¿Comienza el cambio hacia la ética?
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Tres noticias en pocas horas. De las que hacen época. Que son capaces de ser titulares en los informativos y recordadas en el resumen para final del año. No sólo ha triunfado una moción de censura. Es que a lo mejor, ha comenzado otra etapa muy interesante, diferente y cargada con las decisiones que tanto estábamos esperando pero nunca llegaban.
Se anuncia la entrada en prisión - de inmediato- de un miembro de la familia Real. A partir de tal hecho, si podemos asegurar que nadie, ni los más listos, ni los más protegidos por patricios o guardianes de secretos, están a salvo de ir a cumplir las condenas firmes impuestas por comisión delictiva. Ya no es lo que había descontado el mercado. Aquel grupo de "conseguidores" de la red para financiar al PP en Valencia, Madrid...
Ahora, hasta el todo poderoso Rodrigo Rato debe estar muy preocupado.
Un ministro dura menos de una semana en el cargo. Le han pillado con el paso cambiado. Lo ha intentado todo, desde mentir, hasta echarle la culpa a esa "jauría mediática" de la que viene. ¿ O es que en los programas de la televisión amarilla no se dedicaba a ejercer de inquisidor?. Además le han pillado por algo perfectamente instalado en el mundo financiero. Si quieres eludir los deberes fiscales, monta una sociedad o empresa intermediaria que oculte los ingresos y evite la contribución proporcional a la riqueza obtenida.
Pero no sólo ha tenido que entregar la cartera ministerial. Es que se ha descubierto cierto grado de postureo en el Consejo de nuevos ministros. Es como si el nuevo presidente del gobierno hubiera estado más ocupado con la apariencia que con el fuste y sobre todo, algo que puede ser inicio de costumbre. Para ser ministro hay que ser bueno, en el total sentido de la palabra. Ser culto y decente. De lo contrario, al igual que está sucediendo en muchos países, alguien saca fotos, historiales inventados, títulos amañados o deudas fiscales. Y, a la calle...
Un seleccionador de futbol ha sido fulminado por conducta desleal. Y es que también en ese deporte espectáculo dónde priman los grandes negocios, ha llegado alguien que no soporta le engañen, le presionen, le chuleen o le hagan creer que un tal Florentino es el rey del mambo. Pues no señor, a la calle...
Ya sé que hay antecedentes. Pero es que no somos conscientes de que los antecedentes malos, como las costumbres que van contra derecho, no pueden ser fuente jurídica para que todo siga igual. Los golfos no pueden seguir riéndose de los españolitos. Y si hay que retirarse del Mundial de Rusia, más vale hacerlo con honra que con la indignidad propia para quienes actúan como pícaros y bailan por el sonido del poderoso caballero gestionado por un "chuleta pelín baboso" que está acostumbrado a ser amo y señor del espacio social, encima atreviéndose a dar lecciones de señorío. Si Don Santiago Bernabéu resucitara, tipejos de cierta mala alcurnia, serían corridos a gorrazos.
Si además, el nuevo presidente de la federación española de futbol, consigue inhabilitar al presidente-empresario del IBEX, algunos madridistas de siempre, podremos volver a cantar el viejo himno del Madrid de Don Alfredo, cuando relata las gestas gloriosas y señoriales del club.
Tres hechos instalados en la ética. Tres hechos ejemplares. Tres hechos al servicio de la justicia social. Tres hechos que colman el vaso de la desvergüenza con la que lucían palmito los intocables. ¿Será verdad o sólo una nube del final de la primavera?. Veremos, pero mucha gente corriente hoy ha salido a la calle con una sonrisa, no de venganza propia de la envidia, con una sonrisa de esperanza por si ha cambiado el capítulo de la ley del embudo.
Lo que no es posible es imposible. Y si algún ingenuo corto de miras o escaso de coraje, se había llegado a creer que con medio 155 la cuestión catalana quedaba resuelta a inventario de escarmiento, se ha equivocado. Pero como siempre. Cualquier situación por mala que sea, siempre es susceptible de empeorar. Vuelven a las andadas, a las embajadas, estaban dispuestos a nombres jefe de Mozos al Trapero, y siguen enchulados. Han exigido negociar de gobierno a gobierno. Algo así como de Nación a Nación. De Estado a Estado. De pueblo soberano a pueblo soberano. ¡De aurora boreal!
Y si no teníamos bastante. Llegan los vasquitos y montan una cadena humanoide, a estilo Diada, para no quedarse atrás en un momento con máxima debilidad del Estado, con un grupo parlamentario minorizado y un gobierno que tiene don, pero sin din, ósea campana sin badajo.
Y es que los socios del PSE vuelven a ser colaboracionistas. Tanto en la Comunidad Autónoma Vasca como en el Estado. Temo que el tiempo lo pierdan y sólo les importen los gestos y los sillones, cuando lo ético habría sido dar la palabra al pueblo soberano, pero como para los anteriores inquilinos de la Moncloa, el pueblo sólo está si hace sombra, paga impuestos y ve la televisión basura. No hay cuestión más importante que disfrutar del poder. ¡Con el trabajo que les ha costado conseguirlo!
Como Martin Lhuter King, anoche tuve un sueño. Empezaba otra era en este viejo país al sur de Europa. Incluso y como Jacques Delors, construíamos la Europa de los ciudadanos, terminando con los mercaderes del euro y de la corrupción.
Tres noticias en pocas horas. De las que hacen época. Que son capaces de ser titulares en los informativos y recordadas en el resumen para final del año. No sólo ha triunfado una moción de censura. Es que a lo mejor, ha comenzado otra etapa muy interesante, diferente y cargada con las decisiones que tanto estábamos esperando pero nunca llegaban.
Se anuncia la entrada en prisión - de inmediato- de un miembro de la familia Real. A partir de tal hecho, si podemos asegurar que nadie, ni los más listos, ni los más protegidos por patricios o guardianes de secretos, están a salvo de ir a cumplir las condenas firmes impuestas por comisión delictiva. Ya no es lo que había descontado el mercado. Aquel grupo de "conseguidores" de la red para financiar al PP en Valencia, Madrid...
Ahora, hasta el todo poderoso Rodrigo Rato debe estar muy preocupado.
Un ministro dura menos de una semana en el cargo. Le han pillado con el paso cambiado. Lo ha intentado todo, desde mentir, hasta echarle la culpa a esa "jauría mediática" de la que viene. ¿ O es que en los programas de la televisión amarilla no se dedicaba a ejercer de inquisidor?. Además le han pillado por algo perfectamente instalado en el mundo financiero. Si quieres eludir los deberes fiscales, monta una sociedad o empresa intermediaria que oculte los ingresos y evite la contribución proporcional a la riqueza obtenida.
Pero no sólo ha tenido que entregar la cartera ministerial. Es que se ha descubierto cierto grado de postureo en el Consejo de nuevos ministros. Es como si el nuevo presidente del gobierno hubiera estado más ocupado con la apariencia que con el fuste y sobre todo, algo que puede ser inicio de costumbre. Para ser ministro hay que ser bueno, en el total sentido de la palabra. Ser culto y decente. De lo contrario, al igual que está sucediendo en muchos países, alguien saca fotos, historiales inventados, títulos amañados o deudas fiscales. Y, a la calle...
Un seleccionador de futbol ha sido fulminado por conducta desleal. Y es que también en ese deporte espectáculo dónde priman los grandes negocios, ha llegado alguien que no soporta le engañen, le presionen, le chuleen o le hagan creer que un tal Florentino es el rey del mambo. Pues no señor, a la calle...
Ya sé que hay antecedentes. Pero es que no somos conscientes de que los antecedentes malos, como las costumbres que van contra derecho, no pueden ser fuente jurídica para que todo siga igual. Los golfos no pueden seguir riéndose de los españolitos. Y si hay que retirarse del Mundial de Rusia, más vale hacerlo con honra que con la indignidad propia para quienes actúan como pícaros y bailan por el sonido del poderoso caballero gestionado por un "chuleta pelín baboso" que está acostumbrado a ser amo y señor del espacio social, encima atreviéndose a dar lecciones de señorío. Si Don Santiago Bernabéu resucitara, tipejos de cierta mala alcurnia, serían corridos a gorrazos.
Si además, el nuevo presidente de la federación española de futbol, consigue inhabilitar al presidente-empresario del IBEX, algunos madridistas de siempre, podremos volver a cantar el viejo himno del Madrid de Don Alfredo, cuando relata las gestas gloriosas y señoriales del club.
Tres hechos instalados en la ética. Tres hechos ejemplares. Tres hechos al servicio de la justicia social. Tres hechos que colman el vaso de la desvergüenza con la que lucían palmito los intocables. ¿Será verdad o sólo una nube del final de la primavera?. Veremos, pero mucha gente corriente hoy ha salido a la calle con una sonrisa, no de venganza propia de la envidia, con una sonrisa de esperanza por si ha cambiado el capítulo de la ley del embudo.
Lo que no es posible es imposible. Y si algún ingenuo corto de miras o escaso de coraje, se había llegado a creer que con medio 155 la cuestión catalana quedaba resuelta a inventario de escarmiento, se ha equivocado. Pero como siempre. Cualquier situación por mala que sea, siempre es susceptible de empeorar. Vuelven a las andadas, a las embajadas, estaban dispuestos a nombres jefe de Mozos al Trapero, y siguen enchulados. Han exigido negociar de gobierno a gobierno. Algo así como de Nación a Nación. De Estado a Estado. De pueblo soberano a pueblo soberano. ¡De aurora boreal!
Y si no teníamos bastante. Llegan los vasquitos y montan una cadena humanoide, a estilo Diada, para no quedarse atrás en un momento con máxima debilidad del Estado, con un grupo parlamentario minorizado y un gobierno que tiene don, pero sin din, ósea campana sin badajo.
Y es que los socios del PSE vuelven a ser colaboracionistas. Tanto en la Comunidad Autónoma Vasca como en el Estado. Temo que el tiempo lo pierdan y sólo les importen los gestos y los sillones, cuando lo ético habría sido dar la palabra al pueblo soberano, pero como para los anteriores inquilinos de la Moncloa, el pueblo sólo está si hace sombra, paga impuestos y ve la televisión basura. No hay cuestión más importante que disfrutar del poder. ¡Con el trabajo que les ha costado conseguirlo!
Como Martin Lhuter King, anoche tuve un sueño. Empezaba otra era en este viejo país al sur de Europa. Incluso y como Jacques Delors, construíamos la Europa de los ciudadanos, terminando con los mercaderes del euro y de la corrupción.