Jueves, 25 de Septiembre de 2025

Actualizada Jueves, 25 de Septiembre de 2025 a las 11:29:09 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Pablo Mosquera
Sábado, 29 de Junio de 2019 Tiempo de lectura:

Sumar o pactar

[Img #15937]No es lo mismo. Sobre todo si ponemos el filtro de la ética. Puede que soporte la estética, como el papel que todo lo aguanta. Y, sobre todo, a estas alturas de la película: moción de censura -múltiples elecciones-, problemas pendientes para resolver o atajar... ¿lo que le conviene a los partidos es lo mismo que le conviene a los españoles?

 

Soy demasiado simple. Gobernar es saber lo que pasa y dar soluciones a los problemas detectados. Es más. Llegué a creerme que aquel libro "indignaos" con aquellas asambleas callejeras como el 15-M eran la revolución que necesitaba nuestra España harta de estar harta y que gritaba ¡no nos representan!

 

La estabilidad de un Gobierno depende del día a día. Cómo enfrenta la toma de decisiones. Pero lo primero que deberían tener claro los partidos de gobierno es diferenciar la política de Estado de la política partidaria. El problema de Cataluña es un problema de Estado. El envejecimiento poblacional y su impacto en la sostenibilidad de las pensiones, es un problema de Estado. Las obscenas diferencias que ponen en menos del 10% la riqueza, mientras un 90% no llega a final de mes, es un problema de Estado. La oleada de feminismo contra las tradiciones machistas, no es un problema de Estado. La memoria histórica y desenterrar a la momia del dictador de ese valle, no es un problema de Estado. Incluso la ineficiencia de las Comunidades Autónomas y de los múltiples ayuntamientos de dudosa capacidad, no es un problema de Estado. La sostenibilidad del medio ambiente con su impacto climático es un problema de los Estados. Los movimientos migratorios son un problema de los Estados. El terrorismo y las agresiones de un país contra otros, es un problema de los Estados.

 

Pero para asumir lo que antecede, se hace indispensable que los dirigentes sean o se aproximen a la condición de hombres de Estado. Y esta es la primera pregunta que nos hacemos. ¿Qué categoría tienen los aspirantes a dirigir este país nuestro?; ¿Qué recorrido hicieron en la vida civil antes de dedicarse a la política?; ¿Dónde están las coordenadas del patriotismo?

   

Pedro Sánchez domina a todos. Los acerca o los aleja del poder. ¿Pero los ingenuos se han llegado a creer que está dispuesto a compartir Gobierno ?. Antes convocará nuevas elecciones, sobre todo en la medida que las encuestas que no se publican indiquen una subida en la intención del voto socialista, a costa de Podemos, que puede quedar reducido a la mínima expresión.

 

Dónde me pierdo del todo es en C's. Van a la deriva. Lo hicieron bien en Cataluña y así les fue en las urnas. Pero su salto a la política española se les hizo demasiado grande. Estaban dispuestos a regenerar la vida pública, y así llegaron a un acuerdo y sumaron con los socialistas para terminar con el etapa Rajoy. España estaba escandalizada por las noticias sobre la corrupción del PP. Pero en el último momento, cambiaron, y si por ellos hubiera sido, Rajoy seguiría en la Moncloa, mientras Génova era la caja B de una organización instalada en las mordidas.

 

Se postularon como el nuevo centro para una política que debía hacer las reformas del siglo XXI. Para ello señalaban la obsolescencia del bipartidismo. Pero algo que no nos han contado sucedió. Y ahora son los mangutas del PP, que a su vez les hace pactar y sumar con VOX. Además no han alcanzado ni un aprobado en los pactos para tocar el poder que les correspondía. Es como si tuvieran miedo a mandar, y así se conforman con ser los vice de gobiernos que presiden los chicos de Casado. En estos momentos no creo que fueran capaces de explicarnos a los ciudadanos dónde está su espacio político y social.

 

Pero, ¡tranquilos que llegan las vacaciones!. En España, el fútbol y las vacaciones lo paran todo. Durante los meses de julio y agosto los españoles vivirán pendientes de la ingeniería de los fichajes por los grandes clubes-empresas y evitando recordar cuestiones desagradables, entre ellas esa política que les ha invadido hasta lo más profundo del hogar. Por un tiempo, ni los programas basura de las televisiones, ni las tertulias de enteradillos sobre lo que conviene a la política, podrán con las cañas en los chiringuitos y las noches eternas por las costas de España. Puede que hasta los catalanes, invadidos por los guiris de otros lugares de la tierra, se sientan un poco más españoles de lo que permiten los de la curia del proceso.

 

España. ¡Sí, España!, se vestirá de fiestas, romerías y festivales. La juventud será dueña de la situación. Y los veteranos tratarán de ser jóvenes como antaño. Alguno aprovechará para soñar con los personajes y paisajes de alguna novela. Otros descubrirán la inmensidad del patrimonio cultural de nuestro país, sin necesidad de viajes exóticos. Los más silentes, regresarán al pueblo, a sus raíces, a los recuerdos de la infancia perdida, al Campo Santo de sus antepasados. A la cocina de la abuela.

 

Yo me permito recomendarles España. Sin complejos de niñatos que hablan inglés. Con el orgullo por ser del país que construyó la Hispanidad, tan importante como celebrar el recuerdo de aquel verano en que los yanquis pusieron pie en la Luna.

 

En septiembre volverá la vorágine de las grandes urbes. Mientras tanto, siempre nos quedará el pueblo que baña la mar, al norte del norte. Galicia.   

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.