Hacía tiempo que la semana, en la que el pueblo judío celebra la Pascua, no llegaba tan cargada de noticias. Es como si la Santa Compaña del pueblo hebreo hubiera decidido vengarse por las expulsiones que los cristianos viejos de hispania infirieron a los Sefarditas.

Por una vez ni el PNV, ni los restos de ETA, han logrado ocupar las primeras planas de los medios escritos y audiovisuales. Lo que diga ETA sobre su disolución, nos importa un comino. Gracias a Dios, ni están, ni se les espera. Otro tanto pasa con el Aberri-Eguna. Al menos de boquilla, están más pendientes de la evolución del 155 en Cataluña que de empeñarse en recordar que son un pueblo descendiente de la costilla de Aitor, con Derechos Históricos y seguidores de aquel iluminati Sabino Arana. En todo caso, para lo único que sirven es para que el PP pueda sumar cinco escaños a inventario de los presupuestos generales del Estado para el 2018. Eso sí, sin casi posibilidades de ejecución para las probables inversiones, pues el tiempo transcurrido resta capacidad en disponer de los medios que su fin requiere y que precisa del factor tiempo.  
La bronca pública en el contexto de la Familia Real. No por las diferencias entre dos damas. Por los motivos y estrategias de quien ha permitido y promovido la filtración de la noticia. Una de dos. O pretenden tapar otras noticias políticas. O han decidido cargarse el futuro de alguna de las reinas. Lo que no podemos aceptar es que una reyerta con motivo de una foto, se haya convertido en primera página de todos los informativos, por casualidad o por la habilidad de un paparazzi.

La bronca enquistada de Cataluña. Con bisos de cambiar resistencia pacífica por "violéncia al carrer", traducción literal al catalán de la tristemente 'kale borroka'. Mientras los protagonistas, sean de la antigua Convergencia, o de la no menos antigua Ezquerra, siguen instalados en su empecinamiento, que unas veces pretenden que nos tomemos a coña marinera la declaración de República Catalana, y otras sitúan tal acto parlamentario en una fecha histórica para la nación catalana.

Y es que algo de parecido tiene lo que antecede con la Pascua judía. En este caso, el pueblo elegido es castigado por soberbia, y sus máximos exponentes son expulsados de la tierra prometida, con maldita diáspora por los siglos de los siglos, amen.

La bronca del máster fallido. Huele a chamusquina. Todo indica que estamos ante una vendetta siciliana. Algunos "compañeros" del Partido Popular, le han pasado la factura, en el momento previsto, a la Cifuentes. Estas noticias de menor cuantía en un país con tanta gente cabreada, son fruto de la maldad infinita de algún seguidor de Maquiavelo, para poner perverso titular en el momento oportuno con los efectos deseados a inventario de las miserias humanas. Y es que Roma no paga traidores. O dicho de otra forma, los políticos florentinos son una especia ladina que aguardan, sin prisa pero sin pausa, el momento de usar la daga para derribar a Cesar.

La bronca que tarde o temprano se hará pública. Esa que tiene como escenarios los pasillos del emblemático "castillo de la calle Génova", como consecuencia de las encuestas que terminan por dar la razón al expresidente Aznar. ¡Mariano está agotado y descontado por el mercado!. Hay que buscar al sustituto, antes que el partido color naranja se haga con todo el poder de la derecha refundada por Don Manuel.

La que se puede liar en el cuerpo de los Mossos. Parecía olvidado que la policía catalana, con aires de ejército al servicio de la R.C. había actuado con inequívocas señales de obediencia debida a los mandamases del proceso. Pero con el procesamiento de la cúpula de tal organismo por delitos de sedición, se abre la caja de los truenos. ¿Qué papel iban a jugar los Mossos en el Procés?. ¿Qué operativos tenían previstos para neutralizar a funcionarios, políticos y fuerzas de seguridad del Estado?. Me temo que el culebrón promete hacer pequeños otros asuntos relacionados con Cataluña. Puede que alguien con autoridad y experiencia profesional haya puesto sobre la mesa del Gobierno de España, los riesgos que representan en Comunidades con tentaciones secesionistas, disponer de efectivos armados con funciones de policía integral.

No sé si podremos llegar al Campeonato del Mundo. Estamos en abril y sería bueno que corriera rápido el calendario para que en este país volviéramos a soñar con las posibilidades de la Selección española de ganar otro Mundial. Y es que no hay mejor Bálsamo de Fierabrás para los españoles que el futbol. Un gol de chilena, una copa del mundo, un mes dedicados a ver y comentar las diabluras de los chicos de la roja, termina por borrar todo lo demás, incluso se ha demostrado que es el futbol, el único punto de encuentro entre tierras y gentes de España, a pesar de los dirigentes, a pesar de las crisis y las mentiras...     

Pero faltaba la guinda. La Pascua nos trae recuerdos de aquella conspiración judío-masónica a la que hacía referencia, en sus momentos débiles, la oprobiosa. Desde Alemania, la corte judicial se pronuncia sobre el caso Puigdemont. Lo hace con efectos contrarios a las pretensiones del Estado español. Creando una enorme confusión en un ambiente político ya muy enrarecido. No he podido leerme la sentencia con la que hablan los jueces, pero tengo motivos para señalar como en el seno de la UE no hay un criterio uniforme sobre las coordenadas que definen la violencia. Y digo tal, porque el que sufre violencia se queja y el que la práctica trata de justificarlo o no darle la importancia que tiene en la vida y libertad de primero.

Violencia es todo acto dónde se vulneran los derechos fundamentales del ciudadano. Y me sorprende, argucias jurídicas aparte, que se esté dudando que un intento de golpe de Estado, una clara intencionalidad para la segregación de una parte en una nación, la imposición de criterios políticos independentistas, contra Ley, a las gentes del conjunto en una Nación de la UE, no sea suficiente para aplicarle el concepto de violencia y consecuentemente los diferentes artículos penales para evitar el mal ejemplo o la impunidad.

Algo tiene esta Pascua XVIII. Algo pasa en el clima. Algo está moviéndose con la primavera que sigue siendo invernal.