Terrorismo callejero
La quema proetarra de ocho autobuses de transporte público provoca daños por valor de dos millones de euros
    
   
	    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        			        			        			        
    
    
    
	
	
        
        
        			        			        			        			        			        			        
        
                
        
        ![[Img #7301]](upload/img/periodico/img_7301.jpg)
 
Los daños causados por la quema intencionada de ocho autobuses del transporte público en un ataque de terrorismo callejero cometido en la localidad vizcaína de Derio ascienden a dos millones de euros. La policía encontró en el lugar del atentado pasquines en los que se pedía la puesta en libertad del miembro de ETA Ibon Iparragirre y se reclamaba también “la excarcelación de los presos enfermos”.
 
Hay que recordar que el etarra Ibon Iparraguirre se encontraba en régimen abierto desde 2011 por una enfermedad pulmonar, pero volvió a prisión el pasado 7 de marzo para cumplir una condena pendiente de 299 años por la explosión de un coche-bomba en la comisaría de la Ertzaintza de Ondarroa. En su regreso a los calabazos, el criminal expresó su deseo de que ETA volviera a “coger las armas” y amenazó de muerte a varios funcionarios policiales.
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                    	
                                        
                                                                                                                                                                        
    
    
	
    
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Los daños causados por la quema intencionada de ocho autobuses del transporte público en un ataque de terrorismo callejero cometido en la localidad vizcaína de Derio ascienden a dos millones de euros. La policía encontró en el lugar del atentado pasquines en los que se pedía la puesta en libertad del miembro de ETA Ibon Iparragirre y se reclamaba también “la excarcelación de los presos enfermos”.
Hay que recordar que el etarra Ibon Iparraguirre se encontraba en régimen abierto desde 2011 por una enfermedad pulmonar, pero volvió a prisión el pasado 7 de marzo para cumplir una condena pendiente de 299 años por la explosión de un coche-bomba en la comisaría de la Ertzaintza de Ondarroa. En su regreso a los calabazos, el criminal expresó su deseo de que ETA volviera a “coger las armas” y amenazó de muerte a varios funcionarios policiales.









