El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que ha desarrollado toda su escasa vida profesional alrededor de las instituciones públicas que se alimentan de los impuestos de todos los ciudadanos, ha insinuado a través de su cuenta oficial en Twitter que el empresario Amancio Ortega, que ha levantado de la nada un emporio industrial que proporciona trabajo a decenas de miles de trabajadores, es un terrorista.

Concretamente, Iglesias, que no duda en poner la mano bien abierta para cobrar a precio de oro los presuntos trabajos que realiza para países islamistas o democracias totalitarias como Irán o Venezuela, dice lo siguiente: “25% de paro y Amancio Ortega tercero en el ranking mundial de ricos. Democracia. ¿Dónde? Terrorista ¿Quién?”

Si bien estas palabras de Pablo Iglesias no llaman demasiado la atención conociendo al personaje en cuestión, sí que llama la atención otra cosa: el rotundo, y cobarde, silencio de políticos y empresarios al respecto.