En una decisión sin precedentes en las últimas décadas y por primera vez desde el fin de la Guerra Fría, el Gobierno alemán planea pedir a sus ciudadanos que acumulen alimentos y agua para prevenir los efectos de un posible ataque terrorista de gran magnitud, según ha informado el diario germano Frankfurter Allgemeine.

Alemania está actualmente en alerta máxima después de tres atentados terroristas islamistas. El Ejecutivo de Angela Merkel, que ha anunciado la puesta en marcha de una unidad especial contra el cibercrimen y el terrorismo, ha elaborado un borrador de "Concepto de Defensa Civil" en el que se recoge que "la población será obligada a tener un suministro individual de comida para diez días". Además, el plan, que será discutido próximamente por el Gobierno, solicitará a los ciudadanos que guarden agua potable para al menos cinco días.

El documento citado por el Frankfurter Allgemeine llama también al establecimiento de un sistema de alarma confiable, a mejorar la protección estructural de edificios y a dotar de más capacidad al sistema de salud. Otra prioridad sería facilitar que la población civil otorgara un mayor apoyo a las fuerzas armadas.