El pacto
En la oficina siniestra,
la balanza se equilibra
entre la izquierda y la diestra,
entre el agua y la tinta.
El agua pone su parte
de sed que se da y se quita,
la tinta todo su arte
de letra malabarista.
A conciencia una con otra
gran consenso se suscita:
se enojan, mas no se mojan,
se acentúan medias tintas.
El borrón y cuenta nueva,
la mejor ortografía,
bien se escribe a la derecha
con la zurda retorcida.
Las páginas sospechosas
se decretan amarillas
y la pluma de la brocha
no hace falta distinguirlas.
Abierta queda la veda,
la culpa bien repartida.
¡Y sálvese el que más pueda!..
entre el diente y la herida.
En la oficina siniestra,
la balanza se equilibra
entre la izquierda y la diestra,
entre el agua y la tinta.
El agua pone su parte
de sed que se da y se quita,
la tinta todo su arte
de letra malabarista.
A conciencia una con otra
gran consenso se suscita:
se enojan, mas no se mojan,
se acentúan medias tintas.
El borrón y cuenta nueva,
la mejor ortografía,
bien se escribe a la derecha
con la zurda retorcida.
Las páginas sospechosas
se decretan amarillas
y la pluma de la brocha
no hace falta distinguirlas.
Abierta queda la veda,
la culpa bien repartida.
¡Y sálvese el que más pueda!..
entre el diente y la herida.