Cada día que pasa en este sinsentido político, en el que se manifiesta la continuidad de los males que caracterizaron al siglo XIX, queda más palpable que nunca aquel aserto proverbial tan español de “lo del perro del hortelano, ni comer ni dejar comer”.

Pedro Sánchez, ese mediocre tan zapateril que surgió de la nada para “liderar” al Partido Socialista ya  ha dejado al descubierto, definitivamente, sus cartas. No va a respetar a la lista más votada y va a buscar entre los entresijos del infierno todos los diablos que surjan para conformar un gobierno para no gobernar, aunque eso sí, evitando que el que lo pueda hacer lo haga.

Lo mismo que sucedió en el 36 con aquel maldito Frente Popular que nos llevó a situaciones irremediables. Hay que recordar que aquel frente destructivo de carácter revolucionario no ganó las elecciones pero se hizo con el poder, cosa muy frecuente en la historia de nuestro país, donde las asonadas, los golpes de izquierdas o los de derechas lo han llevado a la imposibilidad de construir un espacio estable de convivencia y un lugar de progreso.

Tiene gracia que los que nada hacen por el bien común, entendiendo este concepto como el buen gobierno y la construcción de las bases de la riqueza, se autodenominen “progresistas”, como si el progreso tuviera que ver con la erradicación de cualquier vestigio del pasado, borrando la historia de cerebro de nuestros jóvenes y trasformando el imaginario colectivo como tan bien lo describió Orwell: 

“El orden en Oceanía está regido por las normas del Insog y deben ser asumidas y respetadas a cabalidad, casi que con fanatismo. Estar en contra de los ideales del Insog acarrea la cárcel, la muerte o la desaparición. A este proceso se le llama “Vaporización”. Los medios de comunicación están en manos del ministerio de la verdad, ministerio encargado de la manipulación, destrucción y creación de documentos, noticias, textos, cartillas, etc, que destaquen al partido por encima de todas las cosas. Sin importar lo que en verdad pase, Oceanía y el gran hermano siempre serán victoriosos y tendrán la verdad.

Por otra parte, el desarrollo social se reduce a lo que las noticias dicen, no en lo que la verdad y la realidad dice. Sí en las noticias sale que la producción de cordones de zapatos aumentó el veinte por ciento, es la verdad, así sea que la gente no tenga siquiera zapatos para ponerse.

Oceanía entonces, está regida por el gran hermano, líder del Insog, partido que rige el ideal económico, social y político de Oceanía. Cualquier idea que contraríe lo planteado por el Insog será castigado. Todos los funcionarios están vigilados el cien por ciento del tiempo por medio de cámaras y la policía.

Por otra parte, ninguno de los trabajadores del Insog tiene expresiones culturales, ni de su pasado, ni de su presente, a diferencia de la clase obrera que sí tienen expresiones culturales, como cánticos, música, cuentos, etc. Otro factor importante, es que lo trabajadores del Insog no pueden tener relaciones sexuales por puro placer. La intimidad está permitida sólo entre pareja de casados (Las parejas de casados no se escogen a ellos mismos, el Insog decide quién se casa con quién) y sólo para procrearse.

Otro punto para destacar es la configuración del lenguaje. Aunque gran parte de la población de Oceanía habla el idioma que se hablaba antes del Insog, un grupo de trabajadores del ministerio de la verdad, está encargado de construir la Neolengua (newspeak) que trata de modificar las palabras para que no haya posibilidad para la relatividad, parte del proceso es eliminar al máximo posible los sinónimos y acortar el número de letras para que la gente no tenga la posibilidad de tergiversar lo que las palabras dicen.”    (En “1984”)

Sabemos ya que Sánchez va a procurar ser el próximo presidente con una pluralidad multicolor de votos que va a convertir la Moncloa en un lugar variopinto y multicolor, lleno de antisistemas, separatistas, bolcheviques leninistas y demás ralea. Ninguno de los problemas estructurales que tiene España va a ser resuelto:

• El problema de la vertebración de España. Sánchez va a dejar a esta Nación, por la que se derramó tanta sangre a lo largo de más de mil años de historia, laminada, descompuesta, irreconocible.

• El problema estructural de la economía. No sólo no va a ser atajado, corrigiendo los déficits de cohesión territorial y social, atajando la desigualdad territorial que es la que ocasiona la mayor de las desigualdades entre los españoles, sino que se va a agravar. Una de las necesidades básicas para que haya inversión extranjera, para que las empresas no se deslocalicen, para que se corrija el déficit público con criterios de responsabilidad intergeneracional, para asegurar la solvencia presupuestaria que garantice la sostenibilidad del sistema educativo, sanitario, de pensiones, de atención a la tercera edad en situaciones de desamparo y grave dependencia, etc, es la seguridad jurídica, la estabilidad institucional, el respeto al marco constitucional, el respeto a la palabra dada que es cumplir con los compromisos financieros y los acuerdos con los socios europeos que garantizan la solvencia de nuestros sistemas presupuestarios, y su jerarquía funcional.

• El problema de la educación. Que exige un pacto entre desiguales para dar estabilidad y calidad al recurso más importante de generación de riqueza que es la formación del potencial humano. La Educación como esencia y principio de la construcción de Estado.

• La lucha contra el terrorismo y la defensa. Que exige unión en todos los ámbitos en los que se articula la construcción europea. Difícilmente se puede llegar a un compromiso sostenido con quienes quieren destruir el espacio político europeo y simpatizan con países como Irán, habiendo sido financiados por uno de los colaboradores más estrechos del régimen chiíta, lo que, por otra parte supone ponerse de parte en una guerra tribal que nunca nos ha incumbido.

Con estos mimbres no hay posibilidad alguna de estabilizar España, vertebrarla, darle cohesión y fijar las bases del desarrollo económico aumentando el empleo y dando continuidad a un proceso de construcción que todo el mundo vaticina para España sobre los parámetros de solvencia y disciplina puestos en buen camino por el Gobierno de Rajoy. Para una cosa que Rajoy ha hecho bien –que no es poco- Sánchez lo va a dinamitar.

Porque si lo que pretende es impedir que Rajoy gobierne, ¿qué propuestas alternativas de gobierno postula Sánchez?, que sean viables. Ni se lo oí en campaña ni lo manifiesta ahora. ¿Cuál es su alternativa? ¿Qué postula? ¿Puede hacer algo con los compañeros que le quedan para una imposible mayoría de gobierno? ¿Qué es lo que le impide plantear, con visión de Estado, un programa de gobierno pormenorizado, con reformas, con el señor Rajoy?  ¿Por qué fue posible hacerlo con el PNV en gobiernos de diferentes niveles institucionales hace unas décadas y ahora no con un partido bastante más de Estado que el nacionalista? Aquella fue una buena experiencia, con sus lados negativos que tuvo muchos. ¿Por qué no ahora? ¿Solamente por ambición? ¿Por soberbia? ¿Para demostrar quién manda en el Partido Socialista? Su estrecho colaborador, el señor López (Francisco), fue lehendakari por un gesto de gran generosidad, sacrificio y responsabilidad del señor Basagoiti, Presidente, entonces, del PP vasco. ¿Se le ha olvidado?  Sin pedir nada a cambio.

¿Por qué lo que es posible en los ámbitos septentrionales de Europa, tan envidiados por los regeneracionistas españoles, no lo es en España? Es decir que unos y otros se pongan de acuerdo para hacer algo positivo y combatir a los revolucionarios de campanario que nos devuelven a épocas chequistas, a la Rumanía de Nicolae Ceaușescu, o a Venezuela de Maduro, que tanto da. Ya conocemos la irresponsabilidad de Sánchez. También observamos con preocupación el poco afán de regeneración de la vida pública por parte de Rajoy. Pero entre lo malo y la nada, me quedo con lo menos malo. Tomen nota señores electores, y si no se han dado cuenta aún, tendrán tiempo para enterarse.