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Francisco López
Domingo, 08 de Octubre de 2017 Tiempo de lectura:

Brutalidad policial: La gran estafa mediática y política

En los últimos días tanto la prensa nacional como internacional han realizado artículos para recoger aquellos casos en los que se publicaron imágenes falsas que no se correspondían con los incidentes.


Desgraciadamente nadie quiere profundizar en las causas de ese fenómeno. ¿Por qué se produce de una forma más general que en ningún otro caso? ¿Qué razones justifican que algo presente en otros sucesos se produjo de forma anecdótica, se realizara de forma generalizada el día 1?
Pasados unos días, viendo las cosas con perspectiva y analizando con frialdad los hechos, todo apunta a que tuvieron que “inventarse” fotografías porque faltaba material.


Un centenar de intervenciones, miles de personas con móviles que registraron todos los movimientos y actuaciones policiales y que en muchos casos fueron subidos inmediatamente a la red. Pasadas varias horas, apenas podían mostrar la foto de una señora mayor y un par de hombres más, desconociéndose si fue acción directa o  desgraciados accidentes sin dolo. Por cierto, esa señora era María José Molina Ferrer, que en el colegio Niño Jesús, con plena conciencia, se puso en primera fila y según su relato, cuando la cogieron para moverla, sus “queridos” compañeros de fila la agarraron con lo que “no pudieron arrancarme” y claro del segundo empujón realizado por un musculoso policía, salió según ella “por los aires” y terminó chocando en un bordilo (1). Es decir, el rostro icónico de la brutalidad policial, es producto de un triste accidente, indirectamente provocado por unos “compañeros” y un policía que no tuvieron en cuenta que era una anciana.


Así que a primeras horas de la tarde, prácticamente sólo contaban con esta ancianita para conmover. En ese momento se decidió abrir la puerta a la creatividad, buscando y subiendo con dolo fotografías que forzosamente sabían eran falsas o presentando una señora caída por la escalera, como si fuera una herida por la Policía. Una estafa que todo apunta fue hecha con plena conciencia.


Invito a revisar los numerosos vídeos. Hay un claro exceso policial con un joven al que le hacen la rueda en Nou Barris. En el IES Pau Claris se produce una exagerada e inaceptable patada que debería tener efectos disciplinarios y tres comportamientos bruscos con algún tirón de pelo y patadas menores, a la par que vemos como otras personas son desalojadas con la normalidad y respeto que es posible en un caso de resistencia pasiva y en un ambiente de tensión. El video grabado en este lugar, lo reprodujeron casi todos los medios… lo que nos da un indicio de la dramática falta de buenas imágenes de que había de comportamientos objetivamente inaceptables.


Y poco más de auténtica gravedad. Muchísimos empujones entre la gente que bloquea y los cordones policiales. Era tal la violencia y brutalidad policial, que los obstaculizadores de la orden judicial que son retirados se les ve tranquilamente a dos tres metros de las espaldas de los agentes que siguen despejando el camino y luego se van lenta, casi parsimoniosamente. ¿Si la Policía ha sido tal salvaje, como es que es que no corren despavoridos?


Sí se observa en algunos casos uso de defensas, la mayoría de las veces dirigidas contra las piernas, aunque tampoco voy a ocultar que he visto más casos de los que me hubiera gustado usándolas contra el cuerpo e incluso cabeza, pero que sobre el total, son una minoría. Insisto, los vídeos están ahí. Especialmente revelador el que vemos como tratan los policías a los bomberos de la Generalitat tras días y días en que estos habían proferido todo tipo de bravuconadas, amenazas chulescas y de violencia verbal; véanlo por favor y juzguen.


En general el comportamiento impresiona por lo frío y profesional. A pesar de la tensión, a pesar de la rabia inmensa que tenían que tener esos agentes por culpa de una jueza irreflexiva y de unos mandos que no supieron o no quisieron hacer ver que era una misión imposible tras la esperada traición del “chico de la paella”, el señor Trapero. En la mayoría de los casos la actuación es correcta. La perfección no existe y más cuando la adrenalina inunda los cuerpos de unos y de otros, la tensión es tremenda y los que bloquean en las calles no son los como los que están en los colegios, sino los borrokas de las CSR encuadradas por las CUP. Y también hay que citar casos, por ejemplo el colegio de la señora Molina, en los que el mando optó por la retirada antes de utilizar un mayor grado de violencia para cumplir la orden de la juez.


Si alrededor de una docene de lugares donde los enfrentamientos con un mayor grado de violencia. Los más graves fueron en el colegio Ramón Llull. Ahí, los policías cumplen con la orden judicial sin muchos problemas, pero de modo chulesco y provocador, son bloqueados. Aquí es donde si se producen pequeñas cargas y se lanzan algunas pelotas, con el único herido serio. ¿Se puede condenar a quien se limita a abrirse paso frente los que han abandonado la resistencia pasiva y ya se comportan violentamente? Por cierto aquí es donde se arrojan las vallas contra unos agentes que en un momento en que estos no hacían nada.
En Lérida tuvieron lugar fuertes  choques, también una vez cumplida la orden judicial, cuando “centenares de personas comenzaban a rodear la antigua Facultad de Tarragona”, con cargas que según la prensa… ¡duraron dos minutos! Repetimos lo que dice la prensa “centenares de personas comenzaban a rodear” ¿Quién es el culpable? Aquí es donde se produce el infarto de un anciano y un miserable tiene el cuajo de coger la fotografía donde se ve a un miembro del Cuerpo Nacional de Policía haciéndole el masaje cardiaco que finalmente le salvará la vida, editarla y presentarla como si estuviera agrediendo.


En San Carlos de la Rápita vemos como los guardias civiles se van mientras llueven las piedras, en vez de sacar el material antidisturbios y liarse a tirar pelotas y botes de goma. ¿También realizan brutalidad policial? ¿O más bien los brutales son esos “ciudadanos pacíficos que sólo quieren votar”?


De otros sitios con incidentes, no podemos decir mucho más, porque con cientos de móviles para grabaron todo… no disponemos de ellos. Este dato nos da un indicio (repito indicio, no digo prueba) de hasta qué punto debió de ser tan, tan, tan  “violenta” la actuación policial… que los ultranacionalistas nos han privado de ver esos vídeos. Si alguna vez tienen a bien proporcionarlos, por supuesto comentaremos lo que veamos.


A las 17,15 horas, todo acabó. Se dio una orden de retirada, incomprensiblemente no realizada antes. Se consiguió el objetivo en 93 colegios. Para un resultado tan pírrico y tan esperable debido a que los golpistas no habían ocultado sus intenciones y se sabía que no se podría cumplir la orden judicial en todos los colegios sin entrar a lo bestia, Con esos efectivos no había tiempo material. ¿Merecía la pena? Una vez que se constató la traición del amigo de Carles Puigdemont ¿no hubiera sido mejor ir a la cabeza, deteniendo al responsable por una obvia obstrucción a la Justicia y dejar a la gente perpetrar su pucherazo, sin exponer a unos y a otros a tanta tensión y riesgo?


¿Es que a estas alturas nuestros gobernantes y determinados jueces no conocen la infinita capacidad para la mentira y el victimismo del ultranacionalismo catalán?
 

La histeria
 

Lo que vino después era lo esperado para los que llevamos muchos años preocupándonos por la preocupante deriva fascista del catalanismo. Sabíamos perfectamente que empezaría la histeria y que además la prensa internacional, intoxicada…. cuando no otra cosa por Diplocat, se encargaría de difundir.
 

No sólo fueron las imágenes falsas repartidas por las redes sociales y los políticos. Fue decisivo el papel de una de las castas periodísticas más corruptas y manipuladoras.

 

Como muestra un comentario de un indeseable llamado Guillem Sànchez en El Periódico que publicó “Los partes médicos hablan de fracturas en brazos, dedos, piernas y mandíbulas”. Después, vendría la disparatada cifra de 900 heridos, que nos hace hervir la sangre a aquellos que conocemos la historia de la violencia en Euskadi, lo que fueron duros disturbios y episodios de auténtica brutalidad policial (2). Patéticamente, un ministerio del Interior desnortado se unirá al disparate hablando de 400 policías heridos. Ja, ja, ja.


Lanzado cuesta abajo y sin frenos el camión de la mentira ya es imposible pararlo. Los medios informativos en general y los subvencionados en particular, la televisión autonómica del odio, ofrecen una versión distorsionada de los hechos, magnificando los incidentes. Pero lo más grave, es que se ocultó a la opinión pública en que en tres de cada cuatro colegios donde hubo intervención, no hubo problemas o fueron mínimos, lo cual es un desprecio no sólo a la profesionalidad de los agentes sino al espíritu cívico y al comportamiento de las personas que allí estaban.
A partir de la noche, toda la casta política, mediática y social del secesionismo que campanudamente denunciaba como “crimen contra la Humanidad” a los agentes que no habrían actuado con “moderación y proporcionalidad”, lanzando la más increíble y desproporcionada campaña. Conocidos por todos son los episodios de acoso, no sólo a los agentes de las unidades involucradas, sino también otros destinados en el Principado y que no tuvieron nada que ver, a sus familias, a niños, ¡hasta perros!. Es decir, aquellos que amparándose una visión distorsionada y que pisotean con saña el principio de la proporcionalidad, no tendrán el menor empacho en violentar derechos fundamentales.

 

El Gobierno sólo defiende al Gobierno
 

Todo lo explicado, lejos quitar responsabilidad al Gobierno, la acrecienta. Da la impresión, que ciertos responsables vieron con buenos ojos mandar a los agentes a una misión imposible, a fin de tapar el nuevo fracaso del señor Rajoy. Había unos culpables claros de que se hubieran montado los colegios electorales y contra ellos había que haber actuado, a la par de pedir disculpas por la enésima promesa incumplida. Pero no, en vez de eso, la vicepresidenta sostendrá patéticamente que no hubo referéndum, cuando todos lo habíamos visto. El error político fue brutal. Claro que hubo un referéndum, sin ningún tipo de garantía y con todo tipo de irregularidades, perdiendo la oportunidad de desacreditar a nivel nacional e internacional a todo el secesionismo y a los que les apoyan.
Cuando hay dificultades es cuando hay que ser más escrupuloso con las formas. A  los responsables secesionistas, nunca se les vio contrariados cada vez que había un problema que sólo se podía salvar anulando garantías. Es más parecían felices. Con condiciones de sin las menores garantías democráticas, como a regañadientes tuvieron que reconocer los amigotes internacionales que trajeron y pagaron, el gobierno  ultranacionalista hubiera debido reconocer la falta de validez legal  considerarlo como el bitiferrendum del 9-N. Frente a ello, también se enrocan, considerando legal un proceso lleno de trampas.

 

Y es que el nacionalismo catalán nunca defrauda. En cuanto se les deja solos y con capacidad de mandar, ya sea en cultura, educación, televisiones y medios púbicos, administración… y organización de elecciones, sacan de dentro su profundo desprecio por las mínimas condiciones democráticas y de convivencia. Para ellos sólo vale la imposición y victoria.
 

Al negarse el Gobierno a reconocer que hubo un referéndum y centrar ahí el debate, al reaccionar con una torpeza inimaginable ante los disturbios de la mañana, al carecer de una política de comunicación eficaz, el desastre originado por una absurda intervención que nunca debió tener lugar, se completa y el problema adquiere una dimensión internacional que lo agrava de una forma que nunca hubiéramos podido preveer el 30 de septiembre. Peor imposible.
 

España les importa un pito. Es triste decirlo pero es así. Están locos por pastelear. Es significativo, que el Gobierno de forma pública no ha apoyado a los demócratas catalanes y estos han tenido que esperar al discurso del Rey para oír una muestra de solidaridad clara y explícita. Este es el nivel
 

Y Europa, menos. Desde los sucesos del 1-O hemos visto como en tromba toda la ultraderecha y alt right en bloque se lanza en apoyo del secesionismo catalán, consciente de que este tema va a dinamitar al Unión Europea (3). Todos los ultras: UKIP, AfD, Partido de la Libertad de Holanda, Liga Norte, la selva de ultras flamenca, etc. Hasta el Frente Nacional de Le Pen, con un margen de actuación reducido por el tema de Cataluña-Norte, se ha descolgado con una posición equidistante donde distingue como diferentes españoles de catalanes. Pero nuestro gobierno con esa incompetencia de la que hace gala, tampoco tiene a bien informar a la ciudadanía de que el futuro de Europa se va a jugar las próximas semanas en Cataluña.
 

La única salida es un gobierno de concentración y elecciones sin Mariano Rajoy y sin Soraya Sáenz de Santamaría. No veo otra opción, pero no podemos seguir en manos de estas acémilas y mucho menos meternos en un proceso de “diálogo” con estos incompetentes. Como señalé en mi anterior artículo, sin buenos negociadores, podemos ser objeto de un atraco de proporciones cósmicas.

 

Aclaración final.- El artículo se ha iniciado con la denuncia de las noticias fake que distribuidas por los secesionistas. Me he centrado ellas porque se produjeron en un determinado momento y con un objetivo muy claro y definido, crear una imagen de terror policial cuando carecían de pruebas. Una vez calentado el personal, ya daba igual todo. Pero creo de justicia citar que también los “nuestros” han protagonizado algunos episodios de fake que no son admisibles, es más son auténtica traición, porque cuando poco a poco está saliendo a luz la realidad, esas burdas manipulaciones, sólo consiguen dañar los esfuerzos y el trabajo de tantos catalanes.


Como los impresentables no van a cambiar, reiterar el llamamiento a que todos seamos muy rigurosos, a no fiarnos como no haya una fuente fiable y a no compartir alegremente por muy atractiva que parezca la noticia. Una forma de mostrar patriotismo es ser serios y rigurosos para no dar bazas a un adversario implacable.

 


 

1. Datos procedentes de artículo de Marta Nebot en el diario Público 6 de octubre. La señora Molina llega a afirmar que “le lanzaron contra un bordillo”, lo que implicaría una voluntariedad, pero a la vista del propio relato y lo que hemos visto de esta labor en otros colegios, todo apunta a un desgraciado accidente. Por cierto no me constan imágenes del suceso, ¿no grabó nadie?


2. Los años setenta y primeros ochenta fueron terribles. Hasta que con el plan ZEN de José Barrionuevo no se endurecieron los protocolos, hubo casos de actuaciones policiales realmente graves.

 

3. Un detalle sobre el que hay que llamar la atención: fuerzas antiinmigración y antiislamistas, apoyando a la casta política que ha convertido a esta región europea en el mayor foco yihadista de Europa. La falta de escrúpulos y coherencia de estos políticos es asombrosa.

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