El subdelegado del Gobierno en Guipúzcoa, Guillermo Echenique, ha presidido la celebración en el Cuartel de Inchaurrondo del 175 aniversario de la fundación de la Guardia Civil, creada por Reales Decretos de 28 de marzo y 13 de mayo de 1844.

Con ocasión de esta jornada se ha homenajeado de manera particular a una víctima de ETA asesinada en 1979: Hortensia González Ruiz, novia del Guardia Civil Antonio Ramírez Gallardo, destinado en el Puesto de Ordicia. Ambos fueron acribillados a balazos en Beasain, al salir de una discoteca en la madrugada del Día de Reyes.

Hortensia, joven gaditana de 20 años que estaba pasando las vacaciones de Navidad en Ordicia, ya había venido alguna otra vez a visitar a su hermana, casada con otro guardia del mismo cuartel, donde dos años antes conoció a Antonio. Éste era también natural de Cádiz (de Tarifa, él, de San Roque, ella) y tenía 24 años. Ambos pensaban casarse en agosto de ese mismo año, pero la banda terrorista ETA se lo impidió con 18 disparos a bocajarro que dejaron sus cuerpos abrazados sobre el volante del Renault 5 con el que volvían para descansar. El claxon estuvo sonando veinte minutos, pero nadie se atrevió a acercarse para socorrerles. Este doble asesinato es uno de los crímenes de ETA sin resolver, por falta de autor conocido, aunque a pesar del tiempo transcurrido, ni judicial ni policialmente es un caso cerrado.

40 años después, familiares de Hortensia y Antonio han vuelto a pisar Guipúzcoa. La Guardia Civil ha querido homenajearles, recordando que ha sido la institución más castigada por el terrorismo, no sólo por la cantidad de agentes asesinados y heridos, sino también por los numerosos familiares del Cuerpo -17 en total-, que igualmente resultaron muertos en atentados perpetrados por ETA en Zaragoza, Vic, Erandio, Santa Pola o, como en el caso de Hortensia, en Beasain.

Para perpetuar su memoria, la explanada del Cuartel de Inchaurrondo donde la Guardia Civil celebra los actos castrenses más solemnes se denominará a partir de ahora “Patio de Armas - Hortensia González Ruiz". Así consta ya en la placa que en su honor ha sido descubierta por una hermana de la víctima, y que estará colocada frente al monolito que recuerda los nombres de 100 guardias civiles (que como Antonio Ramírez) fueron asesinados por el terrorismo en Guipúzcoa, y que se inauguró el año pasado, con ocasión del 50 aniversario del asesinato del guardia Pardines, primera víctima mortal de ETA. Con un diseño similar, se colocará también en el Puesto de Ordicia una reproducción más sencilla de esta placa en recuerdo de Hortensia.

Auxilios y actuaciones destacadas

El acto de hoy ha servido también para reconocer la labor de diversos agentes destinados en Guipúzcoa. Cinco de ellos han recibido la Cruz del Mérito de la Guardia Civil y otros tres han sido distinguidos con sendos diplomas o “menciones especiales” por haber acreditado su iniciativa, arrojo, disponibilidad y entrega en diversas intervenciones realizadas fuera de servicio.

Uno de ellos auxilió en Navarra el 28 de abril de 2018 a dos motoristas accidentados y con lesiones graves, que habían salido precipitados por un terraplén, sujetando durante una hora a la mujer, que corría riesgo de caer al vacío, hasta la llegada de los medios necesarios para recuperarla.

El segundo rescató en Cantabria el 28 de octubre de 2018 a un matrimonio mayor, cuya vivienda estaba siendo presa de las llamas, evacuando primero al varón y volviendo a entrar hasta el foco del incendio para extraer a la mujer, que se encontraba atrapada en su silla de ruedas.

Por último, un tercer agente presenció el 25 de marzo pasado, en un establecimiento de San Sebastián, la agresión de un varón a su pareja, interviniendo para proteger a la mujer y consiguiendo retener a aquél hasta la llegada de la Guardia Municipal, que tuvo que reducirlo en el suelo, ante la actitud violenta que mostraba.