Primeros detenidos
G7 en Biárriz: 13.000 policías y gendarmes movilizados
Un total de 13.200 policías y gendarmes, respaldados por un número indeterminado de fuerzas militares, han sido movilizados para garantizar la seguridad del G7 en Biárriz este fin de semana, según ha explicado el ministro del Interior francés, Christophe Castaner. "No toleraremos ningún incidente. Si algo ocurre, responderemos", ha agregado el Ministro, que ya se encuentra en la ciudad costera, situada apenas a 50 kilómetros de la frontera española en Irún.
La cumbre del G7, que tendrá lugar entre el 24 y el 26 de agosto, es el objeto potencial de "tres amenazas principales”, según Castaner: "individuos violentos, que no hay que confundir con manifestantes pacíficos”; “riesgos terroristas” y “amenazas cibernéticas”.
Con respecto a la celebración de la ‘contracumbre’ que la izquierda europea, liderada por los independentistas y los filoterroristas vascos, ha organizado entre las localidades de Irún y Hendaya, el ministro del Interior ha explicado que, si no no se producen hechos violentos, “no vamos a coartar la libre expresión de opiniones”.
Pero, según ha podido saber La Tribuna del País Vasco, tanto el CNI como los Servicios de Información galos, tienen constancia de que a los movimientos “oficiales” de protesta se unirán cientos de anarquistas, zadistas, ‘antifas’ y radicales, originarios especialmente de Francia y España, pero también de países como Alemania, Holanda o Bélgica, que buscarán desarrollar acciones violentas en diferentes puntos urbanos. Del mismo modo, todas las fuerzas de seguridad dedicadas al control del evento se encuentran especialmente en alerta por la permanente amenaza que el terrorismo islamista supone para este tipo de actos.
Hasta el momento, cinco personas, incluidos varios muy violentos “black blocks”, según una fuente cercana a la investigación, han sido ya arrestadas por tratar de organizar a través de las redes sociales una cita “para quemar un lugar de alojamiento de gendarmes”.
Un total de 13.200 policías y gendarmes, respaldados por un número indeterminado de fuerzas militares, han sido movilizados para garantizar la seguridad del G7 en Biárriz este fin de semana, según ha explicado el ministro del Interior francés, Christophe Castaner. "No toleraremos ningún incidente. Si algo ocurre, responderemos", ha agregado el Ministro, que ya se encuentra en la ciudad costera, situada apenas a 50 kilómetros de la frontera española en Irún.
La cumbre del G7, que tendrá lugar entre el 24 y el 26 de agosto, es el objeto potencial de "tres amenazas principales”, según Castaner: "individuos violentos, que no hay que confundir con manifestantes pacíficos”; “riesgos terroristas” y “amenazas cibernéticas”.
Con respecto a la celebración de la ‘contracumbre’ que la izquierda europea, liderada por los independentistas y los filoterroristas vascos, ha organizado entre las localidades de Irún y Hendaya, el ministro del Interior ha explicado que, si no no se producen hechos violentos, “no vamos a coartar la libre expresión de opiniones”.
Pero, según ha podido saber La Tribuna del País Vasco, tanto el CNI como los Servicios de Información galos, tienen constancia de que a los movimientos “oficiales” de protesta se unirán cientos de anarquistas, zadistas, ‘antifas’ y radicales, originarios especialmente de Francia y España, pero también de países como Alemania, Holanda o Bélgica, que buscarán desarrollar acciones violentas en diferentes puntos urbanos. Del mismo modo, todas las fuerzas de seguridad dedicadas al control del evento se encuentran especialmente en alerta por la permanente amenaza que el terrorismo islamista supone para este tipo de actos.
Hasta el momento, cinco personas, incluidos varios muy violentos “black blocks”, según una fuente cercana a la investigación, han sido ya arrestadas por tratar de organizar a través de las redes sociales una cita “para quemar un lugar de alojamiento de gendarmes”.











