Una segunda pareja ha sido detenida cerca de Montargis, en Loiret (centro de Francia), en el marco de la investigación policial abierta tras el descubrimiento en el corazón de París de un automóvil cargado con seis bombonas de un gas cuya composición todavía no se ha identificado.

Horas antes, las fuerzas de seguridad galas habían detenido en el sur del país a otros dos sospechosos, un hombre y una mujer, a los que los servicios de inteligencia ya tenían identificados como islamistas radicales. La hija del dueño del vehículo cargado de bombonas repletas de gas está en búsqueda y captura, ya que también se trataría de una mujer musulmana radicalizada que habría manifestado en varias ocasiones su intención de atentar en Francia, según ha denunciado su padre.

El vehículo bomba fue hallado el pasado domingo en una calle del distrito 5 de París, muy cerca de la catedral de Notre-Dame y no muy lejos de la prefactura central de la policía. Un trabajador denunció la presencia del vehículo, sin placas de matrícula y con las luces de emergencia encendidas. Las fuerzas antiterroristas hallaron las bombonas de gas, pero no encontraron ningún rastro de un sistema de disparo.  El alcalde de este distrito, Florence Berthout, ha informado de que la policía halló en el automóvil un cuaderno con apuntes en árabe.

Florence Berthout es, además, muy crítico con la Alcaldía de París, a la que acusa de no prestar atención a la creciente amenaza terrorista islamista. En una entrevista concedida a la revista “Valeurs Actuelles”, Berthout explica que, a pesar del estado de urgencia en el que vive el país, “la presencia policial no ha aumentado en el centro de París” y pide la presencia en las calles de la capital de patrullas de la Armada, ya que “son un apoyo indispensable, tienen más capacidad de movimiento y su presencia tranquiliza a la población”. “No se puede decir que la amenaza yihadista sea mayor en un distrito u otro de París, pero lo que es innegable es que los lugares más frecuentados por los turistas, por los estudiantes, por los universitarios y por los ciudadanos, en general, deben estar más vigilados. La policía hace un trabajo extraordinario, pero no tiene el don de la ubicuidad. Por ello, el Ayuntamiento de París debe incrementar la vídeo-protección de las calles y mejorar los accesos de tráfico para evitar atascos que, en una situación de emergencia, pueden convertirse en una ratonera”.

El pasado 10 de mayo, Patrick Calvar, responsable del DGSI francés (servicio de inteligencia interior), ya había advertido ante una Comisión de Defensa formada por miembros de la Asamblea Nacional y de las Fuerzas Armadas que los terroristas islamistas estaban almacenando explosivos y mostró su convencimiento de que los yihadistas darán un nuevo paso en sus ataques contra Francia “utilizando coches bomba y grandes artefactos explosivos”.