Carta al Director
Bilbao será Barcelona
Hoy abren los telediarios con la capital catalana como la ciudad más insegura de todo el Estado en el pasado año. Carteristas en el metro, top-manta, agresiones a machetazos en plena calle, ocupaciones de viviendas y un barrio como El Rabal foco de delincuencia que desborda a la propia policía.
Los nacionalismos, el vasco y el catalán, siempre se han mirado de reojo, se han copiado, han competido y en ocasiones han cometido los mismos errores. Convergencia se empeñó en importar población musulmana a su territorio, hoy ya son más de quinientos mil, por aquello de que no hablaban español y hoy en día hay barrios enteros en municipios catalanes con graves problemas de convivenciia. El lehendakari Urkullu está copiando esta política dando todas las facilidades y permitiendo el acceso a las ayudas sociales a cualquiera que venga de más allá del Estrecho.
En la cuestión de los "menas" es más difícil saber quién ha copiado a quien. En Cataluña ya hay manifestaciones masivas en contra de los centros de menores por el aumento de la delincuencia que se produce en sus aéreas de influencia y en Euskadi vamos por el mismo camino. Los datos de robos y de agresiones sexuales lo demuestran. No somos los vascos los que nos hemos vuelto locos estos últimos años y hemos comenzado a robar y a agredir sexualmente a las vascas. El problema es que los medios de comunicación se afanan por tapar la nacionalidad de los agresores.
En definitiva, con algunas ONGs metidas en el negocio de los “onguietorris”, el Gobierno Vasco en plena vorágine de solidaridad subsahariana y los medios de comunicación callando, de aquí a poco tiempo al fin nos pareceremos a Barcelona. Como tantos nacionalistas vascos querían.
Hoy abren los telediarios con la capital catalana como la ciudad más insegura de todo el Estado en el pasado año. Carteristas en el metro, top-manta, agresiones a machetazos en plena calle, ocupaciones de viviendas y un barrio como El Rabal foco de delincuencia que desborda a la propia policía.
Los nacionalismos, el vasco y el catalán, siempre se han mirado de reojo, se han copiado, han competido y en ocasiones han cometido los mismos errores. Convergencia se empeñó en importar población musulmana a su territorio, hoy ya son más de quinientos mil, por aquello de que no hablaban español y hoy en día hay barrios enteros en municipios catalanes con graves problemas de convivenciia. El lehendakari Urkullu está copiando esta política dando todas las facilidades y permitiendo el acceso a las ayudas sociales a cualquiera que venga de más allá del Estrecho.
En la cuestión de los "menas" es más difícil saber quién ha copiado a quien. En Cataluña ya hay manifestaciones masivas en contra de los centros de menores por el aumento de la delincuencia que se produce en sus aéreas de influencia y en Euskadi vamos por el mismo camino. Los datos de robos y de agresiones sexuales lo demuestran. No somos los vascos los que nos hemos vuelto locos estos últimos años y hemos comenzado a robar y a agredir sexualmente a las vascas. El problema es que los medios de comunicación se afanan por tapar la nacionalidad de los agresores.
En definitiva, con algunas ONGs metidas en el negocio de los “onguietorris”, el Gobierno Vasco en plena vorágine de solidaridad subsahariana y los medios de comunicación callando, de aquí a poco tiempo al fin nos pareceremos a Barcelona. Como tantos nacionalistas vascos querían.