Entre la rosa y clavel / La caracola
ENTRE LA ROSA Y EL CLAVEL
Llegó al poder, por defecto,
con una rosa de emblema
y toda la primavera
florecía por decreto.
Las florestas del país
lo tomaron por modelo,
todas cambiaron de suelo,
de mes, también de raíz.
Las crisálidas, por defecto,
soñaron con otro tanto,
deseaban mucho el encanto
del pavo, no del insecto.
Entre la rosa y el clavel
cada cual huela y escoja,
por los pétalos es roja,
por defecto, un burdel.
LA CARACOLA
¿Por qué la voz de la ola
en ti se va a esconder,
silenciosa caracola,
que nada escuchas ni ves?
¿Por qué en tu rumor secreto,
el mundo encuentra sentido,
si eres perdido esqueleto
de un cementerio marino?
Siempre saldrá de tu vientre,
tan prolijo como vario,
el nefelibata oyente
y el falaz parlamentario.
También, oquedad sonora
estás en la concha de un mar,
no tienes lo que te sobra,
por eso tanto lo das.
ENTRE LA ROSA Y EL CLAVEL
Llegó al poder, por defecto,
con una rosa de emblema
y toda la primavera
florecía por decreto.
Las florestas del país
lo tomaron por modelo,
todas cambiaron de suelo,
de mes, también de raíz.
Las crisálidas, por defecto,
soñaron con otro tanto,
deseaban mucho el encanto
del pavo, no del insecto.
Entre la rosa y el clavel
cada cual huela y escoja,
por los pétalos es roja,
por defecto, un burdel.
LA CARACOLA
¿Por qué la voz de la ola
en ti se va a esconder,
silenciosa caracola,
que nada escuchas ni ves?
¿Por qué en tu rumor secreto,
el mundo encuentra sentido,
si eres perdido esqueleto
de un cementerio marino?
Siempre saldrá de tu vientre,
tan prolijo como vario,
el nefelibata oyente
y el falaz parlamentario.
También, oquedad sonora
estás en la concha de un mar,
no tienes lo que te sobra,
por eso tanto lo das.