Inaugura un espacio para las víctimas, pero se acuerda de los verdugos
El lehendakari Íñigo Urkullu utiliza la inauguración del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo para apoyar a los asesinos de ETA encarcelados
En una clara petición a cambiar la política penitenciaria española con respecto a los asesinos de ETA encarcelados, el lehendakari Íñigo Urkullu ha reclamado ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que impulse "una nueva política de Estado" para mejorar "la convivencia" tras el final del terrorismo. Lo más llamativo, y lo más indignante para las víctimas del terrorismo, es que esta demanda se ha producido cuando ambos dirigentes han coincidido en Vitoria en la colación de la primera piedra del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.
Por su parte, Mariano Rajoy ha afirmado que se trata de un momento importante "para la memoria, para la verdad, para la dignidad y para la justicia" porque tanto la inauguración del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo como la apertura de la jornada "Memoria y Víctimas del Terrorismo: la Mirada de la Víctima" sirven para expresar "de la manera más firme, el compromiso político y moral de la sociedad española, y de su Gobierno" con quienes han sufrido "de modo más directo la sinrazón del terror".
En opinión del presidente del Gobierno, la memoria de las víctimas es "parte nuclear del legado cívico que vamos a dejar a las próximas generaciones". También ha señalado que si existe una política de Estado que exige unidad y continuidad, esa es "el homenaje imperecedero a las víctimas y la preservación de los valores de dignidad y justicia que ellas encarnan".
Por lo tanto, ha agregado Rajoy, el Memorial inaugurado en Vitoria es "un centro por y para las víctimas, para su homenaje y recuerdo, así como la casa común de democracia, libertad y valores". El centro, ha explicado, debe servir para fijar en la conciencia de los españoles la verdad histórica de lo ocurrido y para que "las generaciones venideras conozcan de primera mano qué ocurrió con el terrorismo de ETA, en aras a su completa deslegitimación moral y política, para que nunca vuelva a resurgir la barbarie del terror".
Así se evita, a juicio del presidente, que los terroristas se adueñen de "un relato que solo pertenece a las víctimas".
Por su parte, el Lehendakari ha asegurado también que lo primero es la solidaridad con las víctimas, con sus derechos de “verdad, justicia y reparación”. Además, ha añadido que “nunca hemos tenido una oportunidad como la que ahora disfrutamos” en referencia a los cinco años transcurridos “sin ningún asesinato de ETA” y tras más de tres años desde su anuncio de cese definitivo. Se trata de “un nuevo tiempo” para "consolidar la paz y fortalecer la convivencia" en el que Urkullu ha pedido “altura de miras” y una puesta en común para una Política de Estado.
En una clara petición a cambiar la política penitenciaria española con respecto a los asesinos de ETA encarcelados, el lehendakari Íñigo Urkullu ha reclamado ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que impulse "una nueva política de Estado" para mejorar "la convivencia" tras el final del terrorismo. Lo más llamativo, y lo más indignante para las víctimas del terrorismo, es que esta demanda se ha producido cuando ambos dirigentes han coincidido en Vitoria en la colación de la primera piedra del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.
Por su parte, Mariano Rajoy ha afirmado que se trata de un momento importante "para la memoria, para la verdad, para la dignidad y para la justicia" porque tanto la inauguración del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo como la apertura de la jornada "Memoria y Víctimas del Terrorismo: la Mirada de la Víctima" sirven para expresar "de la manera más firme, el compromiso político y moral de la sociedad española, y de su Gobierno" con quienes han sufrido "de modo más directo la sinrazón del terror".
En opinión del presidente del Gobierno, la memoria de las víctimas es "parte nuclear del legado cívico que vamos a dejar a las próximas generaciones". También ha señalado que si existe una política de Estado que exige unidad y continuidad, esa es "el homenaje imperecedero a las víctimas y la preservación de los valores de dignidad y justicia que ellas encarnan".
Por lo tanto, ha agregado Rajoy, el Memorial inaugurado en Vitoria es "un centro por y para las víctimas, para su homenaje y recuerdo, así como la casa común de democracia, libertad y valores". El centro, ha explicado, debe servir para fijar en la conciencia de los españoles la verdad histórica de lo ocurrido y para que "las generaciones venideras conozcan de primera mano qué ocurrió con el terrorismo de ETA, en aras a su completa deslegitimación moral y política, para que nunca vuelva a resurgir la barbarie del terror".
Así se evita, a juicio del presidente, que los terroristas se adueñen de "un relato que solo pertenece a las víctimas".
Por su parte, el Lehendakari ha asegurado también que lo primero es la solidaridad con las víctimas, con sus derechos de “verdad, justicia y reparación”. Además, ha añadido que “nunca hemos tenido una oportunidad como la que ahora disfrutamos” en referencia a los cinco años transcurridos “sin ningún asesinato de ETA” y tras más de tres años desde su anuncio de cese definitivo. Se trata de “un nuevo tiempo” para "consolidar la paz y fortalecer la convivencia" en el que Urkullu ha pedido “altura de miras” y una puesta en común para una Política de Estado.