Idoia Mendia no gusta a los votantes ni a los pokémons
Decíamos la semana pasada que Idoia Mendia había decidido devolver al PSE al centro de la atención mediática y, ya de paso, destruir al partido, imitando la fallida estrategia de sus homólogos catalanes de intentar disimularse en el paisaje y presentarse como una especie de cripto-independentistas.
La primera operación socialista fue incluir en su programa electoral una reforma del Estatuto de Gernika que considerase al País Vasco como una nación. La atención que recibió esta propuesta por parte de los medios fue más bien discreta pues no es la primera vez que una de las facciones regionales del PSOE se embarca en rutas inciertas en las que es fácil entrar y muy costoso salir. Es decir, que no sorprendió a nadie, incluidos su cada vez más exiguo y desorientado electorado. Y, por supuesto, no consiguió suscitar el menor apoyo entre las filas independentistas vascas.
Vista la escasa acogida de la propuesta, el equipo de campaña del PSE decidió insistir en su búsqueda del minuto de gloria mediático y organizó una “Pokequedada” en El Arenal bilbaino. El objetivo del acto era atraer a los fanáticos del popular juego de Nintendo e intentar colocarles la cada vez menos interesante mercancía política del PSE. De nuevo, otro fiasco.
Los jugadores de Pokémon serán frikis pero no tontos y optaron por darle un mayúsculo plantón a Idoia Mendia buscando pokémons en otra parte. Tan solo acudieron los militantes de las Juventudes Socialistas que, vestidos con sus camisetas rojas, caras de circunstancias y smartphone en ristre, se sentaron ordenadamente ante su candidata a Lehendakari, de la cual desconocemos si capturó muchos pokémons, aunque sí podemos asegurar que cámaras y micrófonos había más bien pocos en El Arenal.
Y yo que me reía de la Gilda Truck de Alfonso Alonso...
Decíamos la semana pasada que Idoia Mendia había decidido devolver al PSE al centro de la atención mediática y, ya de paso, destruir al partido, imitando la fallida estrategia de sus homólogos catalanes de intentar disimularse en el paisaje y presentarse como una especie de cripto-independentistas.
La primera operación socialista fue incluir en su programa electoral una reforma del Estatuto de Gernika que considerase al País Vasco como una nación. La atención que recibió esta propuesta por parte de los medios fue más bien discreta pues no es la primera vez que una de las facciones regionales del PSOE se embarca en rutas inciertas en las que es fácil entrar y muy costoso salir. Es decir, que no sorprendió a nadie, incluidos su cada vez más exiguo y desorientado electorado. Y, por supuesto, no consiguió suscitar el menor apoyo entre las filas independentistas vascas.
Vista la escasa acogida de la propuesta, el equipo de campaña del PSE decidió insistir en su búsqueda del minuto de gloria mediático y organizó una “Pokequedada” en El Arenal bilbaino. El objetivo del acto era atraer a los fanáticos del popular juego de Nintendo e intentar colocarles la cada vez menos interesante mercancía política del PSE. De nuevo, otro fiasco.
Los jugadores de Pokémon serán frikis pero no tontos y optaron por darle un mayúsculo plantón a Idoia Mendia buscando pokémons en otra parte. Tan solo acudieron los militantes de las Juventudes Socialistas que, vestidos con sus camisetas rojas, caras de circunstancias y smartphone en ristre, se sentaron ordenadamente ante su candidata a Lehendakari, de la cual desconocemos si capturó muchos pokémons, aunque sí podemos asegurar que cámaras y micrófonos había más bien pocos en El Arenal.
Y yo que me reía de la Gilda Truck de Alfonso Alonso...











