Gobernar por decreto
La parte más teatral de la política se manifiesta como "temporada alta". Es ahora cuando el político baja a la sociedad para con la mejor de sus sonrisas demandar la confianza en forma de papeleta electoral. Para lo que antecede hay dos herramientas. Las promesas y las descalificaciones. Con las primeras hacen de la política arte de prestidigitación. Recuerdan a los viejos trileros de los mercados que siempre lograban embaucar. Con las segundas, tan viejas como la propia humanidad, ejercen la gestión del miedo. Descalifican al contrincante haciendo ver que si alcanza el poder sufriremos el diluvio, la peste y la miseria.
Pero alguien ha desempolvado a Maquiavelo. Aquello que no ha sido posible por las buenas. Aquello que les recordaba la importancia de la Cámara Legislativa. Aquello que mostraba a las claras el riesgo de gobernar sin apoyos o con la ayuda del "diablo", ha impedido sacar adelante en forma de leyes los cambios necesarios o simplemente oportunos a la ideología del que manda.
Solución. El fin confirma los medios. El Boletín Oficial del Estado se hace herramienta para mandar. Y lo que en otros tiempos eran aquellas pomposas y tramposas inauguraciones, que llegaron a ser la simple colocación de una piedra, ahora se ha transformado en gobernar por Decreto. Y hasta le han puesto título: "los viernes sociales". Cada vez que se reúne el Ejecutivo en funciones, salta por encima de las Cortes y aplica superior criterio para hacer política social con fines partidarios, clientelares, propagandísticos. Y ponen cara de circunspectos gobernantes. En el colmo del cinismo afirman que gobernarán hasta el último día. Recordando aquella oprobiosa que lo hizo por decretos del Caudillo. ¡Ah, ya no se acuerdan de los tics y formas de un país que vivió en ausencia de la democracia!. ¿Esto no forma parte de la España en blanco y negro?
Necesitamos numerosas reformas. Estos días podemos ser conscientes de cómo las decisiones democráticas en Andalucía, Madrid, Cataluña y Valencia, dan la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados. Y tal realidad promociona la política partidaria y clientelar. No es lo mismo hacer una infraestructura en tales lugares de España que hacerlo en Palencia, Lugo, Cáceres, Teruel. De ahí que de vez en cuando se le infle la paciencia al respetable y salgan a las calles gritando que existen. Pero todavía puede ser peor. Hay ilustres 'politólogos' que previenen de la presunta injusticia de dar escaños a esas pequeñas circunscripciones electorales. Dicho en conjunto. Hay que darles más poder, dinero y escaños, a los grandes, para que sean más grandes a costa del pequeño, que siempre tendrá la libertad de trasladarse a vivir en tales emporios aunque sea a costa de las raíces o del reparto solidario de las riquezas para evitar el envejecimiento poblacional, la huida del medio rural, o las desigualdades a la hora de ejercer la ciudadanía como fuente de derechos.
La falta de respeto de Sánchez al legislativo sólo es comparable a la soberbia que adquirió con la histórica épica de su salida en Ferraz cuando se sublevó el Partido, y el coraje que demostró regresando a estilo Napoleón entre las bases del PSOE hasta alcanzar la secretaría general derrotando a la lideresa andaluza, para a continuación castigar la corrupción del PP, gracias una vez más al estilo particular del Don Tancredo-Rajoy, quien el día de la moción de censura aun no sabemos que le sucedió, pues era lógico y necesario dimitir y evitar así la censura, dándole paso a su Vicepresidenta y haciéndole un favor al propio PSOE que estaba cayendo en las redes del nacionalismo con todos sus afanes de captura chantajista el Estado.
Hoy estamos ante dos escenarios. El que venden los socialistas. ¡Que llega la derechona!. La que volverá a dejaros sin pensiones, en precariedad absoluta, sin libertades, en manos de los poderosos y de los machistas. El que se adivina. Un país roto por el eje nacionalista vasco y catalán que tienen la mejor de las oportunidades para imponer su modelo secesionista que no parece preocuparle al inquilino de la Moncloa. Y en medio dos hechos sorprendentes...
La crisis de Podemos, destrozado por el dueto Mantero-Echenique. La propia ruptura entre los socialistas de siempre y los que sólo se valen de las siglas del Partido rejuvenecido por el Congreso en Suresnes para alcanzar el poder a cualquier precio. Por cierto que el regreso de Iglesias constituye uno de los penúltimos errores de la formación heredera del 15-M. Sólo a quienes asaron la manteca se les pudo ocurrir un cartel "¡vuelve él!". ¡Pero cómo es posible tanto narcisismo!. La toña está más que asegurada y será Errejón quien tendrá que curar heridas y restañar costuras, incluso me atrevo a pronosticar el regreso de los exiliados. Pero mientras tanto, se advierte que la suma del PSOE-IU-PODEMOS no será suficiente para gobernar.
El libro de Sánchez no será un éxito literario, pero sí una fórmula de venganza. Y un error de calendario. Por lo de pronto, no le permitirá al ex jugador del Estudiantes poner a los suyos en las listas electorales de Andalucía. Es más, me atrevo a pronosticar dos hechos. Los socialistas andaluces volverán a las urnas. Para Susana Díaz habrá revancha tras los resultados de las próximas elecciones, primero las Generales y después autonómicas y municipales.
No quiero olvidarme del PNV. Han encontrado la centralidad. Se permiten hasta ofrecerse como mediadores. Han vuelto a formar coalición con los socialistas vascos, entre otras razones para evitar a Bildu y Podemos. Pero también se aseguran la ruptura de aquel acuerdo PP-PSE-UA que puso al Partido de Arzallus-Ibarreche lejos del poder en Álava y muchos lugares más. Claro que aquí hay que preguntar a los dirigentes del PP -Maroto-Oyarzabal-etc., cómo se las han arreglado para dilapidar el espacio constitucionalista y convertirse en un partido casi testimonial en Euskadi.
Sigo apostando a que la construcción del nuevo tiempo ejecutivo y legislativo pasará por la centralidad de Ciudadanos, a quien auguro un excelente resultado en las próximas citas electorales.
La parte más teatral de la política se manifiesta como "temporada alta". Es ahora cuando el político baja a la sociedad para con la mejor de sus sonrisas demandar la confianza en forma de papeleta electoral. Para lo que antecede hay dos herramientas. Las promesas y las descalificaciones. Con las primeras hacen de la política arte de prestidigitación. Recuerdan a los viejos trileros de los mercados que siempre lograban embaucar. Con las segundas, tan viejas como la propia humanidad, ejercen la gestión del miedo. Descalifican al contrincante haciendo ver que si alcanza el poder sufriremos el diluvio, la peste y la miseria.
Pero alguien ha desempolvado a Maquiavelo. Aquello que no ha sido posible por las buenas. Aquello que les recordaba la importancia de la Cámara Legislativa. Aquello que mostraba a las claras el riesgo de gobernar sin apoyos o con la ayuda del "diablo", ha impedido sacar adelante en forma de leyes los cambios necesarios o simplemente oportunos a la ideología del que manda.
Solución. El fin confirma los medios. El Boletín Oficial del Estado se hace herramienta para mandar. Y lo que en otros tiempos eran aquellas pomposas y tramposas inauguraciones, que llegaron a ser la simple colocación de una piedra, ahora se ha transformado en gobernar por Decreto. Y hasta le han puesto título: "los viernes sociales". Cada vez que se reúne el Ejecutivo en funciones, salta por encima de las Cortes y aplica superior criterio para hacer política social con fines partidarios, clientelares, propagandísticos. Y ponen cara de circunspectos gobernantes. En el colmo del cinismo afirman que gobernarán hasta el último día. Recordando aquella oprobiosa que lo hizo por decretos del Caudillo. ¡Ah, ya no se acuerdan de los tics y formas de un país que vivió en ausencia de la democracia!. ¿Esto no forma parte de la España en blanco y negro?
Necesitamos numerosas reformas. Estos días podemos ser conscientes de cómo las decisiones democráticas en Andalucía, Madrid, Cataluña y Valencia, dan la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados. Y tal realidad promociona la política partidaria y clientelar. No es lo mismo hacer una infraestructura en tales lugares de España que hacerlo en Palencia, Lugo, Cáceres, Teruel. De ahí que de vez en cuando se le infle la paciencia al respetable y salgan a las calles gritando que existen. Pero todavía puede ser peor. Hay ilustres 'politólogos' que previenen de la presunta injusticia de dar escaños a esas pequeñas circunscripciones electorales. Dicho en conjunto. Hay que darles más poder, dinero y escaños, a los grandes, para que sean más grandes a costa del pequeño, que siempre tendrá la libertad de trasladarse a vivir en tales emporios aunque sea a costa de las raíces o del reparto solidario de las riquezas para evitar el envejecimiento poblacional, la huida del medio rural, o las desigualdades a la hora de ejercer la ciudadanía como fuente de derechos.
La falta de respeto de Sánchez al legislativo sólo es comparable a la soberbia que adquirió con la histórica épica de su salida en Ferraz cuando se sublevó el Partido, y el coraje que demostró regresando a estilo Napoleón entre las bases del PSOE hasta alcanzar la secretaría general derrotando a la lideresa andaluza, para a continuación castigar la corrupción del PP, gracias una vez más al estilo particular del Don Tancredo-Rajoy, quien el día de la moción de censura aun no sabemos que le sucedió, pues era lógico y necesario dimitir y evitar así la censura, dándole paso a su Vicepresidenta y haciéndole un favor al propio PSOE que estaba cayendo en las redes del nacionalismo con todos sus afanes de captura chantajista el Estado.
Hoy estamos ante dos escenarios. El que venden los socialistas. ¡Que llega la derechona!. La que volverá a dejaros sin pensiones, en precariedad absoluta, sin libertades, en manos de los poderosos y de los machistas. El que se adivina. Un país roto por el eje nacionalista vasco y catalán que tienen la mejor de las oportunidades para imponer su modelo secesionista que no parece preocuparle al inquilino de la Moncloa. Y en medio dos hechos sorprendentes...
La crisis de Podemos, destrozado por el dueto Mantero-Echenique. La propia ruptura entre los socialistas de siempre y los que sólo se valen de las siglas del Partido rejuvenecido por el Congreso en Suresnes para alcanzar el poder a cualquier precio. Por cierto que el regreso de Iglesias constituye uno de los penúltimos errores de la formación heredera del 15-M. Sólo a quienes asaron la manteca se les pudo ocurrir un cartel "¡vuelve él!". ¡Pero cómo es posible tanto narcisismo!. La toña está más que asegurada y será Errejón quien tendrá que curar heridas y restañar costuras, incluso me atrevo a pronosticar el regreso de los exiliados. Pero mientras tanto, se advierte que la suma del PSOE-IU-PODEMOS no será suficiente para gobernar.
El libro de Sánchez no será un éxito literario, pero sí una fórmula de venganza. Y un error de calendario. Por lo de pronto, no le permitirá al ex jugador del Estudiantes poner a los suyos en las listas electorales de Andalucía. Es más, me atrevo a pronosticar dos hechos. Los socialistas andaluces volverán a las urnas. Para Susana Díaz habrá revancha tras los resultados de las próximas elecciones, primero las Generales y después autonómicas y municipales.
No quiero olvidarme del PNV. Han encontrado la centralidad. Se permiten hasta ofrecerse como mediadores. Han vuelto a formar coalición con los socialistas vascos, entre otras razones para evitar a Bildu y Podemos. Pero también se aseguran la ruptura de aquel acuerdo PP-PSE-UA que puso al Partido de Arzallus-Ibarreche lejos del poder en Álava y muchos lugares más. Claro que aquí hay que preguntar a los dirigentes del PP -Maroto-Oyarzabal-etc., cómo se las han arreglado para dilapidar el espacio constitucionalista y convertirse en un partido casi testimonial en Euskadi.
Sigo apostando a que la construcción del nuevo tiempo ejecutivo y legislativo pasará por la centralidad de Ciudadanos, a quien auguro un excelente resultado en las próximas citas electorales.











