Varapalo a la rigidez del mercado laboral
EL BCE denuncia la baja productividad existente en España
El Banco Central Europeo ha denunciado que España y el resto de países del sur de la UE, pese a las ayudas estructurales, no avanzan lo suficiente en el proceso de convergencia con el resto de miembros de la Unión. En un extenso informe, el BCE analiza las causas de este problema y concluye que, en el caso de España, se debe a la baja productividad laboral que se explica por el capital humano poco cualificado, la baja inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) y un entorno empresarial desfavorable por las elevadas cargas administrativas que han de soportar las compañías.
Los expertos del BCE critican el recurso a la mano de obra no cualificada, tan habitual en España, especialmente en los sectores de construcción y servicios, y las estrictas regulaciones del mercado laboral, que restringen los contratos de trabajo flexibles.
El BCE explica que el bajo crecimiento de la productividad antes de la crisis se produjo porque se asignó “cada vez menos capital y trabajo a las industrias productivas” y también por la dualidad del mercado laboral español, con una elevada temporalidad, que provoca una brecha entre los costes de despido de los trabajadores con contrato indefinido y los que tienen uno de duración determinada.
El Banco Central Europeo ha denunciado que España y el resto de países del sur de la UE, pese a las ayudas estructurales, no avanzan lo suficiente en el proceso de convergencia con el resto de miembros de la Unión. En un extenso informe, el BCE analiza las causas de este problema y concluye que, en el caso de España, se debe a la baja productividad laboral que se explica por el capital humano poco cualificado, la baja inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) y un entorno empresarial desfavorable por las elevadas cargas administrativas que han de soportar las compañías.
Los expertos del BCE critican el recurso a la mano de obra no cualificada, tan habitual en España, especialmente en los sectores de construcción y servicios, y las estrictas regulaciones del mercado laboral, que restringen los contratos de trabajo flexibles.
El BCE explica que el bajo crecimiento de la productividad antes de la crisis se produjo porque se asignó “cada vez menos capital y trabajo a las industrias productivas” y también por la dualidad del mercado laboral español, con una elevada temporalidad, que provoca una brecha entre los costes de despido de los trabajadores con contrato indefinido y los que tienen uno de duración determinada.