Siguiendo su línea de sumisión a los poderes políticos, sociales y económicos islamistas de los países del Golfo, ahora el Real Madrid ha recibido con honores en el Santiago Bernabéu a Ahed Tamimi, una menor de edad convertida en símbolo de la “causa palestina” tras propinar una bofetada a un soldado israelí en diciembre de 2017.

La figura de Ahed Tamimi se consolidó como un símbolo de la izquierda judeófoba mundial tras ser juzgada por un tribunal de Israel que apenas la condenó a seis meses de prisión. La agresión de Tamimi a un policía israelí fue grabada y transmitida en vivo por su madre desde su cuenta de Facebook.

Las numerosas críticas realizadas al club blanco por este acto propagandístico protagonizado por Emilio Butragueño quedan perfectamente resumidas en Twitter por el periodista Mario Noya, director de “El Medio”: “Es una maldita vergüenza, qué va a ser. El @realmadrid, jaleando la israelofobia, la corrupción ideológica de menores y la exaltación del terrorismo. Qué maldita vergüenza”.