pasado siglo XX. La fuerza, la categoría y la solidez de su obra pictórica y escultórica, que ha dejado ya hitos como el Bosque pintado de Oma (Vizcaya) o como los Cubos de la Memoria de Llanes (Asturias), solamente se ven superadas por una trayectoria vital que ha sido modélicamente coherente a la hora de defender la libertad, la democracia y los derechos civiles de todos los ciudadanos.
Encarcelado durante el franquismo, olvidado durante los primeros años de la Transición y calumniado, vituperado, despreciado y atacado por los terroristas de ETA a raíz de la rotunda denuncia que el artista siempre ha realizado de sus crímenes y del totalitarismo nacionalista vasco, Agustín Ibarrola es hoy una persona de una dignidad excepcional, que ha tenido que abandonar su domicilio en Euskadi y siempre dispuesto a ponerse al lado de todas las víctimas del terrorismo, a las que él conoce, atiende y comprende con especial cercanía porque sabe que, en el fondo, sus reivindicaciones son de lucha por la justicia y la libertad. De hecho, de él es el logotipo del Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco, uno de los emblemas más bellos que se han creado nunca en este país, y también de él es el precioso monumento a las víctimas del terrorismo que existe a las afueras de Vitoria.
El Ministerio del Interior ha anunciado que el escultor y pintor vasco Agustín Ibarrola completará con una obra el “Relato de la Verdad” del futuro Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo que tendrá su sede en Vitoria.
El Ministerio ha solicitado la colaboración de Ibarrola por la trascendencia de su obra, pero también “por el valiente compromiso que ha mantenido con las víctimas del terrorismo”. Interior considera que “su intensa implicación en el movimiento cívico contra el terrorismo constituye un valor” que debe tener expresión artística en un Centro Memorial que habrá de hacer visible el valor de la Memoria “como garantía de que la sociedad española y sus instituciones no olvidarán a los que fueron asesinados, sufrieron heridas físicas o psicológicas o vieron sacrificada su libertad como consecuencia del terrorismo”.
Agustín Ibarrola es uno de los principales artistas españoles de los que surgieron a la luz pública a mediados del pasado siglo XX. La fuerza, la categoría y la solidez de su obra pictórica y escultórica, que ha dejado ya hitos como el Bosque pintado de Oma (Vizcaya) o como los Cubos de la Memoria de Llanes (Asturias), solamente se ven superadas por una trayectoria vital que ha sido modélicamente coherente a la hora de defender la libertad, la democracia y los derechos civiles de todos los ciudadanos.
Encarcelado durante el franquismo, olvidado durante los primeros años de la Transición y calumniado, vituperado, despreciado y atacado por los terroristas de ETA a raíz de la rotunda denuncia que el artista siempre ha realizado de sus crímenes y del totalitarismo nacionalista vasco, Agustín Ibarrola es hoy una persona de una dignidad excepcional, que ha tenido que abandonar su domicilio en Euskadi y siempre dispuesto a ponerse al lado de todas las víctimas del terrorismo, a las que él conoce, atiende y comprende con especial cercanía porque sabe que, en el fondo, sus reivindicaciones son de lucha por la justicia y la libertad. De hecho, de él es el logotipo del Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco, uno de los emblemas más bellos que se han creado nunca en este país, y también de él es el precioso monumento a las víctimas del terrorismo que existe a las afueras de Vitoria.