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Sábado, 06 de Mayo de 2017 Tiempo de lectura:
Los miles de consumidores que han denunciado a esta entidad financiera por el fraude de las aportaciones subordinadas, especialmente afectados

Caja Laboral tarda más de seis meses en cancelar las cuentas de los clientes que así lo solicitan

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Caja Laboral apenas pierde clientes. Especialmente porque la entidad del Grupo Mondragón impide que sus clientes insatisfechos cierren sus cuentas, retrasando hasta la extenuación, en ocasiones más de seis meses, el cumplimiento de esta orden.

 

Periodistas de La Tribuna del País Vasco han comprobado cómo la entidad financiera vasca da largas y pone decenas de excusas y de inconvenientes para evitar que los consumidores que desean abandonar todo tipo de relación financiera vean cumplido su deseo. De hecho, sucursales de Caja Laboral en la periferia de San Sebastián, especialmente las de Pasajes, mantienen “colas” de peticionarios que esperan pacientemente que la entidad se digne a cancelar cuentas y libretas de ahorro que, mientras tanto, continúan generando elevados gastos y comisiones. Las excusas dadas por los operarios de Caja Laboral son varias y comunes en todos los casos, y van desde el “vuelva usted mañana” y el socorrido “hoy no podemos porque se nos han caído los ordenadores” a la deriva de responsabilidades a la sección legal de la entidad (“nos lo tiene que autorizar el Departamento Jurídico”) o el ampararse en una vacua terminología legislativa (“la CNMV nos impide que cancelemos las cuentas”).

 

La situación se ha hecho especialmente escandalosa después de que miles de clientes a los que Caja Laboral llevó a la ruina a través de la venta de aportaciones subordinadas de Eroski y Fagor (firmas también del Grupo Mondragón) que perdieron todo su valor en apenas unos años, hayan solicitado a la entidad el cierre de sus cuentas. Se trata, sobre todo, de clientes que han llevado a Caja Laboral ante los tribunales de justicia para recuperar las inversiones que realizaron en su día en aportaciones subordinadas y que tras recuperar su dinero con el apoyo de los jueces desean poner fin a todo tipo de relación con la entidad. Pues bien, no pueden conseguirlo y, de hecho, algunos de estos clientes están volviendo a contactar con sus equipos jurídicos para que sean éstos los que obliguen a la dirección de la Caja vasca a cumplir con lo que se le exige.

 

Habitualmente, el proceso de cierre de una cuenta o libreta en una entidad bancaria es un proceso muy sencillo que consiste en comprobar que no hay cargos ni domiciliaciones pendientes, dejar la cuenta a cero y solicitar la anulación de la misma. Es aconsejable también pedir siempre al banco o a la caja un certificado que acredite la cancelación de la cuenta, para evitar el riesgo de que la entidad bancaria diga que la ha cerrado, sin hacerlo definitivamente del todo.

 

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