¿Dónde está la prometida regeneración?
La semana pasada me refería a las reformas, necesarias y prometidas, que siguen pendientes, tapadas por el contencioso Estado-Cataluña. Pero, ni Puigdemont con sus conferencias o sus comparecencias virtuales, logran eclipsar las imágenes de la Gürtel en sede judicial, y no digamos la comparecencia de Pedro-J en la Comisión de Investigación en el Parlamento, dónde dejó, alto y claro, episodios de corrupción, mordidas, caja B, sus beneficiados, y cómo le costó el cargo de director en "El Mundo", su periodismo de investigación.
A lo que antecede, uno, que ya es veterano, sospecha cuánto puede haber de unidad PP-PSOE para defenderse ante los acuerdos justicia-delincuentes de cuello blanco, que sin duda ponen desnudos los entresijos para una corrupción crónica y extendida, al menos en el espacio de la política, como síntoma de la decadencia moral en los viejos partidos políticos, dejando al descubierto tres perversos pilares: financiación delictiva, sueldos ocultos, acuerdos entre el poder político y el empresarial a mejor inventario de ambas partes.
Debo decir que una muestra de regeneración fue el empeño de C's para echar al Presidente de la Comunidad de Murcia. Sólo por tal logro merece la pena fijarse en los nuevos aspirantes que militan en la formación exitosa que lideran Arrimadas y Rivera.
La regeneración es algo consustancial al paso del tiempo, indispensable ante vicios haciendo uso del poder, mediante ingeniería financiera y fiscal para organizar tramas al servicio de recursos económicos, procedentes del sector público o del privado. Carlos Marx dijo que cada hombre tenía un precio. Hoy podría añadir que no hay política en el mundo sin corrupción.
Pero regenerar es creer en un mundo mejor. Acercar la emoción de participar a los románticos. Hacer posible aquello que dijo Luther King: "Ayer tuve un sueño". Para volver a creer necesitamos otras melodías con los mejores intérpretes. Hace falta una generación de gente honesta. El problema no puede seguir siendo, "que te pillen", tiene que ser la decencia como pensamiento y obras asumidas por ley natural.
En el momento presente los corruptos han tenido suerte. La grave crisis del Estado, con el secesionismo de Cataluña, ha tapado la corrupción. Pero como alguien de Cs ha dicho. ¿Hay algún partido con gobiernos de veinte a más años que no tenga casos de corrupción?. Y es que tenemos indicios racionales para sospechar que la corrupción era una fórmula de uso corriente. Sólo así puede comprenderse que los únicos gravemente sancionados hayan sido dos jueces que se atrevieron a ponerla en solfa, o que el todopoderoso director del diario El Mundo, fuera cesado por señalar en sus páginas lo que hasta el lector menos capaz da por supuesto. La financiación corrupta del PP, en sede central y sedes periféricas.
Como quiera que los viejos y mastodónticos partidos están sentados en el banquillo, a través de sus notables, es razón y virtud que lleguen a pactos disfrazados como acuerdos para mejor proveer en el Estado, o incluso busquen toda suerte de herramientas para evitar la llegada al poder de otros, sin tragaderas, sin conseguidores, sin tesoreros para cajas opacas, sin leales desde consejos de administración en las grandes compañías. ¡Qué peligro!. España, gobernada por gentes con escrúpulos, puritanos y dispuestos para dar su merecido a las tramas de corrupción.
Ahí está el caso de una gallega, senadora, de apellido patronímico. Barreiro. Razón por la que C's no apoyará las cuentas del Ministro Montoro. Y es que la ex alcaldesa de Cartagena está imputada por: fraude, malversación, cohecho, prevaricación y revelación de información reservada. ¡Ahí es nada!. Otra más de la trama Púnica.
Esta lucense del PP, licenciada en derecho, ex-diputada en Cortes, ¿tendrá la protección del portavoz, también Barreiro y de Lugo, del grupo popular en el Senado?. Lo que está claro es que se repite el culebrón del Presidente de la Comunidad de Murcia, y que Cs hace causa de honor ante tales dislates.
Pero lo que han tratado de minimizar los medios controlados por el PP, ha sido lo contado por P .J. Ramírez. La estrecha relación entre Bárcenas y Rajoy, por medio de la famosa caja de puros "Conde de Montecristo".
¿Caerá el gobierno Rajoy?. ¿Se atreverá Aznar a lanzar algún torpedo a la línea de flotación de su ungido, más allá de las críticas meramente políticas?. ¿La fórmula de financiación o los asuntos ventilados en Madrid, Valencia, Murcia, tienen sus réplicas en otras Comunidades?. ¿Se han dado cuenta los votantes que ha llegado la hora de hacer justicia y castigar en las urnas: corrupción, ineptitud, confiscación fiscal con las clases medias y trato de usía con las grandes empresas?. ¿Quién manda en España?, o dicho de otra forma, ¿quiénes son ahora los poderes fácticos?.
Me gustaría que Baltasar Garzón viera en el banquillo a los que le acosaron hasta destituirle. Me gustaría que la justicia llegara a pactos con todos los intermediarios de las tramas corruptas y así de una vez por todas saber, el diagnóstico para aplicar ejemplar tratamiento de limpieza y ejemplaridad.
Pero una vez más. Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son... De ahí, que en medio de la trifulca, hoy el compostelano presidente, ha vuelto a repetir que es su intención seguir siendo quien es y volver a presentarse para serlo. ¡Premio a la constancia!.
La semana pasada me refería a las reformas, necesarias y prometidas, que siguen pendientes, tapadas por el contencioso Estado-Cataluña. Pero, ni Puigdemont con sus conferencias o sus comparecencias virtuales, logran eclipsar las imágenes de la Gürtel en sede judicial, y no digamos la comparecencia de Pedro-J en la Comisión de Investigación en el Parlamento, dónde dejó, alto y claro, episodios de corrupción, mordidas, caja B, sus beneficiados, y cómo le costó el cargo de director en "El Mundo", su periodismo de investigación.
A lo que antecede, uno, que ya es veterano, sospecha cuánto puede haber de unidad PP-PSOE para defenderse ante los acuerdos justicia-delincuentes de cuello blanco, que sin duda ponen desnudos los entresijos para una corrupción crónica y extendida, al menos en el espacio de la política, como síntoma de la decadencia moral en los viejos partidos políticos, dejando al descubierto tres perversos pilares: financiación delictiva, sueldos ocultos, acuerdos entre el poder político y el empresarial a mejor inventario de ambas partes.
Debo decir que una muestra de regeneración fue el empeño de C's para echar al Presidente de la Comunidad de Murcia. Sólo por tal logro merece la pena fijarse en los nuevos aspirantes que militan en la formación exitosa que lideran Arrimadas y Rivera.
La regeneración es algo consustancial al paso del tiempo, indispensable ante vicios haciendo uso del poder, mediante ingeniería financiera y fiscal para organizar tramas al servicio de recursos económicos, procedentes del sector público o del privado. Carlos Marx dijo que cada hombre tenía un precio. Hoy podría añadir que no hay política en el mundo sin corrupción.
Pero regenerar es creer en un mundo mejor. Acercar la emoción de participar a los románticos. Hacer posible aquello que dijo Luther King: "Ayer tuve un sueño". Para volver a creer necesitamos otras melodías con los mejores intérpretes. Hace falta una generación de gente honesta. El problema no puede seguir siendo, "que te pillen", tiene que ser la decencia como pensamiento y obras asumidas por ley natural.
En el momento presente los corruptos han tenido suerte. La grave crisis del Estado, con el secesionismo de Cataluña, ha tapado la corrupción. Pero como alguien de Cs ha dicho. ¿Hay algún partido con gobiernos de veinte a más años que no tenga casos de corrupción?. Y es que tenemos indicios racionales para sospechar que la corrupción era una fórmula de uso corriente. Sólo así puede comprenderse que los únicos gravemente sancionados hayan sido dos jueces que se atrevieron a ponerla en solfa, o que el todopoderoso director del diario El Mundo, fuera cesado por señalar en sus páginas lo que hasta el lector menos capaz da por supuesto. La financiación corrupta del PP, en sede central y sedes periféricas.
Como quiera que los viejos y mastodónticos partidos están sentados en el banquillo, a través de sus notables, es razón y virtud que lleguen a pactos disfrazados como acuerdos para mejor proveer en el Estado, o incluso busquen toda suerte de herramientas para evitar la llegada al poder de otros, sin tragaderas, sin conseguidores, sin tesoreros para cajas opacas, sin leales desde consejos de administración en las grandes compañías. ¡Qué peligro!. España, gobernada por gentes con escrúpulos, puritanos y dispuestos para dar su merecido a las tramas de corrupción.
Ahí está el caso de una gallega, senadora, de apellido patronímico. Barreiro. Razón por la que C's no apoyará las cuentas del Ministro Montoro. Y es que la ex alcaldesa de Cartagena está imputada por: fraude, malversación, cohecho, prevaricación y revelación de información reservada. ¡Ahí es nada!. Otra más de la trama Púnica.
Esta lucense del PP, licenciada en derecho, ex-diputada en Cortes, ¿tendrá la protección del portavoz, también Barreiro y de Lugo, del grupo popular en el Senado?. Lo que está claro es que se repite el culebrón del Presidente de la Comunidad de Murcia, y que Cs hace causa de honor ante tales dislates.
Pero lo que han tratado de minimizar los medios controlados por el PP, ha sido lo contado por P .J. Ramírez. La estrecha relación entre Bárcenas y Rajoy, por medio de la famosa caja de puros "Conde de Montecristo".
¿Caerá el gobierno Rajoy?. ¿Se atreverá Aznar a lanzar algún torpedo a la línea de flotación de su ungido, más allá de las críticas meramente políticas?. ¿La fórmula de financiación o los asuntos ventilados en Madrid, Valencia, Murcia, tienen sus réplicas en otras Comunidades?. ¿Se han dado cuenta los votantes que ha llegado la hora de hacer justicia y castigar en las urnas: corrupción, ineptitud, confiscación fiscal con las clases medias y trato de usía con las grandes empresas?. ¿Quién manda en España?, o dicho de otra forma, ¿quiénes son ahora los poderes fácticos?.
Me gustaría que Baltasar Garzón viera en el banquillo a los que le acosaron hasta destituirle. Me gustaría que la justicia llegara a pactos con todos los intermediarios de las tramas corruptas y así de una vez por todas saber, el diagnóstico para aplicar ejemplar tratamiento de limpieza y ejemplaridad.
Pero una vez más. Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son... De ahí, que en medio de la trifulca, hoy el compostelano presidente, ha vuelto a repetir que es su intención seguir siendo quien es y volver a presentarse para serlo. ¡Premio a la constancia!.