Paralizar Cataluña mediante cortes de autopistas, vías de tren y otras infraestructuras clave. Convertir esta región en una gran "no-go zone" es el objetivo que se han propuesto los independentistas y la extrema izquierda a través de los autoproclamados Comités de Defensa de la República (CDR) para protestar contra la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona, el próximo viernes 21 de diciembre. A través de las redes sociales, especialmente en grupos de Telegram como Aturada 21-D, que cuenta con más de 5.000 miembros, se están difundiendo instrucciones sobre cómo y dónde realizar acciones “de boicot y sabotaje” contra determinadas infraestructuras.

“Llevaremos a cabo acciones cortas. Nuestro principal objetivo es paralizar los grandes ejes de comunicación entre Cataluña y los países vecinos (Francia y España), así como el boicot y el sabotaje”, aseguran en este grupo. Entrando en materia, señalan directamente a actuar contra “turismos y carreteras; vías de tren, metro y tranvía; fuerzas del orden; zonas industriales; y cableado de comunicaciones”. En el canal de Telegram de los llamados GAAR (Grupos Autónomos de Acciones Rápidas), con más de 6.000 miembros, se apunta hacia los mismos objetivos: “sector transporte, energético, informático y de comunicaciones, y fuerzas del orden”.

Bajo el nombre El Cançoner (el cancionero), en este grupo se puede leer un decálogo de instrucciones para llevar a cabo determinar acciones terroristas, por ejemplo, “controlar las cámaras de vigilancia”, “crear cortinas de humo en otros puntos” para despistar a las fuerzas del orden, o llevar “guantes y ropa oscura”. También se detalla un “plan de huída” en caso de tener que escapar de la Policía.

Para ello, recomiendan “la dispersión del grupo” y que sus miembros “tomen rutas diferentes”, además de controlar las “vías de escape”, como bosques y caminos en caso de actuar en zonas rurales, o “paradas de metro”, si se actúa en Barcelona. “Se trata de hacer microacciones con material de fácil colocación y transporte para conseguir los objetivos fijados para cada GAAR”, aseguran.

Esas “microacciones” consisten en “impedir la circulación de vehículos, interferir en la circulación ferroviaria o impedir el libre movimiento de mercancías e información”, añaden. Concluyen, eso sí, subrayando que su lema es la “no violencia”.

Según informa AD, en los distintos grupos de Telegram se han señalado infraestructuras concretas sobre las que actuar el 21-D, cada una de ellas con su propio grupo en esta aplicación de mensajería instantánea. Aquí aparecen mencionados puertos y aeropuertos. Al parecer, la intención de los fanáticos independentistas es provocar cortes en las vías de acceso a estas infraestructuras, así como en puntos kilométricos de autopista cercanos a las fronteras de Cataluña. “Ya somos más de 10.000 personas con la intención de paralizar el país el 21-D, repartidas en 12 puntos clave”, sostienen.

Esos 12 puntos estratégicos son los siguientes: Frontera de La Jonquera Frontera de Vinarós Frontera de Aragón Puerto de Tarragona Puerto de Barcelona AP-7 en Gerona C-25 en Manresa Aeropuerto de Reus Aeropuerto de El Prat Ronda Litoral Ronda de Dalt Diagonal/Paseo de Gràcia Más allá de estas acciones de sabotaje, los CDR han convocado una concentración frente a La Llotja de Mar, lugar donde se celebrará el Consejo de Ministros, desde primera hora de la mañana.

Además, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) está animando a todos los catalanes independentistas a coger su coche por la mañana y poner rumbo a Barcelona con la intención de colapsar la ciudad.

“Saldremos de todos los lugares de Cataluña e iremos tranquilamente a Barcelona a hacer una concentración masiva de coches. Diremos bien claro que no son bienvenidos”, afirma la ANC en su cuenta de Twitter: Otras acciones de protesta se llevarán a cabo en las universidades catalanas, donde los sindicatos independentistas pretenden “vaciar las aulas” y que no haya clases ese día.

Mientras tanto, el Gobierno de extrema-izquierda de Pedro Sánchez sigue buscando dialogar hasta el amanecer con los golpistas catalanes. Por su parte, el Ejecutivo autonómico ha condicionado la posible cita entre su presidente y Pedro Sánchez a "que se pueda hablar de todo", en referencia a la petición de un referéndum pactado de autodeterminación. El Gobierno socialista no dice que no,  pero sobre la base de un "diálogo dentro de la Constitución".