Todas las razones para que tu próximo coche sea eléctrico
Un tema del que cada vez se habla más son los coches eléctricos, pero, ¿por qué razones podría ser conveniente decantarse por un vehículo de este tipo? Lo vemos a continuación.
Es un coche con cero emisiones
Sin duda alguna esta es la principal motivación para comprar un coche eléctrico. Se trata de un tipo de automóvil sostenible y sin emisiones, ni dióxido de carbono CO2, ni tampoco óxidos de nitrógeno (NOx). Los coches eléctricos tan solo almacenan electricidad en un paquete de baterías, y dicha electricidad llega a las ruedas mediante un motor eléctrico o varios.
Su compra está muy incentivada
Del mismo modo que tiempo atrás existieron los Plan Movele, MOVALT o MOVEA, en 2019 podemos hablar del Plan MOVES, que dispone de una partida de 45 millones de euros para la financiación de “actuaciones de apoyo a la movilidad basada en criterios de eficiencia energética, sostenibilidad e impulso a energías alternativas, incluida la disposición de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos”.
En el caso de los coches eléctricos, el importe de las ayudas del Plan MOVES es de aproximadamente 5.000 euros. Además, hoy en día existen préstamos online que también ayudan a financiar productos como estos (aquí tienes más información).
La electricidad cuesta menos que el diésel y la gasolina
Recorrer 100 kilómetros con un coche eléctrico cuesta menos de la mitad que hacerlo con un coche diésel o de gasolina; todo dependerá del tamaño que tenga la batería y la tarifa de la electricidad que se haya utilizado para la carga, entre otros factores. Con respecto a la eficiencia de las mecánicas, un motor eléctrico va a alcanzar el 90%, frente al 30% del motor de combustión interna.
Tiene facilidades a la hora de aparcar
Un coche eléctrico en España tiene el distintivo azul “Cero emisiones”. Esta etiqueta de la DGT supone que estos vehículos no tienen que pagar por aparcar en la calle en las ciudades que tienen regulado el estacionamiento, y no tienen limitación de horas.
Ventajas fiscales
Comprar un coche eléctrico tiene beneficios a nivel fiscal, ya que está exento del Impuesto de Matriculación, y también tiene importantes descuentos en el Impuesto de Circulación (en algunos ayuntamientos, de hasta el 75%). También tiene ventajas en el IRPF al aplicar la compra por parte de las empresas para la cesión a los trabajadores.
Mantenimiento más económico
Comparando estos coches con los de combustión interna, tienen menos componentes mecánicos, por lo que no hay que realizar sustituciones periódicas del aceite y los filtros, por ejemplo, ni de la correa de distribución, etc. Ante una misma potencia y calculando el ahorro para una vida útil de 200.000 kilómetros, este alcanza hasta un 25% a favor del coche eléctrico en lo que al mantenimiento se refiere.
La conducción es más relajada
Al no tener marchas, el coche eléctrico es menos trabajoso para el conductor, y también resulta más suave y confortable. Y como cuenta con un par instantáneo en la aceleración, la conducción resulta más placentera.
Un tema del que cada vez se habla más son los coches eléctricos, pero, ¿por qué razones podría ser conveniente decantarse por un vehículo de este tipo? Lo vemos a continuación.
Es un coche con cero emisiones
Sin duda alguna esta es la principal motivación para comprar un coche eléctrico. Se trata de un tipo de automóvil sostenible y sin emisiones, ni dióxido de carbono CO2, ni tampoco óxidos de nitrógeno (NOx). Los coches eléctricos tan solo almacenan electricidad en un paquete de baterías, y dicha electricidad llega a las ruedas mediante un motor eléctrico o varios.
Su compra está muy incentivada
Del mismo modo que tiempo atrás existieron los Plan Movele, MOVALT o MOVEA, en 2019 podemos hablar del Plan MOVES, que dispone de una partida de 45 millones de euros para la financiación de “actuaciones de apoyo a la movilidad basada en criterios de eficiencia energética, sostenibilidad e impulso a energías alternativas, incluida la disposición de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos”.
En el caso de los coches eléctricos, el importe de las ayudas del Plan MOVES es de aproximadamente 5.000 euros. Además, hoy en día existen préstamos online que también ayudan a financiar productos como estos (aquí tienes más información).
La electricidad cuesta menos que el diésel y la gasolina
Recorrer 100 kilómetros con un coche eléctrico cuesta menos de la mitad que hacerlo con un coche diésel o de gasolina; todo dependerá del tamaño que tenga la batería y la tarifa de la electricidad que se haya utilizado para la carga, entre otros factores. Con respecto a la eficiencia de las mecánicas, un motor eléctrico va a alcanzar el 90%, frente al 30% del motor de combustión interna.
Tiene facilidades a la hora de aparcar
Un coche eléctrico en España tiene el distintivo azul “Cero emisiones”. Esta etiqueta de la DGT supone que estos vehículos no tienen que pagar por aparcar en la calle en las ciudades que tienen regulado el estacionamiento, y no tienen limitación de horas.
Ventajas fiscales
Comprar un coche eléctrico tiene beneficios a nivel fiscal, ya que está exento del Impuesto de Matriculación, y también tiene importantes descuentos en el Impuesto de Circulación (en algunos ayuntamientos, de hasta el 75%). También tiene ventajas en el IRPF al aplicar la compra por parte de las empresas para la cesión a los trabajadores.
Mantenimiento más económico
Comparando estos coches con los de combustión interna, tienen menos componentes mecánicos, por lo que no hay que realizar sustituciones periódicas del aceite y los filtros, por ejemplo, ni de la correa de distribución, etc. Ante una misma potencia y calculando el ahorro para una vida útil de 200.000 kilómetros, este alcanza hasta un 25% a favor del coche eléctrico en lo que al mantenimiento se refiere.
La conducción es más relajada
Al no tener marchas, el coche eléctrico es menos trabajoso para el conductor, y también resulta más suave y confortable. Y como cuenta con un par instantáneo en la aceleración, la conducción resulta más placentera.