Cada vez son más las personas que, pasando por un apuro económico, se deciden por los créditos urgentes o minicréditos. Este tipo de financiación ofrece pequeñas cantidades de dinero que no superan los 800 euros y que se devuelven, como máximo, en un plazo de 30 días (con opción, en caso de que sean necesarias, a prórrogas de hasta 45 días). No obstante, las cantidades de estos microcréditos y el plazo de devolución pueden oscilar de unas entidades financieras a otras.

Otra de las características que hace de estos minicréditos una financiación la mar de atractiva es que se conceden en un plazo que estriba entre los 15 minutos y las 48 horas. Así, si estás pasando por un mal momento económico o te ha surgido un gasto inesperado, podrás disponer en un plazo muy breve de tiempo del dinero que necesites.

¿Cómo solicitar un crédito urgente?

Para solicitar un microcrédito deberás seguir un proceso muy sencillo y rápido. En sólo tres pasos y por Internet conseguirás la cantidad que necesitas. ¡Atentos!

1.- Elige la entidad financiera con la que quieras contratar el microcrédito. Existen multitud de ellas, tal es el caso de Twinero, en la que sólo deberás seleccionar cuánto dinero necesitas y el plazo de devolución del minicrédito.

2.- Rellena el formulario que te facilitarán y con el que deberás acreditar tu identidad.

3.- Después sólo tendrás que aceptar las condiciones que te ofrece la entidad y esperar a que llegue tu microcrédito a la cuenta que hayas indicado.

Mitos de los minicréditos

Aunque los minicréditos son un producto financiero muy utilizado, lo cierto es que se han extendido una serie de mitos acerca de estos créditos urgentes que a continuación desmentiremos.

Mucho papeleo

Actualmente no es necesario resolver montañas de papeleo para conseguir un crédito, ya que contamos con herramientas que nos permiten verificar nuestra identidad y presentar lo que te requieren sin papeleo. Así podremos conseguir créditos online urgentes en unos minutos.

Necesidad de aval

Puedes obtener un crédito urgente sin aval ni garantías hipotecarias, es decir, no necesitas que ninguna persona o un bien inmueble (o de otro tipo) que responda por ti en caso de no poder devolver el minicrédito.

Procesos que no son completamente online

Una de las ventajas de los microcréditos es que podrás conseguirlos fácilmente, desde tu casa o desde cualquier lugar en el que te encuentres. Sin colas, desplazamientos ni esperas.

Realidades de los créditos urgentes

Tendrás el dinero en unos minutos

Otro de los puntos fuertes de los microcréditos es que podrás conseguir el dinero en unos minutos y, como máximo, disponer del dinero en tu cuenta en 24 o 48 horas.

No es necesario tener nómina

Podrás solicitar el minicrédito sin nómina, siempre que dispongas de otros ingresos de forma habitual como, por ejemplo, prestaciones por jubilación o desempleo, ganancias por trabajos como autónomos... No obstante, estos requisitos variarán mucho según la entidad.

Sin cambiar de banco

Para obtener esta financiación no tendrás que cambiar de banco. Además no cuentan con productos asociados (seguros, cuentas corrientes...) así que tu único compromiso con el prestamista será devolver la cantidad acordada a tiempo, ni más ni menos.

Son seguros

Existen prestamistas de minicréditos solicitados por Internet que son completamente seguros. Una buena forma de detectarlos son las opiniones positivas de sus clientes y que formen parte de la Asociación Española de Micropréstamos, que está comprometida con una financiación responsable.

Ventajas de los microcréditos

Los minicréditos online tienen una serie de ventajas que conviene reflejar. Son las siguientes:

1.- Inmediatez: conseguirás tu dinero en tan solo unos minutos y éste aparecerá en tu cuenta rápidamente.

2.- Por Internet: desde la comodidad de tu casa podrás solicitar cualquier minicrédito con solo tener conexión a Internet y un teléfono móvil.

3.- Pocos requisitos exigidos: que te concedan un microcrédito es muy sencillo, ya que los requisitos que te exigen son muy pocos. Entre ellos se encuentran: tener entre 18 y 70 años, contar con un DNI o NIE y ser titular o cotitular de una cuenta bancaria en España.