Hay una máxima común en todos los países del mundo en el que todos, absolutamente todos, están de acuerdo, y es la inviolabilidad de sus fronteras.

No existe ningún país de este planeta en el que se pueda entrar sin la expresa autorización para hacerlo.
 

He dicho y digo que en todos, pero toda regla tiene sus excepciones, y en este caso España es la excepción.
 

La inviolabilidad de las fronteras españoles existe en su ordenamiento judicial, por lo que todo aquel que entra en el país sin autorización es devuelto a su país de origen de inmediato y si entra violentando la frontera, es decir, por la fuerza, debe ser detenido y encarcelado.

Pues bien, por nuestra fronteras del sur del país, todos los dias pasan de manera ilegal, decenas, centenas y ya son muchos miles de inmigrantes, ciudadanos de Africa que no pudiendo hacerlo por la vía legal, como lo harían todos ustedes, lo hacen por la fuerza.

Otros lo hacen sin enfrentamientos físicos y sin atacar a nuestras fuerzas del orden en las fronteras, por lo que se montan en lanchas neumáticas, barcos viejos o motos acuáticas y salen a la mar. Estos se lo tienen mejor montado, porque la mayoría de veces, con algunas excepciones, ya avisan por teléfono que van a lanzarse a la mar para que vengan a recogerlos. Ahí el último dato de Médicos sin Fronteras, que se quejaban de que no les dejaban recoger a los inmigrantes africanos en aguas cercanas a la costa de Libia.

Y es que ya hemos llegado a una situación explosiva. Los que entran por la frontera lo hacen por la fuerza, y los que vienen por el mar, a la mayoría salen a buscarlos casi a la costa africana.

Indudablemente todo inmigrante en situación de precariedad tiene toda la sensibilidad de los españoles, pero es que esto se está yendo de la mano.
Tenemos un sistema de vida, que nos hemos labrado durante muchos años los españoles, que permite ayudarle al prójimo, pero indudablemente no permite ayudarle a un continente entero que está desembarcando en nuestro país.

Esto hay que regularlo urgentemente y con todas sus consecuencias, porque ya no solo peligran las ayudas al tercer mundo, es que actualmente lo que está peligrando es nuestro sistema de vida, entre lo que está la sanidad gratuita, que tanto utilizan los políticos como arma arrojadiza.

Hoy, estamos sosteniendo un sistema de ayudas que es insostenible y culpamos a la longevidad de los ancianos españoles que han trabajado toda su vida para crearlo. Sin embargo nadie puede decir, ni hacer cuentas, de lo que nos cuestan los delicuentes que entran por la fuerza en nuestro país.

Porque por mucho que la señora alcaldesa de Madrid, del partido Podemos, Manuela Carmena pida un aplauso para esos inmigrantes que entran por la frontera española arrasando a todos los funcionarios y lesionándolos, la realidad es que es un delito.

No tengo constancia de que esta alcaldesa de enorme sensibilidad con estas cosas, haya acogido en su casa particular a estos delicuentes, porque, no nos engañemos, es delito entrar por la fuerza en nuestro país. También es, supuestamente, delito hacer apología e incentivar a cometer actos antijurídicos, como lo hace la señora Carmena con sus declaraciones y aplausos a estos actos. Pero ni a los unos se les aplica todo el peso de la Ley ni a esta alcaldesa tampoco.

Eso sí, no se le ocurra a usted hacerlo, al revés de lo que está ocurriendo, que se pudre en una cárcel africana.
 

Políticas como esta nefasta alcaldesa, indigna de ser lo que es, es lo que al final, y ya verán que no me equivoco, la frontera europea terminará en los Pirineos..., si es que no lo es ya.
 

Una pena, porque una cosa es ayudar al prójimo y al necesitado y otra es la falta de respeto hacia las leyes y normas de tu casa, lo primero es bueno y lo segundo, por mucho que los podemistas y catalanes se empeñen, es malo hoy y mañana.

Mal futuro tenemos si al final socialistas y podemistas se unen para dirigir este país, que si bien Rajoy no es lo mejor, si que es verdad que es lo menos malo.

¡Ah!, mis condolencias a los catalanes y a todos los afectados en el triste atentado que han sufrido. Siento no haber entendido las explicaciones de sus políticos, que cuando todos los españoles estábamossufriendo por ellos, éstos nos lo contaban en catalán y no nos enterábamos de nada.
Por cierto, a los yihadistas del atentado, señora Carmena, cuando entraron en nuestro país, ¿también debimos aplaudirles?