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Pablo Mosquera
Domingo, 13 de Enero de 2019 Tiempo de lectura:

¡Miedo me da!

[Img #15090]Cuando algo me sorprende. Cuando algo que estaba anunciado como muy complicado se resuelve de forma mágica. Cuando los que tenían claras sus posturas, son capaces de alcanzar un acuerdo en un papel cuyo contenido es confuso y difuso. Cuando los enemigos irreconciliables suman en el mismo sentido. Cuando funciona la ley que hace posible lo imposible. Cuando todos nos aseguran que salen ganando. Cuando todo vale con tal de tener el poder. ¡Miedo me da!

 

Los socialistas tildan de pacto 'contranatura'. Sánchez y su Gobierno avisan del terremoto que puede desencadenarse desde y en Andalucía. Los actuales "dueños" del BOE excomulgan al PP por su pacto con VOX. Pero al mismo tiempo, están dispuestos a ganarse el apoyo de los independentistas catalanes para sacar adelante unas cuentas públicas que les de carta de naturaleza para seguir disfrutando del poder. ¡Miedo me da!

 

Los dirigentes de Cs, nos aseguran que no tienen nada que ver con VOX. Pero van a formar parte de un Gobierno que tanto para la investidura como para la gobernabilidad, está en manos de VOX. ¡Miedo me da!

 

Los populares han tenido que hacer virguerías para conseguir que, al menos en el papel que todo lo aguanta, VOX rebajara sus pretensiones, incluso incomodando a los sectores más moderados de su organización nacional. ¡Miedo me da!

 

Y para resumir. El fin no justifica los medios. La necesidad no siempre hace virtud. La política no puede ser arte de prestidigitación para engañar al ciudadano, ocultándole los trucos y el escaqueo. Y es que estamos condenados a que cualquier situación por mala que haya sido, es susceptible de empeorar.

 

Entramos en un tiempo dónde nada es lo que parece. Lo normal sería que Andalucía conociera una forma no clientelar para salir adelante. Me imagino la cantidad de gente que estará diciendo, ¿y, ahora qué va ser de mí?. Es como aquello que escribía Fígaro, sobre la legión de los cesantes. ¿Se dan cuenta la cantidad de cargos, enchufados, asesores, paniaguados y ex importantes, que se quedarán sin nómina a costa del presupuesto de la Comunidad?. ¡Miedo me da!

 

Pero VOX rebajó sus pretensiones. Lo que no ha rebajado es el crecimiento de los ciudadanos que piensan votar a la formación en próximas contiendas electorales. Y es que al que veo con el espacio achicado es al PP. Por la izquierda, se lo achica Cs, y por la derecha le muerde VOX.

 

Por cierto. Muy feo lo que dijo Alfonso Alonso. No puede negar que tiene asuntos pendientes con Santiago Abascal. Decir que les falta un hervor es tanto como escupir contra el cielo. Ese cielo que compartieron en Álava, ambos políticos, incluso cuando pertenecían a las nuevas generaciones del PP vasco. Claro que tampoco al señorito de la calle Dato le va bien desde hace tiempo. Mientras a Juanma Moreno Bonilla, la campana le ha salvado de la refundación, Alfonso Alonso ha pasado de ser la esperanza blanca del PP nacional, a ser un ex de la defenestrada Sáenz de Santa María. No supo ponerse en la fila que tenía futuro. En la que si se colocaron sus dos estrechos amigos y colaboradores: Oyarzabal y Maroto.    

 

Recién se ha publicado un magnífico artículo en diario de tirada nacional. "El descrédito de la política". Merece la pena leerlo y reflexionar. Estamos viviendo una serie de acontecimientos con varias coordenadas. Este siglo XXI se parece demasiado al siglo XX. A las acciones perversas que usan a la democracia se oponen acciones reactivas que señalan no sirve. Puede suceder: volver a caer en manos de profetas para el abismo.

 

El futuro de la democracia está en peligro, en toda Europa, y tiene causalidad en la pérdida del prestigio de tal sistema entre las gentes. La crisis de valores. La corrupción instalada. La mediocridad de los mandatarios. La pérdida alarmante en la calidad de vida. Las desigualdades y desequilibrios. El odio hacia esa élite que mangonea y controla, haciendo uso del más obsceno de los egoísmos. La oportunidad para los salva patrias. El todavía más creciente descrédito de los partidos políticos, que son empresas de poder y clientelismo. ¡Miedo me da!

 

El éxito de personajes tan nefastos como Donald Trump. "Con su América primero". Con su manera de culpar a los inmigrantes de todos los crímenes de la sociedad. Con su falta de moral y cambio constante de criterio en razón a sus arranques humorales. La oportunidad para que aquellos dirigentes que añoran la pasada Unión Soviética, aprovechen la coyuntura para reactivarla, con todos los aditamentos de la denominada guerra fría, que fue caldo de cultivo para los grandes negocios de quienes sacan tajada con las guerras.

 

Debemos analizar el fracaso de los viejos partidos, en España y en Europa. Debemos analizar el papel que han tenido los medios de comunicación social en la política y en la economía. Debemos analizar cómo se ha comportado la globalización con algo tan necesario como es la dignidad del trabajador. Debemos analizar el fenómeno de la indignación social ante la falta de atención, en los dirigentes, para con los problemas reales. Debemos analizar el comportamiento de las denominadas élites dominantes. Debemos medir el grado de indiferencia, en unos casos, o la rabia colectiva de la sociedad civil con el estado de los derechos humanos sociales. Sólo así, seremos capaces para diagnosticar las causas de la irrupción de nuevas formaciones políticas.

 

Tal situación, siempre ha sido semilla de nuevas plantas. Nacimiento de movimientos sociales como los migratorios, la violencia, la radicalidad, la ruptura del sistema establecido. Y hacerlo con urgencia, desde el intelecto, desde la Universidad, desde la honestidad para con la verdad. Desde el respeto, cultural y científico, para tales procesos, incluso comparándolos históricamente en el tiempo. Nada es casual. Todo es causal. Y suele ser cíclico. Se repite. Cuando se reacciona, suele ser demasiado tarde. Por eso y muchas razones más: ¡Miedo me da!

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