Preso estuvo Colón,
confinado Jovellanos
y en un transtierro Unamuno.
Si en mi tierra no hay ninguno
que no le pongan delante
una santa Inquisición,
no se comprende a Cervantes
escribiendo en la prisión.
Un dogma de interpretación
fue fatal para la Biblia:
llevó a fray Luis de León
a la cárcel preventiva.
¡No hay libertad sin lid!
La envidia del decoro
desterró a mio Cid:
más peligroso que el moro
es la sombra de Caín.
León fue la mazmorra
del verso agudo y la prosa
de Francisco de Quevedo:
tanto en prosa como en verso
nunca más libre fue un preso.
Yo soy yo y tú eres tú
pero menos, si en España
se permite acción tamaña
contra san Juan de la Cruz.
No más celdas, ni en Toledo,
ni expolios en Salamanca,
no exista memoria manca
en la historia ni en el credo.
No más hombres tan partidos
por sus luces que no ven
diferencias entre el brillo
del oro y del oropel.