Buscaban matar a "cuantos más infieles, mejor"
Detenidos en Alemania tres refugiados iraquíes que planeaban un atentado
Estaban determinados a cometer un atentado en suelo alemán. Habían estado barajando varios métodos hasta decidirse por los explosivos y estaban deliberando sobre el objetivo perfecto cuando han sido detenidos por la policía. La Fiscalía germana informa que Shahin F. y Hersh S., ambos refugiados iraquíes de 23 años de edad, están acusados de "planear un atentado contra la seguridad nacional y de infringir la normativa sobre armas y explosivo", y que el tercero, también iraquí, Rauf S., de 30 años, es sospechoso de haberles prestado ayuda consiguiendo un arma de fuego en el mercado negro de la que se iban a servir también para organizar el atentado. Lo único que no está claro es si estos tres refugiados que llegaron a Alemania en 2015, en el momento de mayor avalancha de entrada de inmigrantes, llegaron ya con ese propósito o se radicalizaron en suelo alemán hasta el punto de convertirse en terroristas. Según el semanario Der Speigel, uno de ellos habría declarado que el objetivo era "matar cuantos más infieles mejor, pero ningún niño".
Después de haber descartado un atentado por atropellamiento, del mismo tipo como el que terminó con la vida de 12 personas hace dos años en un mercado navideño de Berlín, se decidieron por los explosivos, que ofrecían la posibilidad de un mayor número de víctimas. Según informa Alerta Digital, el pasado mes de diciembre compraron gran cantidad de cohetes y fuegos artificiales, a la venta en supermercados alemanes como productos para las celebraciones de fin de año, y llegaron a construir un artefacto con 250 gramos de explosivos con el que realizaron las primeras pruebas. Después de eso habían logrado ya tener lista una bomba a la que solamente le faltaba el mecanismo de ignición, que habían encargado a través de una persona de contacto en Reino Unido. Las fuerzas de seguridad británicas alertaron de esta operación a Alemania y los tres sujetos fueron puestos bajo vigilancia. Según medios alemanes, llegaron a mantener cierto grado de contacto con el autodenominado Estado Islámico.
Los tres hombres han sido detenidos por fuerzas especiales de la policía federal y agentes de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), que también ha realizado registros en las viviendas de los acusados así como de otras personas en los estados federados de Schleswig-Hosltein, Mecklemburgo-Antepomerania y Baden-Württemberg.
Estaban determinados a cometer un atentado en suelo alemán. Habían estado barajando varios métodos hasta decidirse por los explosivos y estaban deliberando sobre el objetivo perfecto cuando han sido detenidos por la policía. La Fiscalía germana informa que Shahin F. y Hersh S., ambos refugiados iraquíes de 23 años de edad, están acusados de "planear un atentado contra la seguridad nacional y de infringir la normativa sobre armas y explosivo", y que el tercero, también iraquí, Rauf S., de 30 años, es sospechoso de haberles prestado ayuda consiguiendo un arma de fuego en el mercado negro de la que se iban a servir también para organizar el atentado. Lo único que no está claro es si estos tres refugiados que llegaron a Alemania en 2015, en el momento de mayor avalancha de entrada de inmigrantes, llegaron ya con ese propósito o se radicalizaron en suelo alemán hasta el punto de convertirse en terroristas. Según el semanario Der Speigel, uno de ellos habría declarado que el objetivo era "matar cuantos más infieles mejor, pero ningún niño".
Después de haber descartado un atentado por atropellamiento, del mismo tipo como el que terminó con la vida de 12 personas hace dos años en un mercado navideño de Berlín, se decidieron por los explosivos, que ofrecían la posibilidad de un mayor número de víctimas. Según informa Alerta Digital, el pasado mes de diciembre compraron gran cantidad de cohetes y fuegos artificiales, a la venta en supermercados alemanes como productos para las celebraciones de fin de año, y llegaron a construir un artefacto con 250 gramos de explosivos con el que realizaron las primeras pruebas. Después de eso habían logrado ya tener lista una bomba a la que solamente le faltaba el mecanismo de ignición, que habían encargado a través de una persona de contacto en Reino Unido. Las fuerzas de seguridad británicas alertaron de esta operación a Alemania y los tres sujetos fueron puestos bajo vigilancia. Según medios alemanes, llegaron a mantener cierto grado de contacto con el autodenominado Estado Islámico.
Los tres hombres han sido detenidos por fuerzas especiales de la policía federal y agentes de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), que también ha realizado registros en las viviendas de los acusados así como de otras personas en los estados federados de Schleswig-Hosltein, Mecklemburgo-Antepomerania y Baden-Württemberg.