El neurólogo ha muerto a los 82 años
La despedida pública de Oliver Sacks
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El neurólogo británico Oliver Sacks ha fallecido a los 82 años de edad de un cáncer hepático, según ha anunciado el que durante décadas ha sido su diario de referencia: "The New York Times".
"Por encima de todo, he sido un ser sintiente, un animal pensante en este bello planeta, y eso, en sí mismo, ha sido un enorme privilegio y una aventura". Con estas palabras, el neurólogo y escritor Oliver Sacks celebraba hace unos meses la suerte de haber vivido 81 años sobre la Tierra en un emotivo y precioso artículo.
En ese texto de despedida pública, Sacks, autor de libros como “Un antropólogo en Marte” o “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”, explicaba que dejaba de ver las noticias todas las noches, y que dejaba de hacer caso a cosas "no esenciales", como "la política o las discusiones sobre el cambio climático". Y explicaba que no es que estas cosas ya no le importaran, sino que para él, "ya pertenecen al futuro". Y se alegraba de haber conocido a mucha gente joven con talento, porque gracias a eso "el futuro está en buenas manos".
El neurólogo británico Oliver Sacks ha fallecido a los 82 años de edad de un cáncer hepático, según ha anunciado el que durante décadas ha sido su diario de referencia: "The New York Times".
"Por encima de todo, he sido un ser sintiente, un animal pensante en este bello planeta, y eso, en sí mismo, ha sido un enorme privilegio y una aventura". Con estas palabras, el neurólogo y escritor Oliver Sacks celebraba hace unos meses la suerte de haber vivido 81 años sobre la Tierra en un emotivo y precioso artículo.
En ese texto de despedida pública, Sacks, autor de libros como “Un antropólogo en Marte” o “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”, explicaba que dejaba de ver las noticias todas las noches, y que dejaba de hacer caso a cosas "no esenciales", como "la política o las discusiones sobre el cambio climático". Y explicaba que no es que estas cosas ya no le importaran, sino que para él, "ya pertenecen al futuro". Y se alegraba de haber conocido a mucha gente joven con talento, porque gracias a eso "el futuro está en buenas manos".