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Domingo, 04 de Agosto de 2019 Tiempo de lectura:

Una piara de seis

Ha vuelto a suceder, la realidad es incontestable, los hechos erre que erre y para quienes alberguen alguna duda, las estadísticas la disipan <<ipso facto>>. 

 

Tenemos el elefante en la habitación y negamos la evidencia; algunos quieren hacernos creer, pretenden imponernos que decir la verdad, hablar a calzón quitado son sinónimo de excluir, marginar, insultar, criminalizar, una muestra de racismo, xenofobia y supremacismo cuando nos referimos a elementos que perpetran delitos y tienen como nexo compartir una procedencia geográfica donde la mujer tiene el mismo valor que un cero a la izquierda, son siervas, cuasi esclavas cuya única función es parir cuanto más mejor y decir a todo << sí, bwana>>. Es de todos conocido que en algunas culturas existen comportamientos connaturales, congénitos que se ven como algo habitual porque siempre ha sido así, desde que el mundo es mundo y seguirá siéndolo pese a quien pese y lo exportan allí donde quiera que vayan. 

 

Corremos un serio riesgo si nos colocamos anteojeras, nos tapamos los oídos y no queremos hurgar en la herida, la profunda herida que sigue extendiéndose en nuestro maltrecho cuerpo social. Resulta significativo que ante esta última violación ocurrida en Bilbao, otra más, la gente en lugar de interesarse primero por el estado de la víctima, lo que hace es indagar por el origen de los violadores, algo que sucede en todos los casos. Por algo será. 

 

La clase política debe tomar cartas en el asunto de una vez por todas, implicarse de hoz y coz protegiendo al pueblo que los elige y que con sus impuestos los mantiene. Acabemos de una vez con la hipocresía y dejemos de dilapidar el dinero público ayudando a gente que no quiere ni sabe adaptarse a la vida de los anfitriones quienes abren las puertas de par en par. 

 

Veremos qué dicen al respecto, si es que deciden hablar,  asociaciones, plataformas y ONG's tan receptivas y permisivas con el foráneo. 

 

Francisco Javier Sáenz Martínez 

FJS. 

Lasarte-Oria 

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