¿Hasta cuándo? Noiz arte?

Cinco placas incrustadas sobre la acera en la Avenida de la Libertad, 9 de San Sebastián recuerdan desde hace unos meses a cinco víctimas del terrorismo asesinadas justo en ese lugar hace cuatro décadas.

El alcalde Eneko Goia junto con algunos concejales asistieron hace unos meses al humilde pero muy sentido homenaje por esos servidores públicos, siendo el plan del Consistorio donostiarra ir recordando paulatinamente a los más de cien asesinados en la capital guipuzcoana, a todos, civiles y militares, hombres y mujeres, altos cargos y gente humilde. Sin excepciones.

Hace unos días unos energúmenos, aprovechando la nocturnidad, las han borrado, para no dejar huella de la historia, para imponer su falso relato; un comportamiento talibán y fundamentalmente cobarde, rastrero y ruín. Tratan de cubrir todo lo acontecido con el manto de la amnesia inducida. Los allegados no solo de estas cinco víctimas sino de todas han vuelto a sufrir en sus propias carnes el zarpazo del odio, la intransigencia, han sentido que han vuelto a matarlas; ese acto abyecto evidencia lo que todos sabemos: que una parte de nuestra sociedad sigue parapetada en su trinchera avivando las llamas que calcinen la verdad y la memoria, e insuflando odio con sus siniestros fuelles.