Lunes, 06 de Octubre de 2025

Actualizada Lunes, 06 de Octubre de 2025 a las 10:54:52 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Teresa Díaz Bada
Domingo, 24 de Julio de 2016 Tiempo de lectura:

Deja de quejarte y ¡hazlo!

[Img #9371]Disciplinarse en hacer las cosas que tenemos que hacer y que con frecuencia sabemos que nos benefician, nos cuesta en muchas ocasiones y no es infrecuente oír quejas acerca de lo poco disciplinados que somos, la falta de voluntad que tenemos… En general, excusas que refuerzan esa imagen de nosotros mismos negativa y que nos abocan a una especie de fatalidad en la que no controlamos lo que hacemos.

 

Sin embargo, disciplinarse lleva implícita la idea de que, en realidad, es tan fácil como recordar lo que queremos. De esa manera, la disciplina se convierte en un hábito que nos acerca a nuestro objetivo y que nosotros nos hemos propuesto alcanzar para sentirnos mejor.

 

Tal y como suelo explicar en consulta, para entrenar la disciplina y obtener resultados positivos en la vida, hay que recordar lo siguiente:

 

* Debe dejar atrás el pasado. No lo va a poder cambiar, ni usted ni nadie, así que deje de rumiarlo e invierta su energía en el presente y en centrarse en el camino en el que está y en lo que quiere conseguir.

 

* Enfréntese a la realidad y acéptela como es. No para amargarse con pensamientos auto-inculpadores o derrotistas sino para movilizar pensamientos que le ayuden a avanzar y a sacar lo positivo de lo vivido, aunque haya sido duro.

 

* Abandone su mentalidad de víctima. Para recuperar la fuerza interior es necesario saberse poseedor de lo más importante: la actitud que va a tomar ante cualquier situación que le toque enfrentar.

 

* Implíquese en la vida. Movilícese. Salga, conecte con otra gente, pasee, oblíguese a estar activo.

 

* Focalice su atención en los demás, en vez de estar constantemente centrado en usted mismo. Mire a quién puede ayudar o echar una mano. Dejará de pensar solamente en sus problemas y dará un sentido nuevo a su vida.

 

* Y cuando llegue el final del día, haga un recuento de todo lo bueno que ha vivido y de lo generosa que es la vida siempre con todos.

 


 

 

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.